Sobre la bocina

Sobre la bocinaFoto de Arjona, Lances de Futuro

ContraCrónica

Sobre la bocina

Roca Rey abre la Puerta de Los Califas en un feo y manso encierro de Domingo Hernández. Juan Ortega deja caros detalles de torería mientras que Morante recibe una vergonzosa bronca por parte de un impertinente y careciente de dignidad del público cordobés

Morante abría plaza con un buen recibo capotero en el que el toro ya predecía la falta de fuerza y recorrido. Lo más destacable con la capa llegó cuando sacó al animal del caballo con tres chicuelinas llenas de cadencia y despaciosidad. Empezó la faena con ayudados por alto con empaque, pero la falta de chispa y casta del toro no permitía el lucimiento. Dejó bellos muletazos por ambos pitones, destacando los dos molinetes y los dos cambios de mano finales. ¡Caviar! Saludos desde el tercio. En el cuarto de la tarde, en el primer acto, todo quedó visto para sentencia. El toro, si emplearse y con falta de empuje, se paró propiciando un final sin más contenido. Bronca para Morante inentendible por la carencia del juego del animal. Cordobeses: ¿Qué pitáis?

Juan Ortega llegaba a Los Califas con el buen aura que ha mantenido durante este principio de temporada. Con el anovillado segundo tuvo un gran inicio por bajo con la muleta, obligando al animal, el cual acusó la falta de bravura. Justificó la música inapropiada para esta faena, con bellos naturales en las tablas. Saludos en el tercio. En el quinto de la tarde dejó dos medias y «media» en las que paró la aguja del reloj. Belleza, compás, suavidad y empaque hicieron de un inicio, una bellísima tanda hecha para exquisitos paladares. La falta de repetición del toro no facilitó alcanzar el cenit de la faena. Dejó buenos muletazos de uno en uno; con profundidad y temple y tragándole en las embestidas al animal. Con un valor que conocíamos y que hoy ha vuelto a mostrar. Saludos en el tercio.

Roca Rey abría su tarde recibiendo el trofeo Manolete del año pasado. El toro más feo de la tarde le correspondió por suerte en tercer lugar. Alto, cuesta arriba y sin cuartos traseros. Roca Rey obligó con su poderosa muleta al toro pero faltando acople en las tandas. Busca sus cercanías habituales —en las que se encuentra cómodo— levantando al tendido. Estocada hasta la bola, oreja con exagerada petición de la segunda que el presidente, con buen criterio, negó. En el último toro de la Feria, todos los aficionados sabíamos qué iba a pasar. Comienza la faena con el compendio de los habituales estatuarios sacándose el toro por detrás. Naturales con autoridad pero sin ajuste, con poco temple pero mucha transmisión con los tendidos. Tira la muleta en los medios porfiando la segunda oreja. Brutal estocada de nuevo, que le hace cortar dos orejas y abrir de nuevo, año tras año, aunque ajustadamente; la Puerta de los Califas.

Plaza de toros de Los Califas.



Morante de la Puebla: Gris plomo y oro. Saludos en el tercio. Bronca.
Juan Ortega: Verde botella e hilo blanco. Saludos en el tercio en ambos.
Roca Rey: Teja e hilo blanco. Oreja y dos orejas tras aviso.

Observaciones: Saludó Joao Ferreira en el cuarto y Viruta y Paquito Algaba en el sexto.
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