El poder aéreo del F-22 Raptor
Defensa F-22 Raptor: el caza de combate revestido con la capa de la invisibilidad y armado hasta los dientes
21 de junio de 2025. La Fuerza Aérea de Estados Unidos se despliega en la operación Martillo de Medianoche. Se trata de un ataque perfectamente contra tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahan. Siete bombarderos B-2 Spirit lanzan 14 bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, mientras un submarino dispara más de 24 misiles Tomahawk.
Los F-22 Raptor escoltan a los B-2. Su misión es mantener el control del espacio aéreo y enfrentarse a posibles amenazas. Los aviones rastrean el espacio aéreo iraní a media que penetran en el territorio. Vuelan a gran altitud y alta velocidad. Su mítica tecnología furtiva evita que sean detectados.
Esta imagen satelital proporcionada por Maxar Technologies, tomada el 22 de junio de 2025, muestra los daños tras los ataques estadounidenses a la planta de enriquecimiento nuclear de Isfahán, en el centro de Irán.
Y es que el F-22 Raptor de quinta generación tiene el secreto de la invisibilidad. O, al menos, un revestimiento que utiliza tecnología «stealth», de baja detectabilidad. Estos aviones son prácticamente invisibles para los radares enemigos. El F-22, tal y como reconoce la Fuerza Aérea de Estados Unidos, posee un sofisticado conjunto de sensores que permite al piloto rastrear, identificar, disparar y neutralizar amenazas aire-aire antes de ser detectado. En la configuración aire-aire, el Raptor lleva seis AIM-120 AMRAAM y dos AIM-9 Sidewinder.
los datos claves del f-22
Este potente y ágil caza de combate despegó por primera vez el 7 de septiembre de 1997 en Marietta, Georgia, tras seis años de desarrollo por parte de la compañía Lockheed Martin, siendo pionero en tecnologías de próxima generación. Dispone de una arquitectura de sistemas abiertos e ingeniería digital que lo mantienen como una de las bazas más eficaces de las fuerzas aéreas estadounidenses. Hoy en día sigue manteniendo un claro dominio aéreo, como demostró en Irán hace unas semanas. El F-22 tiene una una de sus grandes bazas en la capacidad de atacar objetivos de superficie. En la configuración aire-tierra, la aeronave puede transportar internamente dos municiones conjuntas de ataque guiado GBU-32 de más de 450 kilos.
Un F-22 vuela sobre Fort Monroe (Hampton, Virginia) antes antes de regresar a la Base de la Fuerza Aérea de Langley, Virginia
El impresionante empuje de los motores del F-22 le permite navegar a velocidades supersónicas (superiores a 1.5 Mach) sin utilizar el denominado «dispositivo de poscombustión», una característica conocida como supercrucero. Este sistema ahorra además una cantidad ingente de combustible a velocidades supersónicas. En el futuro, una de las posibilidades en las que se está trabajando es que los F-35 o F-22 estadounidenses vuelen escoltados por su propia escuadrilla de drones. De hecho, Lockheed Martin se centra en la conectividad del F-22 con otras plataformas para apoyar la estrategia de Operaciones Conjuntas en Todos los Dominios de la Fuerza Aérea.
Avión F-22 Raptor
El F-22 se mantiene pese a su edad como un caza extremadamente operativo gracias a los continuos esfuerzos de modernización y las mejoras estratégicas que han ido mejorando aún más sus capacidades, a la vez que posibilitarán la próxima generación de dominio aéreo. Pero una de las grandes claves de su éxito es su mantenimiento, a través del denominado Programa de Mantenimiento Ágil de Seguimiento, un programa integral de gestión de armamento que se basa en la integración. Lockheed Martin mantiene una alianza estratégica con la Fuerza Aérea de los EE. UU. que permite fusionar actividades de mantenimiento altamente complejas en una sola operación unificada. Esta integración permite una mayor eficiencia, menores costos y una mejor capacidad de respuesta a las necesidades de los operadores y el personal de mantenimiento sobre el terreno.