El restaurante que rinde homenaje al mercado y debes conocer en Madrid

Materia prima es un espacio gastronómico que se adapta al gusto y apetito del cliente, permitiéndole confeccionar un menú propio

Cocina de mercado en el barrio de Chamartín, a escasos metros del Santiago Bernabéu en una apuesta continua por la calidad del producto. Un restaurante de ambiente familiar con excelente servicio en un concepto original y distinto, de la lonja al mercado, del mercado a una barra de carne y pescado en la que la materia dará el salto a nuestra mesa. Materia prima es un espacio gastronómico que se adapta al gusto y apetito del cliente, permitiéndole confeccionar un menú propio, eligiendo la cantidad de cada uno de los productos, la forma de cocinarlos y los aderezos para llevarlos a casa o para disfrutarlos en las acogedoras salas de este restaurante de dos plantas. Un puesto de mercado que se convierte en restaurante, con una carta de temporada en la que el mar y las madrugadas pesqueras marcan la cocina del día siguiente.

La entrada al restaurante ya marca una puerta al disfrute y una invitación a abrir el apetito, una barra expositora en la que descubriremos una sinfonía de mariscos, pescados y carne de primera calidad. Un lugar gastronómico que parte de una historia de amor, el concepto innovador de Ricardo Garrastazu quien hace realidad una idea original que nace de la idea gastronómica de su esposa, brindando la posibilidad de confeccionar las raciones al gusto del comensal evitando cantidades excesivas. Un restaurante en el que la carta y los platos se adaptan al comensal y no a la inversa. La barra gastronómica brilla con luz propia ofreciendo productos traídos escasas horas antes de las lonjas de Isla Cristina y Ayamonte para regalar una amalgama de rapes, lubinas, carabineros, gambas, cigalas, almejas, chanquetes, zamburiñas y atún rojo de Balfegó.

Cocina de raíces que comienza con un homenaje a la huerta con verduras de temporada, plato sabroso y ligero en el que resaltan una variedad de verduras a la brasa de buena calidad potenciando el sabor a través del caldo de jamón ibérico. Recetas caseras y tradicionales con la cremosidad de una ensaladilla rusa hecha en casa, amalgama de tartares haciendo brillar el producto de las costas gaditanas, ceviches para combinar el mar y las notas frutales uniendo salinidad y dulzura a través de las manzanas, pase ligero y refrescante que seducirá al gusto.

Guiños a la costa valenciana para fusionarla con aires de Andalucía en un pase original con el socarrat con gamba blanca de Huelva y vieiras culminado en caricias de alioli. Magnífica forma de disfrutar de la paella valenciana para aquellos que quieran construir un menú en el que reinen las piezas de pescado y de carne, sin dejar de lado las delicias de este arroz que enamora. Entrantes de consistencia con las patatas bravas con notas picantes o los huevos rotos de corral con papa frita y cecina de León. Sabor exquisito en el que la yema sirve de manto majestuoso a unas patatas fritas caseras de toda la vida y a una cecina exponente de una calidad infinita.

Primeros entrantes que regaremos con una manzanilla de Sanlúcar, Solear de bodegas Barbadillo con fermentación de uvas de la variedad Palomino, para un generoso fortificado con crianza de seis años bajo el velo de flor. Entrada suave en boca con armonía y paso seco para un final amargo, y persistente, aromas a levaduras, frutos secos y manzana asada con reminiscencias de sal de mar.

Un local de dos alturas con terraza acondicionada para disfrutar también la temporada de invierno, aires que nos evocan a una cervecería moderna permitiendo también un tapeo madrileño en mesas altas mientras observamos este pequeño mercado entre notas decorativas minimalistas y elegantes. En el número siete de la madrileña calle Doctor Fleming continuaremos nuestro viaje camino de las lonjas y de la riqueza de la ganadería que nutre a Materia Prima, con esas verduras que condensan el sabor más genuino y natural de la huerta, tomates que saben a tomates como el rosado procedente de Barbastro, alcachofas de Tudela que podremos disfrutar con los abrazos de brasa. Una cocina de producto que también deja espacio a la creatividad recreando recetas mejicanas como los deliciosos tacos de atún marinado con huevo de corral y papas o los tacos de camarón rojo. Digna de elogio es la fajita de cordero que se prepara con curry para ofrecer al comensal un plato destinado a rebañar. Sugerencias del chef Gonzalo Barruetabeña como las albóndigas de rape y hoja de ostra en salsa que sorprenderán.

El mar hará entrada en este restaurante de precios asequibles (con una media por comensal de cincuenta o sesenta euros según la elección de la carta) a través de pequeñas y grandes joyas con las que Materia Prima luce sus máximos galones culinarios. Rodaballos, besugos, salmonetes, doradas y Rey para que el comensal elija la forma de disfrute. Culto a la concha con unas coquinas de primera cocinadas al vapor y para los más gourmet imprescindibles ostras. Cocina tratada con esmero y cariño que resaltan las cualidades de un atún rojo balfegó mimado sobre brasas y servido con tirabeques y patatas. Magnífica calidad y suaves caricias para servir un producto fresco y delicioso. Conglomerado de carnes en las que se ensalza el solomillo y el chuletón de vaca vieja. Imprescindibles los postres con la torrija caramelizada con helado de coco o la maceta de tiramisú poniendo el broche de oro a un restaurante innovador destinado a adaptarse al cliente en cantidad y gusto, haciendo de la calidad en el producto no sólo su nombre sino sobre todo la bandera fidedigna de una cocina tradicional que agradará al comensal.

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