La inteligencia artificial: el tren que no pueden perder las hermandades
Los expertos animan a las cofradías a incorporarse a esta tecnología «o se pueden quedar fuera»
La inteligencia artificial ha irrumpido en nuestras vidas y es una tecnología que no se puede desdeñar. Aún está dando sus primeros pasos pero ya se puede intuir hasta dónde puede llegar y, desde luego, hay que contar con ella, como pasó tras la llegada de internet hace unas décadas, que hoy día no se entendería el mundo sin él.
Aunque cualquiera desconozca las potencialidades de la inteligencia artificial no debe descartarla de su vida diaria. Las cofradías tienen que incorporarla a su día a día, porque va a acabar solucionando problemas y agilizando procesos como en estas centenarias corporaciones no han conocido en su trayectoria.
Como ejemplo, Banco Sabadell va a celebrar el próximo 24 de octubre una sesión en la que va a explicar cómo la inteligencia artificial está transformando el funcionamiento de las organizaciones del denominado tercer sector, entre las que están las hermandades. Uno de los ponentes será Santiago José Porta Alés, que es director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector de esta entidad financiera, por lo que se abordará el aspecto cofrade.
Aunque la inteligencia artificial pueda parecer lejana, no es así. Dos expertos de Kapikúa, empresa de estrategias que trabaja, entre otros, con numerosos municipios andaluces y con la Agrupación de Cofradías de Córdoba, entienden que es una oportunidad que hay que aprovechar, pues, como afirma Antonio Márquez, «animamos a todo el mundo a que se apunte a la inteligencia artificial o se puede quedar fuera».
Con la IA va a pasar como ha ocurrido con internet, que pudo ser rechazado en su momento pero hoy día no hay hermandad que no tenga su página web y esté presente en un puñado de redes sociales.
Casos prácticos
Las razones son diversas. Su compañero, Rafael Navarrete, explica que «es algo donde el mundo de las hermandades tiene que adaptarse, al igual que otras empresas o otros emprendedores, porque utilidades puede tener muchas». Márquez pone uno de muchos casos prácticos que se pueden aplicar a las cofradías. Explica que con la IA, por ejemplo, la investigación sobre la historia de cualquier hermandad «Las investigaciones seguramente serían más ricas y más profundas, porque el ser humano tiene un tiempo limitado», explica.
Otro caso es el de los artesanos, que «lo tienen muy fácil gracias a la inteligencia artificial, porque es su cerebro el que está proponiendo el 'prompt', que es el texto que tú le facilitas a la inteligencia artificial para que empiece a trabajar, pero eso es tu creación, es tu creación humana la que lo hace, porque a la inteligencia artificial por sí sola le metemos textos distintos y hará cosas distintas dependiendo del cerebro de cada persona».
Esta evolución tecnológica no es nueva, ya que los diseños para las hermandades también se han apoyado en ella en los últimos años y «hoy en día a través de ordenador se hacen muchísimos diseños que antiguamente eran a mano alzada, a plumilla, y en esa evolución es donde estamos ahora mismo».
Una inteligencia con memoria
Otra de las ventajas que aporta la inteligencia artificial es que, a su modo, tiene memoria. Acumula las órdenes que se le han dado y guarda todos los datos. Sobre esto, Navarrete comenta que «tú puedes ir volcando la información y contenido y con ese contenido y esa información empieza a entender quién eres, qué entidad eres o qué información quieres tú recibir de parte de la inteligencia artificial».
Estos expertos aconsejan, sobre todo, que se pierda el miedo a trabajar con esta tecnología. Como apunta Navarrete, «ya se están aplicando unos modelos de lenguaje que la hacen cada vez mucho más accesible para poder hablar como si estuvieses hablando con una persona», por lo que «lo principal es empezar a introducirla en el día a día, porque tanto a nivel creativo, a nivel organizativo, se le puede dar muchísimos tipos de aplicaciones desde el punto de vista empresarial».