De comienzo en comienzoElena Murillo

'EnCrudo', el negocio de una emprendedora

Actualizada 05:00

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer y, como en otras ocasiones, por mi condición femenina, me siento casi en la obligación de escribir algo relacionado con este tema. Los que me conocen saben que soy femenina pero no feminista, al menos no con las connotaciones que conducen a un extremo sin justificación. Eso sí, defiendo la igualdad de derechos tanto para el hombre como para la mujer y considero que es de justicia reconocer los logros de cada uno en su justa medida, en la que les corresponda.
Admiro a cada persona por lo que es, por el trabajo que desarrolla, a cada ser en su esencia. Y al hilo de lo expuesto, aplaudo la gran cantidad de iniciativas puestas en marcha por hombres o por mujeres que luchan cada día por salir adelante. En esta jornada tan señalada en el calendario, sirva de ejemplo el caso de una mujer emprendedora y el negocio que veía la luz hace aproximadamente un año y medio, puesto en marcha por ella misma. Hace tiempo que tenía ganas de dedicarle unas palabras y hoy encuentro que es una ocasión inmejorable.
Me refiero a Cati y a su acogedor establecimiento de vinos, EnCrudo, un lugar singular y muy agradable en el que se puede disfrutar de una tertulia en torno a una copa. Esta cordobesa, tras un periplo por diferentes países, volvía a su ciudad cuando la pandemia empezaba a darnos un respiro para iniciar un modelo de negocio que, a mi juicio, resulta de lo más atractivo. Instalado en pleno centro de Córdoba, ofrece la oportunidad de desconectar degustando uno de los numerosos vinos, todos naturales, que la propietaria adquiere en pequeñas bodegas en las que el mimo prima por encima de todo y en las que se obtiene una pequeña producción. Vinos naturales que se consiguen exprimiendo la uva tal cual, sin añadir ni quitarle nada, sin manipulación, sin el uso de abonos químicos, sin filtrar, utilizando incluso corchos naturales para el cierre de las botellas. El resultado es un rico trago que puede proceder, a modo de ejemplo, de Ojuelos Altos, Montilla, Cinco Casas o Toro y que hace las delicias de los paladares más delicados.
EnCrudo además ofrece como acompañamiento al buen vino –tinto, blanco o rosado- exquisitas tablas de quesos, embutidos, conservas o encurtidos elaborados por la propia dueña. Todo ello acompañado de la delicadeza y dulzura que desprende Cati, una persona que transmite su pasión por el vino. Es una gozada pasar momentos en su compañía y en un espacio tan entrañable que es mucho más que una vinoteca o un bar de vinos, como se prefiera llamar.
Y si no encuentran el hueco en su agenda para regocijarse en este menester, no dejen de pasar para adquirir alguno de sus productos y deleitarse con ellos en casa. No se sentirán defraudados.
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