Ayuso apela a recuperar la fe en Navidad: «El nacimiento de Jesús es un mensaje de amor y verdad»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha animado este viernes a recuperar el espíritu navideño apelando a la fe y a la esperanza, al recordar el nacimiento de Jesús como «el mejor mensaje de amor, luz y verdad al mundo». Así lo expresó durante su discurso en el acto de inauguración del Belén en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico.

Durante su intervención, evocó también la primera Navidad del Papa León XIV, de quien destacó su impulso por una Iglesia «abierta y misionera», orientada a «tender puentes en lugar de levantar muros». En este sentido, valoró positivamente su apuesta por la unidad entre los pueblos, especialmente en un momento histórico marcado, en palabras de la dirigente madrileña, por «la guerra, el odio, la violencia y la injusticia».

La presidenta quiso dedicar un recuerdo a todas las víctimas de los conflictos que asolan el mundo, así como a aquellos que sufren persecución a causa de su fe. «Pienso en los millones de cristianos repartidos por toda la Tierra, a los que llevo en el corazón, porque esta es su celebración», expresó con emoción.

Asimismo, mencionó a quienes pasan estas fechas en soledad, enfrentan una enfermedad o se encuentran en situación de vulnerabilidad, instando a que sean especialmente tenidos en cuenta durante la Navidad.

Una «herencia universal milenaria»

En un contexto que definió como de «profunda división», apeló a dejar de lado todo aquello que «enfrenta y separa en la vida diaria». En su opinión, independientemente de las creencias de cada cual, los españoles comparten una «herencia universal milenaria» que es el humanismo cristiano, una tradición que, según explicó, ha configurado una forma concreta de entender la vida, el derecho y la dignidad humana.

«Estas raíces nos han enseñado que si queremos la paz, hemos de empezar por trabajar cada uno de nosotros en ella, sin esperar a que lo hagan otros», reflexionó. Por ello, insistió en la necesidad de edificar puentes en lugar de ahondar en diferencias, especialmente en un tiempo que —a su juicio— está marcado por «la violencia, los prejuicios, el individualismo y los modelos económicos excluyentes».

La humildad del nacimiento de Jesús

La presidenta también quiso subrayar la humildad del nacimiento de Jesús, una referencia que le sirvió para alertar contra actitudes como el egoísmo, la comodidad o la indiferencia, que —dijo— pueden «nublar el deseo de celebrar» estas fiestas. Frente a ello, propuso recuperar la capacidad de asombro, la ilusión y la autenticidad que representa el niño que cada persona lleva dentro.

Para concluir, Ayuso hizo una llamada a afrontar la Navidad desde la esperanza, sin ignorar las dificultades, las ausencias o el sufrimiento, pero con la confianza en que el nacimiento de Cristo representa «el amor más puro e incondicional que existe». «Recuperemos la fe y la esperanza en el milagro de la vida. Que todos seamos uno. Feliz Navidad», concluyó.