Imagen de la ficha policial de Miguel Ricart, único encarcelado por el crimen de las Niñas de Alcàsser
Miguel Ricart admite que mintió sobre el caso Alcàsser y se retracta de su versión de la manada
El único condenado por el triple crimen elude dos años de cárcel por vender droga en un narcopiso del Raval mientras reconoce que su última versión —en la que acusó al hermano de Antonio Anglés y habló de siete agresores— era falsa
Treinta y tres años después del asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, el caso Alcàsser vuelve a sacudirse con fuerza. Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen, ha reconocido públicamente que mintió en la última versión que difundió sobre supuesta manada de violadores en un canal de YouTube. La rectificación llega mientras Las Provincias ha revelado que Ricart ha logrado eludir una pena de dos años de cárcel por traficar con droga en un narcopiso del Raval barcelonés, lo que vuelve a situar en el centro del debate su credibilidad y su situación actual.
En su versión ahora desmentida, Ricart aseguró que las niñas habían sido violadas por una «manada» de siete hombres y que Mauricio Anglés, hermano menor de Antonio Anglés, había ejecutado a una de las víctimas. El 12 de noviembre, publicó varios vídeos en redes sociales reconociendo que todo era falso y pidiendo disculpas.
La macabra y falsa versión
La última, macabra y falsa versión de Ricart surgió hace varias semanas en el canal de Youtube El Rincón del Disidente. En esa entrevista, relató que las tres adolescentes habían sido atacadas y violadas por un grupo de «siete u ocho hombres», entre ellos «tres hombres mayores» a los que, según dijo, no conocía. Afirmó además que Antonio Anglés no actuó solo y que su hermano pequeño, Mauricio, había sido obligado a disparar a una de las niñas.
Me he enterado que a tu hijo en el cole se le ha dicho que 'su papá era un asesino'Único condenado por el triple crimen de Alcàsser
Ricart también situó los hechos en un lugar distinto al reconocido por la investigación judicial, asegurando que las agresiones ocurrieron en una nave o antiguo polvorín militar en Catadau, y no en la caseta de La Romana. La historia, que nunca había aparecido en 33 años, reactivó teorías desmentidas por la investigación y provocó un enorme revuelo mediático. Sin embargo, apenas un mes después, Ricart se vio obligado a desdecirse.
«Es falso todo, todo es mentira»
El giro se produjo días después. En varios vídeos publicados en sus redes sociales, Ricart admitió que había mentido en esa entrevista. Reconoce que todo lo contado sobre los siete hombres, los tres ancianos y Mauricio Anglés era mentira. Sus palabras dirigidas directamente a él, son tajantes: «Hola, buenas tardes, me llamo Miguel Ricart. Hoy, día 12 de noviembre de 2025, grabo este vídeo por una sola razón, pedir perdón al señor Mauricio por todo lo que se ha hablado hacia su persona. Es falso todo, todo eso es mentira, y pedirle perdón porque no es justo. No es justo lo que se ha hecho, lo que se ha dicho. Ni tampoco las consecuencias que le podían acarrear tanto a él como a su familia.»
Ricart reconoce incluso el impacto que sus palabras han tenido en el hijo de Mauricio: «Me he enterado que a tu hijo en el cole se le ha dicho que 'su papá era un asesino' y el nene te ha preguntado a ti. No es así. Por lo tanto quisiera aclararle al nene que su papá no es ningún asesino ni ha hecho nada.» Además, añade: «Estoy bastante dolido por lo ocurrido. De verdad, Mauri, lo siento de verdad. No tengo palabras. Te pido como persona que me perdones, es un error que he cometido y esto no va a volver a ocurrir. Quiero hacer público que Mauricio en ese caso no tiene nada que ver. Gracias, Mauricio, por escucharme.»
Su rectificación cierra de forma abrupta una historia que él mismo alimentó y que reabrió heridas en las familias afectadas y en quienes participaron en la investigación del caso.
La versión ya desmentida de Ricart chocaba frontalmente con la prueba pericial a la que Mauricio Anglés decidió someterse hace unas semanas. Tras las nuevas acusaciones, acudió a la especialista Conchita Pérez para realizar un polígrafo completo.
El resultado fue contundente:
- Mauricio decía la verdad cuando negó haber estado en el Opel Corsa con Ricart, en la supuesta nave, en el escenario del crimen y haber sido coaccionado por su hermano para matar a una de las niñas.
- Ricart mentía cuando implicaba a Mauricio en la muerte de una de las tres menores.
La prueba, realizada en un entorno controlado y cuyo contenido forma parte de la documentación que aportó Mauri en su entrevista con El Cierre Digital, invalida el relato de Ricart antes de que él mismo reconociera públicamente su falsedad.
El presente de Ricart: de nuevo ante la justicia por un narcopiso
Mientras sus declaraciones se derrumban, Ricart vuelve a ser noticia por otros motivos. Que Las Provincias haya informado que evita dos años de cárcel por un delito de tráfico de drogas añade un nuevo capítulo a su compleja situación.
Según la información publicada por el diario, Ricart fue detenido en un narcopiso del barrio del Raval, en Barcelona, donde distribuía cocaína y heroína. La pena prevista era de dos años de prisión, pero la juez aplicó la suspensión de condena al no tener antecedentes recientes. Si Ricart vuelve a delinquir, ingresará en prisión de forma inmediata.
Imagen de Miguel Ricart saliendo de los calabozos tras su última detención en 2022
Este episodio, unido a su retractación y a la volatilidad de sus versiones, vuelve a cuestionar de manera pública la fiabilidad del único condenado por el triple crimen de Alcàsser.
La última mentira reconocida por Ricart no es un hecho aislado. Desde que salió de prisión en 2013 tras la anulación de la doctrina Parot, ha ofrecido múltiples relatos distintos sobre lo ocurrido la noche en que las niñas desaparecieron haciendo autostop.
En algunas declaraciones se atribuye todo a Antonio Anglés; en otras, como la de este mes, involucra a terceros inexistentes. En ocasiones afirma haber sido torturado para declarar; en otras, admite haber participado por miedo. Su discurso cambia constantemente, sin aportar pruebas y contradiciendo a menudo los hechos acreditados en la causa judicial.
- Ha afirmado haber actuado por miedo a Anglés
- Ha alegado torturas policiales.
- Ha sugerido conspiraciones y tramas ajenas a él.
- Ha señalado a personas de su entorno sin aportar pruebas.
La versión de la «manada» ha sido la más extrema y la que más daño ha causado, especialmente a la familia de Mauricio Anglés, ahora exonerado totalmente por su propio polígrafo y por la rectificación del propio Ricart.
Con su rectificación pública, la nueva versión de Ricart sobre Alcàsser queda completamente desacreditada. La supuesta «manada», los tres ancianos, el polvorín de Catadau y la acusación contra Mauricio Anglés queda desmentida y anulada.
Su situación judicial reciente, vinculada al narcopiso del Raval, y el resultado del polígrafo de Mauricio Anglés refuerzan una conclusión clara: Ricart es un mentiroso compulsivo y no es un testigo fiable, sus declaraciones no pueden considerarse veraces.
Treinta y tres años después, el triple crimen de Alcàsser sigue siendo uno de los episodios más dolorosos de la crónica negra española. Y, una vez más, los hechos demostrados acaban imponiéndose frente a relatos inestables, contradictorios y sin sustento.