firma invitadamonseñor juan josé aguirre

Cinco razones para la esperanza

El obispo de la diócesis de Bangassou comparte un año más una misiva en Navidad

Actualizada 07:52

Queridos amigos de la Fundación Bangassou, ¡feliz Navidad! Os digo siempre que sois el apoyo indiscutible para mantener decenas de proyectos en la diócesis de Bangassou. Este año hemos empezado algunos más, aprovechando que los rebeldes se han sosegado y nos dan un poco de respiro, aunque aún están aquí. Os deseo a todos una feliz Navidad y un feliz 2023, después de un 2022 un poco caótico en el que la Fundación Bangassou ha cumplido 20 años de existencia, y esta es una razón para la esperanza.
Otra razón, que nos levanta la moral en Navidad es pensar que, si para vosotros todo será más caro en el 23, imaginaos aquí, a donde todo llega por barco hasta Centroáfrica. Imaginaos en el resto del continente. Un continente que exporta el petróleo y el gas natural a Europa para que Europa lo refine y nos lo venda 10 veces más caro. Pero me consuelo imaginando lo rudo que debería de ser todo en aquella cueva de la natividad, en las afueras de Belén, que muchos habréis puesto como pesebre en vuestras casas. Allí sí que no había ni luces, ni pañales de usar y tirar, ni aceite para una lamparilla, ni una buena sopa boba para calentarse.
La tercera razón es que la vida hoy deja a muchos en la cuneta, cansados de tirar del carro. Guerras, cambios climáticos, vendettas, angustias o necesidades, hacen estragos por todo el mundo.
Para muchos de ellos somos su esperanza como los pastores que llegaron con queso y miel a la cueva de Belén y la familia de Nazaret pudo sobrellevar el trance. ¡Seamos su esperanza! No les hagamos perder lo único que les queda.
Otra razón para la esperanza en Navidad es que rezamos más, y rezando se enfocan las gafas y se ve mejor, se discierne mejor, se es más solidario porque nos lo pide Dios. Jesús es la imagen de Dios invisible, que se hace visible en Él. Dios creador se viste de pobreza en este niño de Navidad que entra en nuestro mundo cuando nadie se lo esperaba y por la puerta de atrás, por donde nadie lo esperaba. Si se reza más, se ve mejor y más lejos. Si se encuentra paz interior, se la trasmite porque la oración es esperanza y la esperanza se transmite. Buscar razones para la esperanza es un premio de la oración, de leer los evangelios y encontrar la paz en ellos.
La última razón me la da esta foto. Se llama Miriam Retu, de una etnia itinerante con sus bueyes, asnos y vacas que recorre todo el norte del África sahariana. Ahora más que «recorre», que huye y «huye matando» para defenderse de la guerra con el islam radical del norte de Malí, de Burkina Faso o del norte del Chad.
Miriam Retu

Miriam RetuLVC

Hace 15 años su clan rondaba cerca de Bangassou y su madre dio a luz bajo la sombra de un árbol rodeada de vacas. Aunque Mirian era un saco de huesos, una hemorragia acabó con su madre biológica. La niña, con dos días de vida, no paraba de llorar y el padre decidió venir a pie hasta Bangassou, a más de 40 kilómetros y dejarla delante de mi veranda por si alguien quisiera ocuparse de ella. No paraba de llorar de hambre. Una madre voluntariosa de Bangassou, Paulina, la cogió bajo su mano y hasta ahora. Hace unos años su padre volvió a pasar por Bangassou en busca de Miriam. Esta, que no tenía ni idea de quién era ni a qué etnia pertenecía, se negó a escucharlo, no hablaban ninguna lengua común. Peor aún cuando supimos que su padre había organizado a escondidas su venta por tres vacas a un matarife musulmán local, como tercera o cuarta esposa. Muerta de miedo se encerró en el baño durante horas. Su vida pendía de un hilo hasta que su madre Paulina, sacó al trashumante a empujones y a la niña del baño sorbiéndose aún las lágrimas. La guerra alejó ese clan ganadero de Centroáfrica y nosotros la alejamos de Bangassou. Su rostro la delataba. Corría peligro. La llevamos a una casa de acogida en la capital, hasta hoy, que con 17 años ha vuelto con su madre y estudia en el colegio de la catedral, donde forma parte de la coral y crece en su fe católica de toda la vida. Se maquilla mucho por disimular su etnia, pero su rostro es bello.
¡Otra razón para la esperanza en Navidad! Dios es capaz de conseguir cuadrar los equilibrios más efímeros y de darles vida. La vida de la Navidad.
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