De comienzo en comienzoElena Murillo

Patrimonio cofrade cordobés

Actualizada 05:00

Cuando comienza a despuntar una nueva Semana Santa, se van desvelando los detalles que cada cofradía ha ido preparando para los días más esperados. Esta misma semana se pondrá en la calle la primera de las pro-hermandades y, a partir de ahí, una tras otra se irán sucediendo las procesiones con el anhelo de acercar al pueblo cordobés las distintas advocaciones por las que se realiza, como una ofrenda, una labor callada que se prolonga en cada uno de los días del año.
Las muestras de gratitud y amor en este 2023 se verán materializadas en considerables estrenos que suponen un engrandecimiento patrimonial en el ámbito cofrade. Maestros artesanos que en sus diferentes parcelas han contribuido, con el trabajo de sus manos, a la incorporación de impecables obras de arte que permanecerán en Córdoba para los anales de la historia. Todo ello es posible gracias al uso de gubias y madera, agujas e hilos, cinceles y plata…, pero sobre todo a la profesionalidad y el sentimiento plasmados en unos oficios que proporcionan hermosas creaciones.
Es inevitable citar algunos de los grandes estrenos. En cuanto al bordado se refiere, hay una pieza destacada, uno de los principales atractivos de la inminente Semana Santa, el manto de salida de María Santísima de la Trinidad; una obra maestra que es el resultado de miles de puntadas con las que el malagueño Joaquín Salcedo ha ido elaborando las distintas piezas en forma de rocallas, cornucopias, flores, guirnaldas o lacerías y que, armonizadas sobre un precioso terciopelo de color azul plomo, han dado como resultado una joya que ya ha causado la admiración de cuantos se han acercado a verla. Linda forma de rezar a la Virgen esta que ha elegido un grupo de hermanos benefactores que, con su donación, ha hecho realidad un proyecto tan magnánimo.
También está de enhorabuena una hermandad humilde, la de las Palmeras, que con enorme esfuerzo y generosidad ha ido recaudando donativos durante algunos años para cumplir su sueño. La imagen del Santísimo Cristo de la Piedad era bendecida el pasado mes de febrero y será admirada en la calle cada Miércoles Santo en su discurrir hasta la Santa Iglesia Catedral. Antonio Bernal ha representado de manera sublime a Cristo en la cruz, con rostro sereno, con una dulzura especial que ayudará a mitigar la tribulación de un barrio.
La pro-hermandad de la Salud se está abriendo paso de manera firme también en la constitución de su patrimonio. El misterio del Beso de Judas va tomando forma en la madera que van tallando las gubias dirigidas por las manos del escultor Manuel Luque. Incorpora este año a un joven San Juan con lágrimas que resbalan sobre su rostro, uniendo sus manos en actitud orante; a Santiago, cargado de incertidumbre; y a San Pedro, piedra viva sobre la que se sustenta la Iglesia, la madurez representada en la imagen más sobrecogedora del conjunto, según mi criterio personal.
Solamente son ejemplos de la gran riqueza que las cofradías van aportando al patrimonio cultural cordobés. Ante la tentación de mirar hacia otras Semanas Santas, disfrutemos de la nuestra que se está conformando con una solidez extraordinaria.
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