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La Dolce Vita Orient Express

La Dolce Vita Orient Express

¿Por qué ahora hay dos trenes diferentes del mítico Orient Express?

La versión italiana del legendario ferrocarril debuta en Roma y llega acompañada de una marca de hoteles homónima

Venice Simplon Orient Express y Orient Express La Dolce Vita. Trenes de ambas compañías circulan en estos momentos por Europa, dos versiones distintas de una de las formas de viajar más evocadoras y exclusivas, esas que tienen un pie en la historia y otro en el mito, y ambos, en el lujo. El Orient Express La Dolce Vita acaba de debutar en Italia con una formidable acogida, convirtiéndose en una de las experiencias más exclusivas sobre raíles del mundo y también una de las más esperadas. Concebida en 2019, esta «nueva versión» del clásico ofrece en estos momentos diferentes itinerarios de dos o tres días de duración, con salida o llegada a Roma recorriendo Toscana, Venecia y Portofino. Ya más cerca del verano, se adentrará en el sur del país, hasta Catania. En otoño, el tren añadirá la ruta de la trufa por el Piamonte.

La contemplación de estos paisajes y el refinamiento a bordo vienen acompañados de las excursiones más exclusivas en cada destino. A diferencia del Venice Simplon Orient Express clásico, más centrado en el exquisito micro mundo puertas adentro, la nueva versión promete además ofrecer a sus clientes lo mejor de lo mejor cuando pongan sus pies fuera de sus lujosos vagones, abriendo esas puertas que nos hacen soñar: bodegas centenarias, palacios renacentistas, colecciones privadas de arte... Sobre raíles, la cocina del triestrellado chef Heinz Beck se irá adaptando a las tradiciones gastronómicas de las regiones visitadas. En definitiva, Italia saca la artillería pesada en este revival del mito que respira lo mejor del «made in Italy» por los cuatros costados para atraer a ese viajero internacional de muy alto poder adquisitivo que ahora todos se disputan.

La Dolce Vita Orient Express

La Dolce Vita Orient Express

Sus 12 vagones respiran el evocador aire de los años 60 italianos, han sido rescatados de antiguos vagones del Ferrovie dello Stato y han pasado por talleres. No por cualquier taller, naturalmente. Con un exterior que recuerda a las célebres lanchas motoras Riva, sus interiores han sido concebidos por el estudio milanés Dimores Studio, con claras referencias a los grandes del diseño italiano de la época, como Gio Ponti u Osvaldo Borsani. Antes de subirse al tren en la estación romana de Ostiense, los viajeros ya tienen un aperitivo estético de lo que está por venir. La estación dispone de un lounge privado para su uso exclusivo decorado por el arquitecto y artista francés Hugo Toro, una de las estrellas del momento.

Toro es también responsable del interiorismo del hotel que acaba de abrir sus puertas en Roma como parte del ambicioso proyecto, el Hotel Orient Express La Minerva. Se trata del primer establecimiento de la flamante marca hotelera Orient Express, la nueva joya de la corona del gigante turístico francés Accor, propietaria también del tren. En pocos meses abrirá un segundo hotel OE en Venecia, el Orient Express Palazzo Donà Giovannelli completando así la experiencia pre y post viaje. Reproduce así el esquema del Venice Simplon Orient Express con los hoteles Belmond, pues ambos forman parte del mismo grupo, cuyo dueño no es otro que el zar del lujo y presidente de LVMH, Bernad Arnault.

La Dolce Vita Orient Express

Hotel Orient Express La Minerva

¿Qué tienen que ver ambas compañías herederas del proyecto original? La respuesta es alto intrincada y obliga a viajar en el tiempo para seguir la pista del mítico tren creado por el empresario belga Georges Nagelmackers en el siglo XIX. Tras un viaje a Estados Unidos en el que entra en contacto con el pionero George Pullman, decide traer a Europa la idea de poner en marcha trenes con coches cama y vagón restaurante y funda la Compagnie Internationale des Wagons-Lits. Su proyecto más lujoso verá la luz en octubre de 1883 en Paris, con el lanzamiento del Express d'Orient, en un primer recorrido que unió la capital francesa con Constantinopla y que en 1891 pasó a llamarse Orient Express.

La historia del tren más exclusivo y mítico del mundo discurre en paralelo a la turbulenta historia de Europa, cuyos conflictos indicen en su funcionamiento y hasta en su trazado. Al terminar la Primera Guerra Mundial sus trayectos se ven modificados por el propio Tratado de Versalles, que impide que el tren pase por Alemania. Parte de sus rutas atravesarán desde entonces el túnel de Simplon, que une Italia con Suiza, e incorpora dicha localidad a un nombre que conserva en nuestros días. En 1939 se interrumpen de nuevo todos los servicios, que se reanudan parcialmente en 1945. Pero como la propia Europa, ya nada volverá a ser igual, languidece y termina muriendo ante el imparable auge del avión.

Orient Express La Minerva

Hotel Orient Express La Minerva

El segundo capítulo del tren preferido de la gran dama del crimen lleva el nombre del empresario James Sherwood, quien decidió revivir la leyenda al adquirir en 1977 en una subasta en Mónaco algunos vagones originales del Orient Express y se lanzó a la tarea de reconstruir la leyenda y hacerla funcionar de nuevo. En paralelo, fue comprando hoteles míticos, como el Cipriani, y creó la colección de barcos, trenes y hoteles Orient-Express, una de las más prestigiosas del mundo. Aunque Sherwood, que falleció durante la pandemia de covid en Londres, compró los vagones y revivió el mito, nunca tuvo en sus manos un elemento crucial de este tablero: el nombre de Orient-Express siempre ha estado en manos de SNCF, la sociedad estatal de ferrocarriles franceses. La compañía de trenes y hoteles pagaba anualmente una cantidad considerable por el uso de tan legendario nombre hasta que SNCF sugirió que ya no tenía interés en renovar tan cotizada licencia.

Orient Express La Minerva

Orient Express La Minerva

Orient Express Hotels cambió su nombre por Belmond pero pudo conservar el derecho de su uso para el mítico tren, Venice Simplon-Orient Express. La empresa empezó a tener problemas financieros y en 2018 fue adquirida por Arnault, quien en estos momentos acomete la renovación y puesta al día de algunas de las joyas de su colección, como el célebre Cipriani, el más ligado a la historia reciente del tren.

Mientras tanto, SNCF vendió los derechos del nombre Orient Express a la empresa hotelera Accor para explotar al máximo un nombre imbatible. Y así es como empezó la historia del Orient Express La Dolce Vita, que hoy recorre Italia, el desarrollo de la nueva marca de lujo del grupo y la construcción del velero más grande del mundo, que llevará en su velamen el mítico nombre Orient Express y que está previsto se inaugure en un par de años. Y por si todo esto fuera poco, hace unos años, SNCF adquirió 17 vagones de los años 20 y 30 del original Orient-Express abandonados en Bielorrusia y que están siendo restaurados por el arquitecto Maxime d’Angeac y que hará en un futuro el recorrido Paris-Estambul. Para completar el intricando puzle, el presidente de LVMH ha firmado recientemente un acuerdo estratégico con Accor para acelerar el resurgimiento de todos estos proyectos, es decir, de la marca que teóricamente compite con sus propios trenes homónimos.

Orient Express La Minerva

Hotel Orient Express La Minerva

Una jugada un tanto sorprendente que ha implicado una elevada inyección económica cuya cifra no se ha desvelado y que significa también poner a disposición de Accor la sólida experiencia de LVMH en el sector del lujo. En definitiva, trenes Venice Simplon Orient Express y Orient Express La Dolce Vita circulan en estos momentos por Europa. Dos versiones distintas de una de las formas de viajar más evocadoras y exclusivas, esas que tienen un pie en la historia y otro en el mito, y ambos, en el lujoso universo de Bernad Arnault.

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