Caza de combate para entrenamiento Hürjet de fabricación turca, posible sustituto de los Northrop/CASA F-5M
Industria militar Fuerte inversión en defensa: 5.700 millones para cazas de entrenamiento, Pizarro y comunicaciones tácticas
El Consejo de Ministros ha aprobado una fuerte inversión en defensa, con un amplio paquete de más de 5.700 millones de euros. En primer lugar, se aprobó un contrato para la adquisición de un sistema integrado de entrenamiento, ITS-C, orientado a la especialidad de caza y ataque y sustituto del actual F-5, por 3.120 millones y con una duración desde la formalización del contrato hasta el 30 de noviembre de 2035, sin posibilidad de prórroga. El plan también incluye la compra de radios SDR por 1.174 millones, la modernización de los vehículos de combate Pizarro y la implantación de nuevas capacidades criptográficas y de radar.
El Ministerio de Defensa explicó que el Integrated Training System for Combat (ITS-C), orientado a la especialidad de Caza y Ataque, sustituirá al veterano AE.09 (F-5), en servicio desde hace más de medio siglo. Este programa busca «actualizar, ampliar y renovar» las capacidades de instrucción del Ejército del Aire y del Espacio para adaptar la formación de los pilotos a entornos de combate cada vez más complejos.
Hürjet
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En el ámbito de las comunicaciones tácticas, el Ejecutivo aprobó un segundo contrato por 1.174 millones de euros para el Programa Especial de Modernización del Sistema Conjunto de Radio Táctica, centrado en el suministro de radios SDR (Software Defined Radio). Según Defensa, su finalidad es «renovar los equipos de radiocomunicaciones tácticas de las Fuerzas Armadas» y asegurar un intercambio fiable y seguro de información en operaciones nacionales e internacionales. Este contrato se prolongará hasta el 30 de diciembre de 2034.
Conectividad
El tercer gran programa, valorado en 785 millones de euros, corresponde a la Conectividad Multidisciplinar MC3 (Mando, Control y Comunicaciones), destinada a equipar los puestos de mando desplegables de los tres ejércitos. El objetivo es aumentar las capacidades operativas mediante el uso de nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones, dentro del esfuerzo de digitalización de las Fuerzas Armadas. Su ejecución finalizará el 30 de noviembre de 2035.
Otro de los proyectos destacados es la modernización de los vehículos de combate de infantería y de puesto de mando VCI/C Pizarro, que recibirán 261 millones de euros para una actualización de mitad de ciclo de vida de la Fase I —la primera versión, en servicio desde 2003— con el fin de aproximar sus prestaciones a las de la Fase II. El contrato estará vigente hasta el 30 de noviembre de 2031.
Un grupo de militares se despliega amparados por el vehículo de combate Pizarro
Además, se aprobó un contrato adicional de 27 millones de euros para actualizar las transmisiones SG850 a SG35T de los Pizarro y Castor, mejorando su movilidad y permitiendo el acoplamiento de implementos como palas o rodillos de despeje. Según Defensa, esta transformación responde a la «evolución tecnológica» y busca garantizar la protección y seguridad de las unidades desplegadas. Su vigencia se extiende hasta el 31 de diciembre de 2027.
Ciberseguridad
En materia de ciberseguridad y comunicaciones cifradas, el Consejo dio luz verde a una inversión de 158 millones de euros para la adquisición de la Capacidad Cripto Multipropósito y Multidominio. Estos nuevos medios de cifrado de voz y datos tácticos sustituirán equipos obsoletos e incorporarán cifradores tácticos comunes de nivel alto de seguridad, con capacidad criptológica dual nacional y OTAN. El contrato se prolongará hasta el 30 de octubre de 2030.
Finalmente, se aprobó una partida de 24 millones de euros para dotar a la Brigada de Infantería de Marina de un sistema radar de localización de orígenes de fuego indirecto, que reemplazará a los antiguos AN/TPQ-36, operativos desde 1989 y ya en su fase final de vida útil. Este programa se desarrollará hasta el 30 de noviembre de 2028.
En conjunto, las medidas aprobadas suman más de 5.700 millones de euros y conforman un plan integral de modernización que afecta a la formación aérea, las comunicaciones tácticas, los sistemas de mando y control, la criptografía militar y la movilidad terrestre. Según el Ministerio de Defensa, estas actuaciones permitirán mantener la interoperabilidad con los aliados de la OTAN y reforzar las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas españolas en el horizonte de la próxima década.