Las cuatro políticas peor vestidas en la Fiesta Nacional

La elegancia no se da por defecto ni por exceso, sino por ir adecuado para la ocasión. Nuestras políticas, a veces mal aconsejadas, acuden con un atuendo bonito a un evento que requiere una etiqueta distinta y este error protocolario se nota aún más en un desfile militar. Con esto in mente, repasamos la lista de las que menos han acertado

1. Diana Morant. La ministra de la Vivienda acudió de blanco, con un top peludito de punto apetecible y una falda similar, que la hacían asemejarse más a la artista islandesa Björk en los Premios Oscar de 2000 con su famoso vestido de cisne, o al lindo «Platero» de Juan Ramón Jiménez: «Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos». No ha sido lo más adecuado para un desfile militar, formal y marcial.

2. Margarita Robles. Con un atuendo clásico de flores de camisa y falda plisada larga iba bien vestida si bien poco formal para ser Ministra de Defensa. Un atuendo tan florido y relajado es más indicado para una invitada a una comunión de día o para una profesora en la fiesta de fin de curso del colegio que para la ministra de Defensa y jefa del JEMAD (y por tanto de las Fuerzas Armadas que tan diligentemente y bien uniformadas desfilaban hoy).

3. María Chivite. La presidenta de Navarra, muy elegante, iba con demasiados brillos en un precioso vestido de corte nocturno, escotado, drapeado y azulón, poco adecuado para la ocasión.

4. Yolanda Díaz. Acudió con top negro enorme, de corte asimétrico, más para una noche que para un desfile militar. Combinándolo con falda blanca, la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, le ha dado demasiada importancia a su melena rubia suelta y sus labios rojos, algo más apropiado para otra hora del día o situación.