Iván Espinosa de los Monteros, el pasado viernes en la redacción de El Debate

Iván Espinosa de los Monteros, en la redacción de El DebateEl Debate | Paula Argüelles

Política

La dimisión de Iván Espinosa «es un golpe muy duro»

Alejandro Hernández, Fran Carrillo y Bernd Dietz valoran el adiós de la primera línea de la política del portavoz y diputado de Vox

Con un tono cordial, lleno de gratitud y alegando razones familiares y personales, Iván Espinosa de los Monteros decía ayer adiós a la primera línea de la política nacional, lo que pilló por sorpresa a los propios afiliados y cargos del partido de Abascal y sobre todo a los votantes de Vox, que ven en Espinosa de los Monteros uno de los grandes activos de la formación, de una elevada talla intelectual y un político brillante que no se achanta frente a los adversarios, que en ocasiones son casi todos.
Ayer martes, a los pocos minutos del anuncio de su renuncia, en el grupo parlamentario de Vox en la Junta de Andalucía «todos estaban patidifusos», confiesa Alejandro Hernández, parlamentario por Córdoba, que atiende a La Voz. «Es la segunda figura más relevante, sobre todo a nivel nacional. Esto, ahora mismo, es el palo más grande de la historia reciente del partido», dice un dolido Hernández, que asegura desconocer las razones que han llevado a Espinosa de los Monteros a su renuncia más allá de las argumentadas en la rueda de prensa. «Es un golpe muy duro», repite.
«Iván se encontraba muy fuera de la toma de decisiones orgánicas. Tampoco él ha querido estar en el comité ejecutivo nacional. Ha ejercido su trabajo más en la labor de influir, no en la de mandar», asevera el parlamentario.

El cese de Ortega Smith y lo que ha venido después

No se puede obviar el contexto en el que todo esto ocurre, con una tendencia a la baja en los últimos resultados electorales - Andalucía y nacional- y con otros nombres significativos que se marchan o que ya no cuentan , como Víctor Sánchez del Real. «No sé exactamente qué es lo que pueda estar pasando, pero a partir del cese de Javier (Ortega Smith) en octubre del pasado año existe un movimiento telúrico dentro del partido que se comienza a ver con las designaciones de los candidatos a las municipales», apunta Alejandro Hernández.
Alejandro Hernández, parlamentario andaluz de Vox

Alejandro Hernández, parlamentario andaluz de Vox

La secretaría con Javier Ortega era férrea y la maquinaria funcionaba casi al unísono, engrasada. «No estaba de acuerdo con ese dibujo del partido, pero al menos sabíamos cuál era. Ahora no sabe nadie qué es lo que tenemos», añade Hernández. Una encrucijada que confirman otras fuentes del partido en Córdoba consultadas por este medio, según las cuales el nuevo secretario general, Ignacio Garriga, «hasta febrero no se supo que estaba ejerciendo» y critican que la vicesecretaria de organización territorial «no se entera de nada o de muy poco» . Corroboran lo declarado por el parlamentario andaluz: «No sabemos adónde vamos como partido».
Esa desazón tiene que ver, y mucho, con la falta de una estructura territorial, ya que todas las decisiones se toman en Madrid «y por muy pocas personas». Y todo se decide «en clave madrileña». Estas mismas fuentes piensan que todo no se puede supeditar a la estrategia nacional.

«No es igual que lo de Olona»

Alejandro Hernández concluye que «esto va a ser más difícil que lo de Macarena (Olona), que era una figura muy artificial en todo. Pero Iván no. Iván es un tío sólido, que pertenece al partido desde siempre, con una visión política cierta que va a ser muy difícil sustituir»
En términos similares se expresa Bernd Dietz, colaborador de La Voz de Córdoba, que cree que no es comparable con la dimisión de Olona ya que aquella decisión tiene «componentes psíquicos, personales y particulares que no vienen al caso». Dietz, que cerraba la candidatura cordobesa de Vox en las pasadas elecciones municipales, entiende que la marcha de Espinosa «es una pésima noticia porque es uno de las mentes más lúcidas que tenemos». « Se pierde un activo muy importante, pero la rueda de prensa que ha dado ha sido cordial y ha despejado cualquier fantasma», añade Bernd Dietz. Y piensa que, como ha ocurrido con la marcha de Sánchez del Real, «no guarda rencor». Sostiene que «son personas que no cambian sus coordenadas» y es hasta cierto punto optimista, porque en la dimisión del hasta ahora portavoz parlamentario de Vox, Dietz ve un posible «revulsivo», sobre todo para los compañeros del círculo más íntimo, «que saben que tienen que hacer nuevos méritos para que se siga contando con los mejores». Y recuerda Dietz que Espinosa de los Monteros »va a seguir siendo militante de base, lo que quiere decir que puede volver para ser numero uno, dos o tres".
Bernd Dietz

Bernd DietzJesús Caparrós

Alguien que conoce las consecuencias de la marcha de un líder político es el periodista y consultor político Fran Carrillo. Vivió esa experiencia cuando militaba en Ciudadanos, partido que le llevó al Senado y al Parlamento andaluz. El cordobés, ahora de nuevo en la empresa privada, ve la política desde la perspectiva que casi siempre tuvo: la del analista. «Un partido sin alma es un partido condenado a navegar sin rumbo, y una de las almas más potentes e importantes que tenía Vox es sin duda Iván», nos dice Carrillo desde Madrid. Considera que supone «una baja muy sensible» ya que Iván Espinosa de los Monteros «es el discurso consecuente, el mensaje tranquilo, y la capacidad de explicar los principios de manera asentada, sin estridencias ni histrionismo»
Fran Carrillo

Fran CarrilloJesús D. Caparrós

El analista destaca, sobre todo, su capacidad para llegar a la gente «que estaba muy alejada de Vox» y por tanto es un perfil «más necesario que nunca para un partido al que se le resistía parte de la opinión pública española».

Las comparaciones son odiosas pero inevitables

No da tiempo a plantearle la situación ya vivida en Ciudadanos porque él se adelanta: «No los quiero comparar, pero ya lo vimos con Albert Rivera cuando cayó. Alguien que tenía liderazgo además de discurso». Y añade que no son casos similares, "pero en un partido político, cuando se impone la voluntad del comisariado poco o nada pueden hacer los que se resisten a sus mandatos”.
Si en algo están coincidiendo la mayoría de los comentarios sobre la dimisión del portavoz de Vox es en la pérdida del «ala liberal» del partido de Abascal. «Me da la impresión de que en Vox se ha impuesto una tendencia hace tiempo que poco o nada casa con los principios liberales que tenía esa formación en sus comienzos. Iván encarnaba esos principios»
Entiende Carrillo que se ha ido a una deriva más «nacional-populista», más proteccionista y conservadora, «con defensas de lo nacional interesantes en algunos casos y en otros sin ningún tipo de criterio».
En términos electorales Fran Carrillo considera que es una baja muy sensible, "porque Iván convence al indeciso y fortalece al dudoso. Es el que acaba metiendo el gol”.
«Se ha ido todo el ala liberal del partido, y eso no es casual» destaca, y concluye con una predicción: «Se consolidará no como tercera fuerza de España sino como partido que acabará siendo la Izquierda Unida de la derecha. En todos los partidos conviven diferentes corrientes, pero cuando se impone una visión única, se le condena si no a la desaparición sí al ostracismo».
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