Tapa de gildas en el nuevo 'Barecito' de Valencia.
El nuevo 'Barecito' de moda en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia
De local coqueto, la nueva apuesta del Grupo Gastroadictos es una novedad total
No hace falta comer en cantidades industriales para apreciar la buena comida. Es más, cada negocio tiene su propia idiosincrasia y sus particularidades condicionadas por el entorno en el que se ubican. ¿Cómo conseguir que un lugar de tapas rápidas y bocados sublimes se abra lugar entre franquicias y precios para turistas? Pues ahí está la clave del éxito de 'Barecito', la nueva apuesta del Grupo Gastroadictos en plena plaza del Ayuntamiento.
El bar se encuentran en los bajos del Hotel Meliá Plaza, pero su acceso es completamente libre desde la calle. Ya cuando un cliente entra por la puerta y siente que, por muy nuevo que sea, el entorno de un local es reconocible, agradable y sin estridencias, es que parece que haya entrado en un local que conoce de toda la vida. Tal vez ese sea el objetivo del grupo gastronómico que ha experimentado un boom de locales durante los últimos años en Valencia.
La apuesta se basa por tapas más reducidas en tamaño, pero bocados exquisitos, siguiendo la clave del éxito de una cocina ya conocida en Mistela, Cassalla, Cremaet y Bajoqueta. 'Barecito' se podría describir como el hermano pequeño, tanto en comparativo por dimensiones del local como por el tipo de apuesta en mesa, pero aquí el tamaño no importa, porque el nuevo local bien podría ser casi la joya de la corona.
Hasta su barra, sus mesas altas y su terraza se acercan decenas y decenas de personas cada día. Es más, hay jornadas en la que o hay reserva o es complicado acceder con rapidez al servicio. Al final, la clave es que a la gente de negocios que trabajan en el centro de la ciudad les das la opción de tomar un bocado rápido con una cerveza bien fría y a los turistas les permites degustar platos a otro nivel sin tener que acometer un dispendio económico ni buscar sobrevivir entre raciones infinitas.
Cuando un grupo consigue marcar la senda del éxito, lo más complicado es mantenerlo y superarlo en cada apertura y que cada local sea un 50% de carácter de empresa y otro 50% de estilo personal. Sí, sus bravas pican, pero la ensaladilla es sublime. Pero sin duda el descubrimiento, la séptima maravilla, el summum es el bikini de ternera ahumada a los tres quesos. Es un pequeño bocadillo aplastado que se sirve con el queso derretido. El primer bocado provoca las ganas de arrasar con el plato. Es de lo mejor que hay en toda Valencia.
'Barecito' es la nueva apertura que busca enganchar tanto a los valencianos como a los turistas y, parece, que lo está consiguiendo, a tenor de pasar por delante del local y verlo casi siempre lleno e incluso con cola en la puerta. Tal vez Valencia haya encontrado ese lugar en el que comer rápido también es sinónimo de bien. O tal vez, de hacerlo muy bien.