Insolvente
Los concursos de acreedores se disparan en Córdoba por el aumento de particulares sobreendeudados
El segundo trimestre de 2025 confirma un fuerte incremento de los procedimientos por insolvencia entre personas físicas, mientras caen los casos empresariales y suben las ejecuciones hipotecarias
El segundo trimestre de 2025 ha confirmado un fenómeno que ya percibían los profesionales: cada vez más cordobeses recurren a la llamada «segunda oportunidad» para intentar borrar sus deudas. Según el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los juzgados de Córdoba registraron 198 concursos de acreedores, de los que 178 correspondieron a personas físicas y solo 20 a empresas.
El incremento de concursos entre particulares refleja un creciente sobreendeudamiento doméstico. Como explica el abogado Juan Rafael Toledano, «lo que está aumentando de una manera impresionante son los concursos de personas naturales no empresarias. Son gente sobreendeudada que intenta quitarse de encima las deudas que tiene». La mayoría de estos procesos son concursos sin masa, es decir, de personas que carecen de bienes o activos, salvo en algunos casos su vivienda hipotecada. «Muchos de ellos solo tienen su casa, con una hipoteca que buscan mantener o renegociar mientras intentan borrar todo lo demás», señala.
El dato contrasta con la evolución del tejido empresarial, donde los concursos de sociedades bajaron un 13 % en Andalucía y los de autónomos más de un 50 %. Según Toledano, «parece que el motor económico funciona algo mejor, porque están yendo menos a concurso las empresas y los autónomos. Lo que ha crecido es el filón de la segunda oportunidad».
Otro dato preocupante del trimestre es el aumento de las ejecuciones hipotecarias, que crecieron más de un 50 % en el conjunto andaluz y alcanzaron 138 casos en Córdoba. Para el abogado, «si las personas que compraron su vivienda ya no pueden pagar la hipoteca, eso significa que se ha llegado al punto en que la gente no puede afrontar sus gastos ordinarios».
El balance del trimestre se completa con 407 demandas por despido y 419 por reclamación de cantidad, además de 2.536 procedimientos monitorios para reclamar deudas pequeñas. Toledano apunta que la sobrecarga judicial también influye: «Cuando sabes que no vas a tener respuesta en un año o más, muchos prefieren no acudir a los tribunales. Yo mismo arreglo ya más cosas fuera que dentro de los juzgados».
En conjunto, los datos del CGPJ reflejan que los problemas de solvencia se concentran en las familias, mientras que las empresas muestran cierta estabilidad. «Se ha abierto la espita de la segunda oportunidad —resume Toledano— y las personas naturales han descubierto que pueden limpiarse de sus deudas. Eso ha disparado este tipo de procedimientos».