La BBC se deshace en elogios con 'Beniyork': de la Benidorm de pescadores a compararse con Las Vegas

Benidorm tiene oficialmente un censo de 74.000 habitantes. Está entre las diez ciudades más pobladas de la Comunidad Valenciana, pero en verano su población se sextuplica hasta alcanzar fácilmente las 400.000 personas. Hasta esta joya turística del Mediterráneo valenciano llegan turistas que quieren disfrutar de este municipio expandido por y para el turismo, aunque sin la voracidad constructora. La BBC ha publicado recientemente un reportaje en el que se deshace en elogios con Benidorm repasando cómo ha crecido desde que fuera un humilde pueblo de pescadores hasta lo que representa hoy en día. Bienvenidos a 'Beniyork'.

El artículo está firmado por la periodista Alicia Hernández, quien recoge los diferentes puntos de vista del crecimiento benidormero en lo arquitectónico y la evolución social que representa. En Benidorm se aprobó el uso del bikini en tiempos de Francisco Franco por mediación del que fuera alcalde Pedro Zaragoza. Había que atraer al turismo europeo, que vieran en este punto de la costa valenciana un lugar idílico para disfrutar de sus vacaciones. Lo que empezó siendo una promoción de veraneo es hoy en día un año completo de visitantes en busca de los más de 300 días de sol al año.

La publicación habla de 'Beniyork' en referencia a que es «la segunda ciudad del mundo con más rascacielos por habitante, sólo por detrás de Nueva York». Pero lo más llamativo al tratarse de una publicación en un medio británico es que no cae en los tópicos actuales, que no se hace eco de los bulos de turismofobia que otros tabloides del Reino Unido difunden periódicamente.

Hernández menciona el reconocimiento de 'Pionero Verde Europeo del Turismo Inteligente 2025' que la Comisión Europea ha concedido a Benidorm, así como destacar que la construcción de rascacielos no ha impedido que el municipio alicantino destaque por ser «sostenible».

«Los edificios no se tapan el sol los unos a los otros y en las zonas aledañas hay espacio para uso comercial y zonas verdes», explica Josep Ivars, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, en el citado reportaje. Esa combinación de ladrillo en altura con zonas verdes ha permitido poner en valor este tipo de crecimiento que Benidorm ideó en la década de los 60.

'Beniyork' fue una de las primeras ciudades con un plan urbanístico en el que se veía cómo y en qué sentido quería crecer, por eso sólo hubo que dejar que el crecimiento fuera por los cauces previsto.

Es ahí cuando la periodista destaca la cita de Javier Ruiz Sánchez, arquitecto, planificador urbano y catedrático de Urbanismo en la Universidad Politécnica de Madrid, quien sentencia que Benidorm es «un extraordinario laboratorio de urbanismo, tan excepcional como puede ser Las Vegas».

Hay quien podría pensar que Benidorm se vendió al turismo, que nunca puede salir rentable perder la esencia de un pequeño pueblo marinero, pero los políticos de antaño buscaban que sus ciudadanos prosperaran. Por eso cuando Benidorm decidió crecer apostó por evolucionar de una forma sostenible, aunque con el paso de los años lo que ocurra en sus calles haya podido distorsionar el concepto de ciudad.

Más rascacielos en el futuro

De aquel primer rascacielos en 1966, hoy en día Benidorm cuenta y ha contado con hitos arquitectónicos. Cuenta con el hotel más alto de Europa, el Gran Bali (186 metros), y brilla con el rascacielos residencial más alto del continente, InTempo (198 metros). Aunque en unos años la primera posición cambiará de nombre, pero no de municipio. La empresa alicantina TM Grupo Inmobiliario ha presentado la TM Tower, un edificio residencial de 200 metros de altura y 64 plantas.

Benidorm continúa avanzando, prosigue en esa expansión «sostenible», tal y como reconocen desde la BBC, para seguir siendo la capital turística de la Comunidad Valenciana y el emblema nacional de un turismo que mira al cielo protegiendo el suelo. 'Beniyork' o el ejemplo de Las Vegas, de aquel pueblo de pescadores en el que vivían 3.600 habitantes a los mínimo 400.000 que pueden darse cita cada día del verano.