Enrique Ruiz Escudero dejará el cargo de Consejero tras dos legislaturas al frente de la Sanidad madrileña

Enrique Ruiz Escudero dejará el cargo de Consejero tras dos legislaturas al frente de la Sanidad madrileñaLu Tolstova

El perfil

Ruiz Escudero, el médico colchonero que se enfrentó a Sánchez y a una huelga eterna

Su figura era de las pocas que se mantenía en pie tras la gestión de la pandemia. Su bagaje en la Puerta del Sol: trabajar con cuatro presidentes autonómicos y haber conocido a cinco ministros de Sanidad

Enrique Ruiz Escudero nació en Madrid en 1967. Es el tercero de seis hijos. Su padre, Carlos Ruiz, fue un prestigioso ginecólogo que compaginó su labor médica como jefe del Servicio de Patología de la Mama del Hospital Gregorio Marañón con la política, donde fue miembro de Alianza Popular, siendo elegido diputado por Madrid entre 1982 y 1986. Durante este periodo desempeñó el cargo de portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular, además de ser presidente de Alianza Popular. Dos pasiones: la medicina y la política, que estuvieron desde bien temprano presentes en la vida del dirigente madrileño.
Como político, Ruiz Escudero es el Consejero de Sanidad con mayor permanencia en el cargo de la Comunidad de Madrid, desde septiembre del 2017. Ha conocido cuatro presidentes autonómicos (Cifuentes, Garrido, Rollán y Ayuso), y cinco ministros de Sanidad. Es de los pocos Consejeros de Sanidad del PP que sigue en el cargo desde el comienzo de la pandemia.
Enrique Ruiz Escudero ha sido la cara visible de la gestión de la covid en la Comunidad de Madrid, desde el comienzo de la crisis ha marcado el paso en la gestión, recibiendo distintos premios y reconocimientos de muchos Colegios Profesionales, Sociedades Científicas y otras instituciones. Asumió no sólo la gestión de la Sanidad Pública, sino que también gestionó la Sanidad Privada. Se hizo cargo también de la Consejería de Políticas Sociales. Fue el escudo de la presidenta regional en la guerra de Moncloa con Sol y el cerebro de muchas de las decisiones que, pese a las críticas, acabó imitando el gobierno de Sánchez.

Corazón rojiblanco

Uno de los secretos de Ruiz Escudero es su pasión por el Atlético de Madrid, del que se considera «un fanático», y como su técnico, siempre aplica la máxima «partido a partido» en su gestión y con su equipo. De hecho, tiene un sobrino –Rodrigo Riquelme– que está en la plantilla del Atlético de Madrid y que juega en calidad de cedido en el Girona.
Los que le conocen le definen como «una persona muy cercana, leal, comprometida, trabajadora y familiar». A pesar del poco tiempo libre que tiene, siempre saca espacio para sus dos pasiones: la familia y el deporte.
Su equipo más cercano destaca de él «su equilibrio, sensatez y escucha... pero siendo siempre firme a la hora de tomar las decisiones». «Ni en el peor momento de la pandemia se le vio ni un segundo de nervios», aseguran a El Debate algunos de sus colaboradores más cercanos. Otra de sus cualidades es el trabajo en equipo. Siempre ha pensado más en el conjunto que en su persona, y que es igual de importante saber cuándo tienes que decidir como cuándo tienes que delegar.

El único incendio que permanece vivo

Cuando acabe la legislatura, dejará el cargo tras dos mandatos al frente de la Sanidad madrileña para ocupar un lugar preferente en las listas a la Asamblea de Madrid, lo que le permitirá poner rumbo a su nueva etapa como senador por designación autonómica.
Mientras tanto, seguirá al frente de la consejería donde todavía tiene varios asuntos por resolver. Entre ellos, el seguir fortaleciendo la Atención Primaria, desarrollar el nuevo Plan de Salud Mental y Adicciones –cuestión capital para el ejecutivo regional–, dejar encaminadas las grandes obras en los hospitales madrileños, como el 12 de Octubre próximo a terminar o la remodelación de otros ocho, así como la puesta en marcha de más centros de salud (cuatro nuevos en funcionamiento antes de mayo) y otros 17 cuya tramitación comenzará este año.
Dejará también encaminados el Plan de Salud Digital, o los nuevos Planes de Salud Bucodental y Visual. Y por último, y no menos importante, el intento de lograr el acuerdo con los sindicatos de Atención Primaria que permanecen en huelga desde el pasado mes de noviembre y que, pese a las numerosas reuniones y ofertas por parte de la Consejería de Sanidad, el acuerdo no parece cercano. Una huelga «eterna» con tintes políticos que supone el único fuego que continúa vivo en la Consejería y del que destacan que todavía hay margen para el acuerdo (si los convocantes quieren).
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