Explora Journeys  Embarcamos en uno de los cruceros más lujosos del mundo para descubrir las islas griegas

La cúpula azul de la iglesia ortodoxa que preside el puerto de Mikonos se dibuja en el horizonte. Casas blancas encaladas, barcos pesqueros y la incomparable luz griega. Esta bella isla es la primera parada de una de las rutas que ofrece Explora I, el crucero de la naviera MSC con el que se redefine el concepto del lujo. ¿Y qué es el lujo? ¿Tener a tu disposición un mostrador de ostras o un exquisito plato de caviar? Sí, lo hay. ¿Una tienda de Rolex a bordo? También. Pero quizá lo que mejor lo refleja es el poder viajar en una gran embarcación y llegar a sentirse como en un yate privado. Que el barco se convierta en el propio destino, hasta el punto de desear regresar a él cuanto antes, tras descubrir los puertos de la maravillosa travesía por las islas griegas y Turquía, o que el día de navegación se convierta en el mejor.

Aquí no existe la masificación, ni se pelea por una hamaca, ni se hace cola en un buffet, ni se forman aglomeraciones para desembarcar. Y ello se debe a varios factores. El primero es el servicio. El ratio de 1,25 anfitriones (tripulación) por cada pasajero garantiza una atención personalizada y continua disponibilidad. Personal agradable y profesional. Que te sirvan en la mesa un café shakerato, recién hecho, en cuestión de un par de minutos. Y que además, te pregunten, si deseas acompañarlo con un pastel recién horneado.

El segundo punto es la dimensión de la elegante embarcación de casco azul marino, con 248 metros de eslora y 63.900 toneladas, cuya construcción costó más de 500 millones de euros. El crucero dispone de 461 suites, todas con balcón exterior y vistas impresionantes, y calidades excepcionales como mármol de Calacatta, y amenities de Mandala Blue. También disponen de prismáticos de alta gama, para convertir la llegada a puerto en una experiencia mágica y ver cómo van apareciendo las cúpulas y minaretes de las mezquitas de Estambul. O una colección de libros de viajes para empaparse bien del destino.

El crucero zarpa del puerto del Pireo de Atenas, la capital griega con su majestuoso Acrópolis y el vibrante barrio de Plaka, lleno de coquetos cafés y boutiques. Pone rumbo a Mikonos, de innegable belleza con su paisaje típicamente cicládico y sus buganvillas púrpura. Imprescindible el paseo por sus callejuelas, visitar la Pequeña Venecia o fotografiarnos junto a los Molinos. La ruta continúa hacia Skiathos, una isla cosmopolita y boscosa con hermosas playas, donde se rodaron algunas escenas de Mamma Mía.

En Volos, una ciudad portuaria llena de encanto y mitología, ofrecen, además, una excursión a Meteora, los «monasterios suspendidos del cielo» clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988. Y más que de excursión hay que hablar de experiencias en destino, porque aquí tratan de que el viajero se integre en la cultural local con guías expertos en flora, fauna y costumbres locales más que conocedores de la historia del destino. El siguiente puerto es Tesalónica, la segunda ciudad más grande de Grecia, con su famosa Torre Blanca, la plaza de Aristóteles o la enorme iglesia de Agios Dimitrios, como símbolo de la ciudad. Y de aquí a Kavala, con su imponente acueducto y su historia otomana. Se desembarca en Estambul, con su grandiosa Mezquita Azul, de entrada gratuita, aunque por poco tiempo, o Santa Sofía, que ahora mismo está en obras de remodelación.

Gastronomía

El Explora I ofrece 11 experiencias culinarias únicas, seis restaurantes, 12 bares y salones interiores y exteriores. Entre esta oferta, destaca el restaurante Anthology (se paga aparte), con menú itinerante y siempre firmado por un chef con prestigio y fama internacional cuya experiencia esté galardonada con la estrella Michelin. El resto de restaurantes están incluidos y entre los más demandados se encuentra Sakura, especializado en cocina japonesa, y con una decoración que entra por los ojos con grandes árboles de cerezos y mobiliario de madera minimalista.

En File Rouge apuestan por la gastronomía francesa y sirven desayunos a la carta con unos deliciosos huevos benedictinos con crema de espinacas; Marble & Co. está especializado en carne, con alguna sorpresa como el aperitivo de patata, caviar y mantequilla de Normandía; y Med Yatch brilla con su cocina mediterránea. Emporium Marketplace es el restaurante tipo buffet, de una altísima calidad, con preparación de sushi en el momento, córner de ostras y patas de langosta, ceviches, carnes cocinadas en directo, quesería o selección de tartas y dulces.

Las experiencias culinarias se completan con Crema Café, donde tomar un tentempié con unos canapés o dulces, la Gelateria & Crêperie, con exquisito helado de cacahuete, y el Explora Lounge, con música en directo.

Bienestar

Las zonas comunes, que ocupan más de 6.000 metros cuadrados, abarcan tres piscinas exteriores y una piscina cubierta con techo de cristal retráctil y 64 camas balinesas y lounges junto a la piscina. El autocuidado, el bienestar y la relajación se materializan en Ocean Wellness con zona spa, tratamientos de belleza y área fitness.

Las mañanas arrancan con el saludo al sol y una sesión de yoga, mientras el barco avanza hacia un nuevo puerto. Después de una experiencia en tierra, uno puede mimarse con en el spa y el sonido del mar como telón de fondo. El diseño zen del espacio Ocean Wellness invita a relajarse tras explorar el destino. Y como novedad, en el área de belleza acaban de lanzar una colaboración con Dr. Levy Switzerland, firma suiza pionera en productos antiedad, y Tacha Beauty, con un gran prestigio en España. Un tratamiento facial revolucionario de 90 minutos, bautizado como Levytation, que aúna lo mejor de la cosmética suiza basada en células madre con las técnicas estéticas más vanguardistas. Y quizá lo más complicado de la experiencia sea desembarcar y asumir que el sueño vivido ha llegado a su fin.