
Imagen de archivo de Lamine Yamal y Yeremy Pino, durante un partido entre el Barcelona y el Villarreal
La izquierda se suma a la cruzada por el fútbol de los independentistas y pretende cambiarle el nombre al Villarreal
El intervencionismo ideológico de la izquierda sigue avanzando, y ahora pretende extender su control también al ámbito deportivo. En esta ocasión, el objetivo es nada menos que cambiar el nombre del Villarreal CF, un club con más de un siglo de historia y cuyos propietarios son los que legítimamente deciden sobre su identidad corporativa. La propuesta no ha salido de un aficionado cualquiera, sino de la vicealcaldesa de Vila-real, Maria Fajardo de Compromís, quien, en un encuentro celebrado en Barcelona, verbalizó la intención del Ayuntamiento de la ciudad, gobernada por el PSOE junto con los nacionalistas, de «normalizar» la denominación del equipo, eliminando su versión en castellano para imponer su forma en valenciano.
Lejos de quedarse en el ámbito de la administración, estas políticas de imposición ya apuntan a entidades privadas como los clubes deportivos, en este caso un club que no pertenece al Ayuntamiento ni ninguna Administración Pública, sino a sus socios y propietarios. Es otra muestra más de cómo desde ciertos sectores de la izquierda se pretende moldear todos los aspectos de la sociedad, hasta el punto de intervenir en las denominaciones de equipos con arraigo, historia y proyección internacional, como es el Villarreal CF.
El anuncio se produjo en un encuentro de «municipios activos por el catalán», organizada por la 'Plataforma de la Llengua', la autodenominada ONG del Catalán, un foro en el que participaron más de un centenar de representantes municipales de Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares. El objetivo pasa por diseñar estrategias para condicionar las ayudas públicas al uso del catalán en detrimento del castellano, en un claro intento de forzar a empresas y profesionales a plegarse a sus criterios lingüísticos.
De hecho, la concejal de Compromís, durante su intervención en el foro, también cargó contra Fernando Roig, presidente y máximo accionista de la entidad del Villarreal Club de Fútbol, y su entorno: «Ahí tenemos un hueso bien duro que es la familia Roig, que ya sabemos de qué pie cojean, por lo que nos está costando muchísimo conseguirlo».
Y es que, el Villarreal Club de Fútbol, desde su refundación en el año 1942 ha mantenido su nombre en castellano, décadas antes incluso de que se cambiase el nombre del municipio de Villarreal a Vila-real en valenciano y cuando ni si quiera se había creado el partido Compromís. Entre sus variantes, han pasado en 1950 de Club Atlético Foghetecaz Villarreal (C. A. F. Villarreal) a en 1954 a Villarreal Club de Fútbol, nombre que mantiene en la actualidad y siempre en castellano.
Fútbol y 'países catalanes'
El deporte, que debería ser un espacio de convivencia y libertad, vuelve a ser utilizado como herramienta política. Una vez más, los aficionados, que sienten los colores y la historia de su club, ven cómo se intenta manipular la identidad de su equipo por motivos ajenos al fútbol. Y es que, desgraciadamente, no es la primera vez que sucede algo similar.
Como informó El Debate el pasado 8 de junio, el último ejemplo de la instrumentalización política del fútbol por parte del independentismo, con la construcción simbólica de unos supuestos 'países catalanes', una unión ficticia que incluiría Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, la Franja de Aragón y parte del sur de Francia, que se traladó nada menos que a LaLiga. Dentro de este relato, el medio afín al independentismo Nació Digital publicó que la Primera División de fútbol para la temporada 2025-2026 contará, según su fantasiosa visión, con un «récord histórico» de «ocho equipos de los países catalanes».
A raíz del ascenso del Elche y del Levante UD, el digital independentista no dudó en revestir el hito deportivo, describiéndolo como fruto de una combinación entre «mérito deportivo y destino». El medio cita a los clubes que, desde su perspectiva ideológica, formarían parte de esta supuesta unidad territorial: FC Barcelona, Espanyol, Girona, Villarreal, Valencia, Levante, Elche y Mallorca. No contentos con la simple enumeración, califican el momento como «uno de los mejores de la historia contemporánea» del deporte catalán. Un ejercicio de apropiación simbólica que, una vez más, desdibuja las fronteras deportivas y territoriales en beneficio de un discurso identitario que poco tiene que ver con el fútbol.
«Desprecio a Fernando Roig»
Por su parte, el Partido Popular de la ciudad de Vila-real, que ejerce actualmente como oposición del equipo de Gobierno de PSOE y Compromís en el Ayuntamiento, se ha mostrado tajante ante esta «lucha» personal de la izquierda por imponer el nombre del Villarreal: «No compartimos ese objetivo y desconocíamos que se estuviese haciendo ninguno paso en este camino».
«Nos preocupa el desprecio en el que hemos oído hablar a una representante municipal de Fernando Roig, que cabe recordar que además de presidente del club es hijo adoptivo de la ciudad de Villarreal, y que, gracias a su trabajo, Vila-real se ha situado en el mapa europeo y su trabajo ha tenido un impacto económico y social en la ciudad que es incalculable», ha señalado Adrián Casabó, portavoz de los populares de Vila-real en declaraciones a El Debate.
Casabó también ha enfatizado en que lo que perjudica a la ciudad, más que el nombre del club sea en castellano es «la falta de gestión del PSOE y Compromís, que en lugar de dar solución a los problemas reales que tienen los vecinos se están dedicando a este tipo de cosas, como cambiar el nombre de una calle o de un equipo de futbol».
«Que traten de dejar de señalar a esas personas que trabajan por hacer crecer a esta ciudad, que la izquierda siempre cuestiona el trabajo que hacen los empresarios. Además, hoy en día no hay ningún debate social en la ciudad sobre este tema y se trata de una empresa privada, es como si no les parece bien que Mercadona se llame Mercadona y quieran cambiarle el nombre», ha finalizado el representante de la oposición.