
Vista de las 5 torres en el complejo Cuatro Torres Business Area
Madrid se convierte en el refugio dorado para jubilados extranjeros tras el fin de la Golden Visa
Aunque la residencia no lucrativa prohíbe expresamente trabajar en España, sí permite realizar inversiones, incluida la compra de bienes inmuebles
La Comunidad de Madrid se ha convertido en epicentro de una nueva tendencia migratoria tras el anuncio del Gobierno de eliminar la Golden Visa, el visado para grandes inversores que permitía residir y trabajar en España a cambio de una importante inyección económica en activos nacionales. Ante su desaparición, crece con fuerza la figura de la residencia no lucrativa, un permiso pensado para ciudadanos extracomunitarios que desean residir en España sin necesidad de trabajar, pero que cuentan con medios económicos suficientes para mantenerse.
«Estamos viviendo un auténtico boom de solicitudes de visas no lucrativas para residir en Madrid desde mediados de marzo», afirma Ángel Sánchez, socio y abogado de Golden Partners, despacho especializado en fiscalidad internacional y tramitación de permisos de residencia.
«Muchos de nuestros clientes, que en el primer trimestre de 2025 se quedaron a las puertas de pedir una Golden Visa, están recurriendo ahora a esta alternativa porque aún no habían concretado la inversión inmobiliaria requerida», comenta.
Según Sánchez, el cambio normativo ha empujado a muchos potenciales inversores a buscar soluciones más flexibles. «Estimamos que ahora todos los que venían por Golden Visa deberán optar por este tipo de visado, ya que es la opción más viable dentro del marco legal actual», señala.
El auge de esta figura migratoria se refleja en los datos: solo entre enero y marzo de este año se registraron unas 500 solicitudes de Golden Visa, prácticamente el mismo número que en los diez primeros meses de 2024. Aunque aún no hay cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, se sabe que entre 2013 y 2023 se concedieron 14.576 visados dorados, aunque expertos del sector creen que la cifra real podría ser considerablemente mayor.
La residencia no lucrativa está diseñada para ciudadanos extracomunitarios que desean vivir en España sin realizar actividad laboral ni profesional. Entre sus requisitos destacan no encontrarse en situación irregular en el país, no tener antecedentes penales, contratar un seguro de salud privado o público autorizado en España, y acreditar solvencia económica: al menos 400 % del IPREM mensual —unos 700 euros en 2025— para el solicitante principal, más un 100% adicional por cada miembro de la familia que le acompañe.

«Se trata de una opción especialmente atractiva para jubilados extranjeros de países con alto poder adquisitivo, como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido», explica Sánchez. «Cada vez vemos más el perfil del jubilado estadounidense que busca ciudades más tranquilas que las suyas de origen —como Nueva York o Chicago— para instalarse en Madrid y luego adquirir una segunda o tercera residencia en zonas como Marbella, Mallorca o Tenerife.»
El visado no lucrativo también ha captado el interés de profesionales con ingresos pasivos —por ejemplo, provenientes de alquileres, dividendos o inversiones—, familias que desean escolarizar a sus hijos en centros educativos españoles, y ciudadanos hispanoamericanos con proyectos de inversión a medio plazo. «Es muy común entre familias que quieren que sus hijos estudien en colegios internacionales o privados y que desean residir con ellos sin necesidad de trabajar», detalla Sánchez.
Una de las grandes ventajas de este tipo de residencia, en comparación con el visado de estudiante, es que permite acceder a la nacionalidad española tras dos años de residencia legal continuada, siempre que se trate de ciudadanos de países con lazos históricos con España, como México, Colombia o Argentina.
«El Visado de Estudiante no permite acceder al pasaporte español, pero con la residencia no lucrativa sí se puede estudiar y naturalizarse. Si se tienen los recursos, es la fórmula ideal para lograr ambas cosas a la vez», apunta el socio de Golden Partners.

Vista panorámica de Madrid
Aunque la residencia no lucrativa prohíbe expresamente trabajar en España, sí permite realizar inversiones, incluida la compra de bienes inmuebles. «Siempre que no supongan una actividad laboral directa, este tipo de inversiones están permitidas», aclara Sánchez.
Esa posibilidad está atrayendo también a un nuevo perfil de inversor: el comprador de vivienda por debajo del medio millón de euros, que antes no alcanzaba el umbral para la Golden Visa y que ahora encuentra en esta residencia una vía legítima para establecerse.
El atractivo de Madrid como destino no se limita al clima o la oferta cultural. El constante aumento del valor de la vivienda de segunda mano ha llevado a muchos extranjeros a considerar la compra de inmuebles no solo como residencia, sino también como inversión.
«La capital ofrece calidad de vida, estabilidad, infraestructuras y conexiones internacionales. Por eso sigue siendo uno de los destinos favoritos para este perfil de solicitante, que busca tanto bienestar como rentabilidad», concluye Sánchez.
Así, mientras la Golden Visa pasa a ser historia, la residencia no lucrativa se alza como la nueva puerta de entrada para quienes desean hacer de España —y en particular de Madrid— su hogar, sin necesidad de grandes inversiones, pero con un proyecto de vida a largo plazo.