
La iglesia Nuestra Señora de los Dolores de Niembro, en Asturias
Viajes
La iglesia de Asturias que se convierte en isla al cambiar la marea
El crecimiento de la marea convierte la ensenada en la que se encuentra en una piscina natural que la rodea
Asturias nunca decepciona. Rara es la vez que alguien pueda haber estado en Asturias y haberse ido indiferente. Una aglomeración de la belleza del territorio astur se encuentra su costa oriental, ejemplo de paisaje litoral de naturaleza caliza, en la que el paisaje es su principal atractivo. Ésta abarca el área delimitada entre los concejos de Llanes y Ribadedeva, constituyéndose en una estrecha franja de unos 30 km, y forma parte de la Red de Espacios Protegidos de Asturias.
Uno de los puntos más espectaculares de esta franja es la Ensenada de Niembro, ubicada en el pueblo con mismo nombre, en la que figura en el centro de su cambiante piscina natural la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. Fue edificada entre finales del siglo XVIII y principios del XIX por el arquitecto Silvestre Pérez cuando todavía era estudiante. Más tarde ganaría más fama y se convertiría en el arquitecto de José Bonaparte. Pero su gran atractivo no viene precisamente por su arquitectura o diseño interior, sino por el lugar en el que se encuentra.
La ría de Barro, que desemboca en el mar Cantábrico, cuenta con una ensenada interior a la que se puede acceder con embarcaciones pequeñas a través de un canal de 600 metros de longitud, pero dependerá del punto en el que se encuentren las mareas para poder ser transitado en barco. Si es baja la marea, la ría se puede recorrer andando, aunque no es frecuente que desaparezcan por completo las pequeñas piscinas naturales y los charcos que se van generando. Al subir la marea, creará un enmarcado precioso con el reflejo de la iglesia en el agua y el verde a su alrededor, y se podrá atravesar a nado o en barco. Muchas de las barcas que se utilizan en la ensenada se quedan varadas a su alrededor en la bajamar.
El Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias además incluye los bufones de Puertas y Santiusti y playas interiores sorprendentes como la de Gulpiyuri o la de Cobijeru, ambas sin salida directa al mar en la que Cantábrico se cuela por debajo de los acantilados. De la misma forma, los alrededores de la ensenada también incluyen playas tradicionales y de gran belleza como la playa de Torimbia, la de Barro, la de Troenzo y de la Tallada.
En definitiva, un paisaje natural único que no te querrás perder.