Imagen del 'coent' de Burriana, en una carnicería de la misma localidad

Imagen del 'coent' de Burriana, en una carnicería de la misma localidadLa Cabanenca

El embutido que sólo puedes comer en un pueblo valenciano y que conquista paladares

De receta centenaria a producto con marca de calidad, el símbolo gastronómico burrianense vive una nueva etapa de reconocimiento y promoción

En Burriana hay un producto que une pasado, presente y futuro en torno a la mesa: el coent. Un embutido con nombre propio que se ha convertido en seña de identidad local y que, pese a no producirse en ningún otro lugar, goza de gran popularidad en la Comunidad Valenciana y más allá. Su forma plana, su sabor picante y su arraigo en la tradición lo distinguen de cualquier otra longaniza.

El coent no es solo un alimento, sino también un elemento cultural. Presente en ferias gastronómicas, jornadas populares y hasta en juegos de cartas como La Fallera Calavera, este producto ha pasado de la mesa familiar al escaparate turístico y cultural. Con más de siglo y medio de historia, es hoy un embutido con sello de calidad y con la capacidad de reinventarse en propuestas innovadoras de alta cocina.

Origen y tradición

Los orígenes del coent se remontan a mediados del siglo XIX, cuando las familias de Burriana comenzaron a elaborar esta longaniza seca y picante de forma artesanal. Su nombre procede de la palabra valenciana coent, que significa «picante». A diferencia de otras variantes, su particularidad radica en que se aplasta manualmente durante el proceso de secado, lo que le confiere su característica forma plana.

La receta tradicional incluye panceta y magro de cerdo, a los que se añaden sal y especias, entre ellas la pimienta de Cayena, responsable de su intensidad. El embutido se introduce en tripa natural y se deja secar en condiciones muy concretas, ligadas al clima y a la pericia del artesano. En algunas carnicerías locales incluso se distingue el grado de picante mediante el color del hilo con el que se atan las piezas: el blanco para los más suaves y el rojo para los de mayor fuerza.

Método artesanal

La elaboración del coent sigue un proceso que mantiene la esencia de antaño. Según explicaba la carnicera Carmen, en declaraciones recogidas por El Periódico Mediterráneo, «se hace con magro y panceta de cerdo, se embute en tripa natural y se prensa con las manos para que adquiera esa forma aplastada tan típica». Esta técnica, transmitida de generación en generación, permite que el embutido se cure de forma más homogénea y rápida que otras longanizas.

El resultado es un producto versátil, que se consume tanto en crudo —tras su curado— como a la brasa, acompañado de pan o de las tradicionales rosquilletas. Además, su sabor intenso lo convierte en ingrediente ideal para tapas y platos creativos que hoy forman parte de menús en bares y restaurantes de la ciudad.

Reconocimiento

La singularidad del coent llevó a los carniceros y hosteleros de Burriana a impulsar su reconocimiento oficial. En 2009 comenzó el proceso administrativo para obtener una marca diferenciada y, en 2016, la Generalitat Valenciana le concedió la distinción como producto artesano de calidad. Esta catalogación lo protege y lo reconoce como un embutido único en la Comunidad Valenciana.

«Es un producto nuestro, que solo se hace aquí y que había que poner en valor», señalaban desde la Asociación de Comerciantes del Mercado Municipal cuando se presentó oficialmente la distinción. Gracias a ese paso, el coent se convirtió en un embajador de la gastronomía burrianense en certámenes, ferias y campañas de promoción.

Eventos relacionados

El coent cuenta con su propia cita anual: la Feria del Coent, celebrada en septiembre durante las fiestas de la Misericòrdia. En esta feria, las carnicerías locales instalan casetas donde los visitantes pueden degustar el embutido en bocadillos o tapas, siempre acompañado de pan o rosquilletas. La cita se ha consolidado como un atractivo turístico y gastronómico que atrae cada año a centenares de personas.

Imagen del cartel promocional de la Feria del Coent en Burriana

Imagen del cartel promocional de la Feria del Coent en BurrianaTurismo Burriana

Además, desde 2016 se organizan las Jornadas del Coent, en las que bares y restaurantes de Burriana elaboran platos innovadores con el embutido como protagonista. Sushi, raviolis, ensaladas, revueltos e incluso propuestas dulces han demostrado que la tradición puede dialogar con la creatividad. En palabras del chef Juanjo Roda, recogidas por El Periódico Mediterráneo, «es un producto muy versátil que permite hacer cosas sorprendentes sin perder la esencia de lo nuestro».

Su presencia ha traspasado incluso lo puramente gastronómico. El juego de cartas La Fallera Calavera, muy popular en la Comunidad Valenciana, incluyó el coent como una de sus cartas, consolidando su carácter icónico. Y no faltan las anécdotas curiosas, como la que protagonizó un medio local en el Día de los Santos Inocentes, cuando publicó que la Casa Real incluiría coent en su cena de Nochevieja, una broma que generó tanto revuelo como sonrisas.

Un símbolo de Burriana

Hoy, el coent es mucho más que un embutido: es símbolo de identidad, tradición y orgullo para Burriana. Su sabor picante y su forma singular lo diferencian del resto de embutidos, y su reconocimiento como producto de calidad ha reforzado la imagen de la ciudad como referente gastronómico.

Con el empuje de las carnicerías, los restauradores y el propio Ayuntamiento, el coent ha logrado mantenerse fiel a sus raíces y, al mismo tiempo, adaptarse a nuevas formas de consumo. En cada feria, en cada jornada y en cada mesa, este producto recuerda que la tradición culinaria puede ser el mejor motor de futuro para una ciudad.

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