Un operario pinta la calle de Velázquez

Un operario pinta la calle de VelázquezAyuntamiento de Madrid

De Velázquez a Caídos de la División Azul: el secreto sobre cómo se hacen las placas de las calles de Madrid

En la capital conviven actualmente dos modelos de para identificar las vías públicas: la cerámica del casco histórico y las metálicas de las vías singulares

Madrid va creciendo poco a poco, la ciudad tiene en la actualidad 61.174 placas que conforman el callejero. Estas señales se fabrican en uno de los municipios de la región, en Aranjuez. El letrero madrileño más antiguo es el de la Puerta del Sol que data del 2 de julio de 1834, mientras que la última incorporación ha sido la de Pepe Domingo Castaño en una glorieta del distrito de Moncloa-Aravaca.
Estas placas se hacen en la fábrica Api, la más grande de nuestro país en este sector, que cuenta con 75 empleados. En su rincones los triángulos, círculos, cuadrados o rectángulos esperan apilados para salir a la vía pública.
Un detalle significativo de este lugar es el olor a pintura, los operarios tiñen de azul pantone las placas de las calles de Madrid. El proceso de fabricación es industrial, aunque la precisión que requiere hacen necesaria la presencia operarios en cada uno de los puestos.
Para obtener la forma final es necesario que pasen por cuatro pasos: limpieza, imprimación, pintura y horno. En total, todas las fases no tardan más de una hora. «En esta fábrica se producen unas 1.000 placas anuales para el Ayuntamiento de Madrid», señalan desde la fábrica.

¿Cómo se hacen?

La primera fase de esta cadena es introducir la chapa de aluminio en una cámara de corte por láser. El tamaño de la placa dependerá de denominación de la vía, aunque oscila entre los 450 mm y los 1.200 mm de ancho y 250 mm de alto. Una vez sale de la cámara, pasa a la segunda fase, que consiste en doblar las esquinas.
Un paso previo a teñirlas es colocar un vinilo con el nombre de la vía y el escudo del Ayuntamiento. A continuación, se da color blanco a estas placas. Los operarios con un aerógrafo y máscaras las pintan sobre una cadena en movimiento. Para terminar, dos trabajadores retiran de forma minuciosa el vinilo con la ayuda de instrumentos especiales.
Un trabajador coloca el vinilo sobre la placa del Príncipe de Vergara

Un trabajador coloca el vinilo sobre la placa del Príncipe de VergaraManuel M. García

El director de la fábrica, Carlos Díaz, explica que este paso es el más complicado porque si te pasas de calor, se daña la pintura y si no alcanza la temperatura adecuada puede sufrir degradaciones en el futuro.
El secreto para que las placas no se deterioren rápidamente es «su lacado de 60 micras, esto garantiza unas óptimas condiciones técnicas, minimiza su envejecimiento y asegura una pérdida mínima del tono y brillo», remarca Díaz.
El último paso antes de lucir en las calles de Madrid es aplicarle un tratamiento antivandálico. Con esto se evita que los grafitis se queden en el letrero y siempre se mantenga con brillo pese al paso del tiempo.
Vistazo sobre cómo pintan las placas de las calles de Madrid

Vistazo sobre cómo pintan las placas de las calles de MadridAyuntamiento de Madrid

En la capital conviven actualmente dos modelos de placas para identificar las vías públicas: la cerámica, que incluye el nombre de la vía y un dibujo. Este tipo se utilizan en el casco histórico de la ciudad, y las de chapa de aluminio en fondo azul que se pueden ver por el resto de la ciudad.
El coste de cada una de estas placas es de 100,33 euros. El número de placas robadas o vandalizadas corresponde prácticamente al 100 % con el de las unidades que el Ayuntamiento de Madrid se ve obligado a sustituir (fueron 627 en el año 2023).
Un operario mete las placas de aluminio en una prensa

Un operario mete las placas de aluminio en una prensaManuel M. García

Historia de las placas

La placa más reciente que tiene la ciudad rinde tributo a Pepe Domingo Castaño en la glorieta del distrito de Moncloa-Aravaca, rebautizada con su nombre, pero para las primeras placas de calle que se instalaron en la ciudad hay que remontarse a la primera mitad del siglo XIX, en concreto a partir del 2 de julio de 1834.
Aquel día se publicó una Real Orden que alumbraría una reforma según la cual las calles se numerarían cada una independientemente, los pares a la derecha y los impares a la izquierda, partiendo de la Puerta del Sol.
Durante la etapa como alcalde de Joaquín Vizcaíno, el Marqués Viudo de Pontejos, se puso en marcha el proyecto. En 1835 se presentó el Cuadro Alfabético de los nombres de las calles y plazas de Madrid.
Características de las placas de Madrid

Características de las placas de MadridAyuntamiento de Madrid

Las placas con letras blancas sobre fondo azul datan de comienzos del siglo XX. Posteriormente se incluyó el escudo de la ciudad. Desde 2001 se instalan placas de calle atendiendo a la Normativa de Elementos Constructivos (NEC), que fue modificada en dos ocasiones posteriormente, en 2004 y en 2013.
Su diseño es del propio Ayuntamiento de Madrid. Las de cerámica, por su parte, han sido diseñadas en su mayor parte por Alfredo Ruiz, ceramista de Talavera de la Reina, aunque también hay algunas que han salido del taller de otros artistas.

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