Pilar Bernabé, de azote de Mazón por la dana a ponerse de perfil en el caso Salazar

Si meses atrás la noticia de que el dirigente del PSOE Paco Salazar había sido acusado de presunto acoso sexual por algunas de sus compañeras de trabajo ya supuso una notable marejada en Ferraz y en el Gobierno que preside Pedro Sánchez, la gestión de dichas denuncias a nivel interno, que desaparecieron debido a un «fallo informático» y que, por ensalmo, se hayan vuelto a tramitar ha derivado en un auténtico terremoto en la dirección socialista. A ello también ayudó sobremanera la imagen días atrás de la ministra Pilar Alegría comiendo con el señalado en un restaurante.

Al respecto, una de las figuras del partido que sale más mal parada es Pilar Bernabé. Hasta hace algo más de un año, era una política prácticamente desconocida no solo a nivel nacional, sino más allá de la provincia de Valencia. Es cierto que es la delegada del Gobierno en la Comunidad, pero no es menos verdad que esa clase de puestos tiene poco protagonismo mediático. Sin embargo, su exposición pública cambió radicalmente a partir del 29 de octubre de 2024, día de la dana.

De desconocida a número 4 del PSOE

Tras la tragedia, y con un Sánchez del todo ausente y evitando pisar las distintas zonas cero tras el episodio de Paiporta, su máxima representante en la región enarboló la bandera de la cruzada del Ejecutivo central contra el ahora expresidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Su presencia en los medios de comunicación, bien en actos de partido o bien institucionales, era constante. También para exonerar de cualquier tipo de responsabilidad a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ambos organismos dependientes del Gobierno.

Esa particular guerra le valió muchos enteros orgánicamente hablando. No solo fue un acicate para confirmar su candidatura a la alcaldía de Valencia, sino que Sánchez también le aupó nada más y nada menos que a secretaria de Igualdad del PSOE, es decir, la número cuatro de la organización y máxima responsable de velar por la integridad física, mental y laboral de las mujeres de su partido. Pese a esa acumulación de cargos, las intervenciones contra el Consell no han cesado en todos estos meses, tanto que la oposición le llama «delegada del sanchismo».

Sin embargo, el estallido del caso Salazar y la polémica por la atención a las presuntas víctimas de éste, así como el procedimiento que ha llevado el partido en este asunto le han puesto en el disparadero como encargada de Igualdad. Este mismo viernes, Bernabé canceló un acto que tenía, en plena vorágine por el escándalo. Debió haber visitado, tal como informó su equipo, «las actuaciones de restauración de los encauzamientos y el dragado de la desembocadura del Barranco del Poyo» ejecutadas por la CHJ.

En un primer momento, la cita pasó de las 10:30 horas a las 11:30 para, posteriormente, quedar pospuesta «hasta nueva fecha». Fuentes del entorno de la delegada consultadas por El Debate aseguran que no acudió al Poyo por «motivos de agenda» y, más concretamente, por «cuestiones de coordinación» con los colectivos que hasta allí se iban a desplazar: «No hay más», insisten, a la par que avanzan que la visita se hará «probablemente el martes o miércoles que viene».

«Vamos a esperar»

El caso es que Bernabé está en el ojo del huracán, con acusaciones de haberse puesto de perfil ante las denuncias contra Salazar. En este sentido, si bien el 24 de noviembre afirmó que la «violencia contra las mujeres exige una respuesta sin ambigüedades, sostenida en recursos y en políticas públicas», no parece que las aclaraciones sobre el tema de actualidad en estos momentos sean igual de rotundas.

Aunque ha pedido «perdón» y «disculpas» a las supuestas víctimas, de las que se pone «al lado», se ha escudado en que el canal ofrecido por el PSOE para estos temas ha generado un «problema» y «errores» que está en vías de solución al tratarse de un sistema «puesto en marcha» recientemente. Con ello, únicamente ha podido comprometerse a que «se va a intentar resolver de la manera más rápida posible, con una comisión de personas expertas, sensibles y adecuadas para abordar esta cuestión con la máxima empatía y sensibilidad». «No hemos estado a la altura para atender a las mujeres de la manera que nos hubiera gustado y que ellas, sin duda alguna merecen», añade en lo relativo al protocolo interno.

Del mismo modo, otra cuestión por la que se le reprocha una posible tibieza es el que concierne a llevar el caso a la Fiscalía. Cabe recordar que su colega en Asturias, Adriana Lastra, que fue vicesecretaria de Organización socialista, ya ha instado a Ferraz a que acuda al Ministerio Público. Pero no parece que eso esté entre los inmediatos planes del PSOE a tenor de las palabras de la propia Bernabé, que se desmarca por no ser una competencia suya: «Vamos a esperar, tal y como pone en el protocolo, a que sea la comisión la que resuelva y haga un informe fundado con toda la información», emplaza, con una actitud bien diferente a la mostrada con una controversia igual con un alto cargo en Torremolinos.

Finalmente, y retomando cambios de agenda, la secretaria general del PSPV-PSOE y candidata a la presidencia de la Generalitat, Diana Morant, el pasado mes de junio canceló repentinamente una visita que tenía programada a la empresa Oncovisión en la ciudad de Valencia. En esta ocasión, la convocatoria de la también ministra de Ciencia, Innovación y Universidades quedó «anulada», coincidiendo con que se hiciera público el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán, que terminó por llevarle a ingresar en la prisión de Soto del Real.

Vídeo de las diputadas del PP

Lejos de frenarse, la no asunción de responsabilidades por parte de Bernabé está haciendo que las reacciones sean más que numerosas. Una muestra de ello es el vídeo que las 18 diputadas del Partido Popular en las Cortes Valencianas hayan grabado un vídeo exigiendo la «dimisión» por «responsabilidad y decencia» no solo de la secretaria socialista de Igualdad, sino también de Rebeca Torró, sucesora de Cerdán al frente de la Secretaría de Organización del PSOE y a quien diversas federaciones apuntaron junto a María Jesús Montero como las responsables de haber frenado las denuncias.

Encabezadas por Verónica Marcos, que es portavoz de Violencia contra la Mujer en la Cámara autonómica, reclaman explicaciones de «por qué en la sede del Partido Socialista y en Moncloa se protege a los abusadores sexuales y se ignora a las víctimas». Además, señalan a Bernabé por «ocultar denuncias de acoso durante cinco meses», por lo que consideran que ella y Torró encarnan un feminismo de «puro postureo».