Este tipo de radares cambia su emplazamiento y funcionalidad

Este tipo de radares cambia su emplazamiento y funcionalidad

DGT

Invisibles y sin señalizar: Pere Navarro desvela cómo serán los nuevos radares de velocidad

Se trata de un proyecto piloto que incluye el despliegue de un nuevo tipo de radares no señalizados que por el momento están en fase de pruebas

Hace solo unas horas que el director general de la DGT hablaba sobre la actualidad de la seguridad vial en España en plena campaña de verano y de cuáles eran las principales preocupaciones en la carretera actualmente.

Así salieron a la luz asuntos como la elevada antigüedad del parque móvil español o el problema de las listas de espera para examinarse del carnet de conducir, dos problemas de primer orden en España hoy.

Un problema en la carretera

Pere Navarro trató también un tipo de accidente que ya está en la agenda del organismo. Se trata de los atropellos de operarios de carreteras, es decir, de trabajadores que o bien realizan mantenimiento de vías o bien están llevando a cabo obras.

Los radares de obra nos van a seguir acompañando

Este tipo de equipos se usa ya en fase de pruebas

Pese a existir limitaciones de velocidad específicas mucho más bajas, no son pocos los conductores que se las saltan, lo que provoca accidentes con cierta asiduidad. De hecho, se calcula que cada año fallecen en torno a cuatro operarios de carretera por este motivo.

Cambian de sitio

Pere Navarro ha declarado que la DGT trabaja ya en un proyecto piloto que consiste en la colocación de radares móviles en los tramos de obra. Se trata de un nuevo tipo de emplazamiento que exige cierto esfuerzo organizativo, pues hay que tener en cuenta que los tramos de obra cambian constantemente de ubicación y con ello supondría que hay que mover el radar al mismo ritmo que se mueven las obras.

Radares de obra, otra novedad en carretera

En los tramos de obra no se respetan los límites de velocidad

De la misma forma, los límites de velocidad también se alteran constantemente en estas zonas en las que trabajan operarios en función del trabajo que están realizando, si invaden o no la calzada y si han llevado a cabo cortes de algún carril o no.

La clave está en que sean radares móviles y no fijos, pues así no deben estar señalizados, algo que sí es obligatorio en el caso de los radares fijos. En este caso es más que probable que se trate de los famosos Velolaser, que pesan menos de 3 kilos y miden menos de 50 centímetros, por lo que son funcionalmente invisibles.

Así, supondría desplegar gran cantidad de radares casi a diario en los puntos más conflictivos en los que se ha reducido la velocidad de manera anormal por obras o mantenimiento.

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