Corona de Adviento

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Carta pastoral

El obispo de Córdoba pide «mantener la templanza y no caer en el derroche» ante la llegada de las fiestas

«El primer sentido del adviento es prepararnos para esa venida última y definitiva del Señor» , escribe el prelado en la carta pastoral de esta semana

Comienza este domingo un nuevo año litúrgico, el primero de adviento, y el obispo de Córdoba Demetrio Fernández escribe sobre la promesa del Señor y su venida, y cómo esto ofrece al cristiano la seguridad de vivir «lanzado al futuro, pero no lanzado al vacío de un futuro desconocido».
¡Viene el Señor, alegraos! es el título de la carta pastoral de esta semana en la que el prelado de la diócesis de Córdoba recuerda que el tiempo de adviento «nos prepara para ese encuentro personal con Cristo, de cada uno, cuando él nos lleve consigo y glorifique nuestras almas, hasta la venida final en que esa gloria sea comunicada también a nuestros cuerpos, que resucitarán en el último día».
Misa Capitular en el Santuario con motivo de la solemnidad de Ntra. Sra. de la Fuensanta, presidida por Mons. Demetrio Fernández

El obispo de Córdoba, Demetrio FernándezJesús D. Caparrós

Aunque son diversos los pasajes de la Biblia que aluden a la inminente vuelta de Jesús a la Tierra, monseñor elije el libro del Apocalipsis para ese maranatha (Ven, Señor) (Ap 22,20) en el que Cristo anuncia su venida. «Deseamos encontrarnos con Jesucristo cara a cara, sentir su abrazo eterno que nos llenará de gozo y nos purificará definitivamente de nuestras impurezas, y pasar de la esperanza a la plena posesión. Este es el primer sentido del adviento».
El adviento es un tiempo que prepara al cristiano para la fiesta de la Navidad, en la que se celebra el nacimiento del Hijo de Dios hecho hombre. Es por eso, escribe el obispo, que «las calles están inundadas de luz, porque el que viene es Luz de Luz, resplandor de la gloria del Padre, es la lámpara que ilumina la ciudad santa. Con él ya no habrá más noche, todo será más resplandeciente que la luz del mediodía».

Cuidado con perder el sentido verdadero

Pero , inmersos como estamos en una sociedad de consumo, el obispo de Córdoba realiza una advertencia para no dejarse «aturdir ni deslumbrar por todo lo exterior». «Mucho de todo eso es agitado para estimular el gasto, incluso el derroche. Hemos de aplicar nuestro sano juicio para mantener la templanza, puesto que sólo en el silencio interior podremos captar y saborear los misterios que celebramos. Sólo en el desprendimiento podremos salir al encuentro de todos los que sufren por cualquier motivo, y para los cuales también es Navidad».
Pueden leer la carta pastoral íntegramente en este enlace.
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