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Carlos Sanz y su hijo en una imagen de la marca HackettCortesía

Decálogo del uso del pañuelo masculino

En el siglo XIX, su uso se extendió por el mundo occidental como accesorio de prestancia y elegancia para ello

La pequeña pieza de tela vuelve a ser un complemento habitual en el armario masculino de vestir. Los egipcios lo inventaron y Tom Ford lo recuperó en el nuevo milenio para deleite de los que quiere ir «well put together», como se dice en inglés «bien preparado o bien vestido», de alguien que se presenta a si mismo de manera cuidada y arreglada.

La aristocracia griega perfumaba sus pañuelos para combatir los olores. En la Antigua Roma se limpiaban la cara con ellos. Los chinos los usaban durante la dinastía Qin como signo de eminencia social. La dinastía Qin fue primera dinastía imperial de la China unificada, entre el 221 y el 206 a.C., que emprendió grandes construcciones como el Ejército de Terracota o la Gran Muralla China.

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton, en el bautizo de su primer hijoGtres

Los franceses lo pusieron de moda adoptándolo del uniforme de los soldados croatas durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII, cuando estos, que servían como mercenarios en el ejército francés, llevaban como insignia pañuelos anudados al cuello. Conocidos como «cravates» en francés, llamaron la atención de la nobleza, especialmente del Rey Luis XIV, quien lo puso de moda. Más tarde, María Antonieta incluso creó el «decreto del pañuelo» para que fueran cuadrados y de un tamaño estándar.

Beau Brummell, Londres, 7 de junio de 1778, se convirtió en dandi y árbitro de la moda en la Inglaterra de la Regencia. Amigo del príncipe regente que luego accedió al trono en 1820 como Jorge IV, popularizó el uso del pañuelo masculino en la Corte del Reino Unido y en el mundo anglosajón.

En el siglo XIX su uso se extendió por el mundo occidental como accesorio de prestancia y elegancia para ellos. Junto a la corbata moderna se convirtió en un tándem de la elegancia masculina. La corbata moderna, más flexible y práctica, gracias al inventor norteamericano Jesse Langsdorf, un sastre de Nueva York nacido en 1879 que cortó la tela en diagonal y la hizo en tres partes.

La Familia Real en el bautizo del Príncipe George, en el Palacio de San James en Londres en 2013.GTRES

Pero en España, el antiguamente imprescindible pañuelo de bolsillo de los señores de la primera mitad del siglo XX es agua pasada y a menudo se percibe como algo llamativo que se tiende a evitar por timidez o desconocimiento. El duque de Edimburgo, Carlos de Inglaterra y el resto de los miembros de la familia real británica mostraron como llevar –o evitar– el pañuelo de distinto modo en el bautizo del Príncipe George. Y Tom Ford en su película A Single Man lo rescató para siempre mostrándolo elegante y sobrio. Como tiene que ser.

Pañuelo en el bolsillo

Decálogo

1. El pañuelo de bolsillo personaliza cualquier traje discreto y da una sensación de «empaque» a cualquier atuendo.

2. Aunque está especialmente indicado como accesorios de trajes formales, como el esmoquin, el chaqué o el traje oscuro, también se puede combinar con chaquetas de sport a cualquier hora del día.

3. Se puede conjugar hasta con blazer y vaqueros e incluso hasta sin corbata, pero no aconsejamos tal práctica a ningún neófito en la materia, ya que los resultados pueden ser dudosos si uno no tiene mucho ojo.

4. El pañuelo debe ser lo último que se elija al vestirse y debe rematar el conjunto con armonía.

5. Evitemos comprar pañuelo y corbata a juego: el efecto será de reverberación.

6. Recomendamos el sobrio y siempre correcto pañuelo blanco doblado recto y paralelo al bolsillo para aquellos que no se quieran aventurar a más. Discreto y elegante.

Pañuelo de HackettInstagram

7. De ser en color o estampado, el pañuelo debe llevar algún tono en común con la corbata y/o la camisa. En cambio, en cuanto al dibujo es mejor que sean dispares: si la corbata es a rayas, el pañuelo puede ser de paisley o de lunares, por ejemplo. Los más excéntricos combinan el pañuelo con los calcetines.

8. Los pañuelos se pueden doblar de varias maneras: rectos, con un pico hacia arriba o algo abullonados. También con dos, tres o más picos hacia arriba, opciones muy británicas que consideramos rayan en la cursilería.

9. El pañuelo debe sobresalir uno o dos centímetros por encima de la costura del bolsillo. Los que miden 45×45 centímetros son más estables que los de 30. Para doblar o incluso para mantener en su lugar el pañuelo durante largo tiempo, los ingleses -muy prácticos- recurren a veces a cartulinas con el ancho del bolsillo

10. Aunque existen versiones en lino y seda, el algodón tiene un efecto más masculino, discreto y ligero. Los bordes deben estar cosidos a mano