Adiós a la duquesa más elegante del mundo

Esta pasada noche ha muerto «Mrs Yellow», porque se referían a ella en secreto en los talleres de moda a los que acudía. Y es que Katherine Worsley, duquesa de Kent, siempre se distinguió por su discreción y elegancia. Nacida en Yorkshire en el seno de una familia católica en 1933, se casó con El príncipe Eduardo, duque de Kent, y curiosamente primo hermano de la reina Isabel II de Inglaterra y de su marido, el príncipe Felipe.

De familia aristocrática, educada, pianista y cultivada en la música, conoció a finales de los 50 al duque de Kent en una fiesta. Eduardo de Kent cayó rendido a su belleza y se casaron el 8 de junio de 1961 en York. Su boda fue televisada.

Tuvieron tres hijos, George, Conde de St Andrews, Lady Helen Taylor y Lord Nicholas Windsor. En cuanto pudo, Katherine se dedicó a fines benéficos como los Samaritanos, una asociación para jóvenes con problemas mentales o UNICEF. En los años 90 comenzó a retomar su verdadera pasión, la música, enseñando formalmente en una escuela durante más de diez años. En 1994 se convirtió al catolicismo, convirtiéndose en la primera persona de la familia real británica en convertirse en católica desde 1685.

Estilosa, discreta, guapísima y de maneras agradables, la duquesa de Kent fue la verdadera «It woman» en el Reino Unido durante décadas, sin que nadie le hiciera sombra y ocupándose muy personalmente de que sus atuendos se adaptasen al protocolo y a su propio físico, muy afortunado. Ha muerto esta noche en su casa londinense a los 92 años.