Si hay una escena reconocible en los múltiples trabajos en el cine de Audrey Hepburn es aquella de Una cara con ángel en la que la actriz, que interpreta a Jo Stockon, baila por los rincones más intelectuales de París ataviada con un sencillo suéter de cuello cisne, pantalones negros –capri, cómo no– y mocasines a juego. El total look black por antonomasia de la belga, pionera en elegir un solo color para vestir al completo, y también en decantarse por este tipo de suéters que estilizaban al máximo el cuello. El negro, antes considerado el color del luto, pasó a ser el de la elegancia.