Ascensor dañado tras la dana

Ascensor dañado tras la danaFEMEVAL

Once meses después de la dana, 780 ascensores en Valencia continúan fuera de servicio

El sector ha logrado reparar 6.750 aparatos dañados, pero las intervenciones pendientes son las más complejas

Once meses después de la dana que el 29 de octubre de 2024 arrasó parte de la provincia de Valencia, todavía permanecen sin servicio 780 ascensores en los municipios afectados. La riada dañó un total de 7.530 instalaciones, sobre un parque de 28.553, según datos de la Asociación de Empresas de Ascensores de la Comunidad Valenciana (Ascencoval), integrada en Femeval.

El balance refleja un avance significativo: ya se han recuperado o sustituido 6.750 aparatos, frente a los 1.000 que seguían pendientes antes del verano. Entre las reparaciones realizadas en los últimos meses, 133 corresponden a edificios identificados como prioritarios por los servicios sociales, al albergar personas mayores, dependientes o con movilidad reducida. «La prioridad del sector ha sido y sigue siendo dar cobertura a los colectivos más vulnerables», subraya Emilio Carbonell, presidente de Ascencoval.

Sin embargo, las intervenciones que restan son las más difíciles de ejecutar. Muchas requieren la sustitución completa de cabinas, cambios electrónicos y la fabricación de piezas a medida, lo que alarga inevitablemente los plazos. Además, solo dos técnicos pueden trabajar simultáneamente en el hueco de cada ascensor, lo que ralentiza todavía más los trabajos. «Estamos ante un esfuerzo sin precedentes del sector de la elevación en la Comunitat Valenciana, en el que empresas instaladoras y mantenedoras estamos volcando todos los recursos para restablecer el servicio lo antes posible», añade Carbonell.

A estas dificultades técnicas se suman las administrativas. Ascencoval y Femeval han tenido que actualizar el registro de empresas mantenedoras y coordinar actuaciones en comunidades con cambios de titularidad. También la falta de mano de obra cualificada ha marcado el proceso: tras la dana, el volumen de trabajo se multiplicó por siete respecto a un año normal. Pese al refuerzo de plantillas y la puesta en marcha de cursos para obtener Certificados de Profesionalidad, Carbonell insiste en que «sería conveniente el impulso de nuevas acciones formativas para cubrir esta elevada demanda de profesionales».

El objetivo del sector es que la mayoría de los ascensores pendientes estén reparados antes de que acabe el año, aunque reconocen que algunos casos se prolongarán debido a la magnitud de las obras y a la necesidad de garantizar siempre la seguridad de los usuarios. La moratoria del Real Decreto 485/2025, que retrasa hasta 2026 la aplicación de nuevas normativas técnicas, ha permitido además destinar unas 2.500 horas de trabajo a la recuperación de equipos afectados, acelerando el proceso.

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