Este es el hotel rural que enamoró a Gwyneth Paltrow

Este es el hotel rural que enamoró a Gwyneth PaltrowPágina web A parada das bestas

Esta es la remota aldea de Lugo que cautivó a Gwyneth Paltrow

La imagen de la estrella internacional en plena Galicia rural despertó el interés de espectadores

Galicia no solo conquista con sus paisajes verdes y su mar; también lo hace a través del estómago. No es raro que celebridades internacionales se vean por tierras gallegas.

Actores, chefs de renombre y escritores se han rendido ante su cocina tradicional, sus productos locales y su hospitalidad.

Pero fue Gwyneth Paltrow quien, sin pretenderlo, puso en el mapa una aldea prácticamente desconocida en la provincia de Lugo gracias a un plato típico, un hotel rural y una escena que cruzó el Atlántico.

Una aldea clave del Camino Francés

Pidre es una tranquila aldea, municipio de Palas de Rey (Lugo), en pleno corazón del Camino Francés. Este pequeño rincón gallego se encuentra en una ubicación estratégica, a solo 20 minutos en coche de localidades como Melide, famosa por sus melindres.

Además, está a tan solo una hora y veinte minutos de la capital gallega, Santiago de Compostela, lo que permite disfrutar tanto de la calma de la zona como de la proximidad a los principales atractivos turísticos y culturales de Galicia.

Pidre es una pequeña parroquia, casi escondida entre castañares y carreteras secundarias. Como muchas otras aldeas gallegas, ha sabido conservar su esencia y tradiciones pese a su aparente aislamiento. La rehabilitación de una antigua casa ha devuelto vida al lugar.

La visita que cambió el rumbo del lugar

Hace años, durante un rodaje sobre el Camino de Santiago, Gwyneth Paltrow se hospedó en un hotel rural que poco después medio mundo vería en pantalla. La escena era tan sencilla: Paltrow cambiando los pañales del hijo de los propietarios sobre una mesa de castaño del comedor. También apareció cocinando un capón con grelos.

Lejos de su imagen de estrella de Hollywood, se mostraba relajada, casi como en casa. Había dejado atrás el guion y se notaba que estaba disfrutando de la experiencia. Aquellos minutos emitidos en la serie ‘Spain… On The Road Again’ supusieron un impulso definitivo para A Parada das Bestas.

Esta imagen tan cercana de una estrella internacional en plena Galicia rural despertó el interés de espectadores que no tardaron en rastrear ese lugar.

Desde entonces, este alojamiento y restaurante se ha convertido en una parada obligatoria para los amantes del turismo rural, la cocina gallega y la tranquilidad. Lo que comenzó como un pequeño proyecto familiar, hoy es un referente de la cocina tradicional gallega reinterpretada, donde se cuidan los detalles, los sabores de siempre y se valora el entorno natural.

Un hotel con mucha historia

‘A Parada das Bestas’ era una antigua casa de labranza del siglo XVIII rehabilitada en 1997 por María Varela y Suso Santiso.

El edificio principal, construido en granito, conserva elementos tradicionales de la arquitectura local. Llaman la atención las ventanas de madera pintadas en azul acero, común en la comarca da Ulloa.

En un pabellón acristalado se encuentra el restaurante que se caracteriza por la cocina de cercanía. Su plato estrella y de obligada degustación es el capón de Pidre al estilo peregrino; un plato tradicional que formaba parte de la gastronomía de los antiguos peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. Este plato ha sido recuperado por su chef, María Varela, quien ha logrado revivir esta receta ancestral.

Y es que este restaurante basa su carta en ingredientes muchos de ellos ecológicos, y en recetas que fusionan la tradición con un toque personal. Entre sus platos emblemáticos destaca, además del capón al estilo peregrino, las elaboraciones con queso Arzúa-Ulloa, un producto clave de la zona. La experiencia gastronómica se completa con platos como el rabo de vaca, el gallo de Mos o las verduras de temporada.

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