Complejo turístico Wonsan Kalma Coastal Tourist Area, el Benidorm de Corea del Norte.

Complejo turístico Wonsan Kalma Coastal Tourist Area, el Benidorm de Corea del Norte.KCNA

Wonsan Kalma, el Benidorm de Corea del Norte que nadie visita

Este resort vacacional a orillas del mar de Japón fue anunciado en 2018 por el líder Kim Jong-un como la nueva joya del turismo norcoreano

En el año 2017 un grupo de norcoreanos realizó una visita de prospección a la ciudad española de Benidorm, icono del turismo en la Costa Blanca de Alicante, para copiare su modelo turístico. Tomaron buena nota de todo: de sus torres de hoteles alineadas frente al mar, su paseo marítimo de varios kilómetros, sus playas de arena dorada y la dinámica de un destino concebido para recibir a miles de visitantes internacionales.

Un grupo de norcoreanos realizó una visita a Benidorm em 2017 para copiar el modelo turístico de la localidad alicantina

Al regresar a su país desarrollaron el macroproyecto turístico Wonsan Kalma Coastal Tourist Area a la imagen y semejanza de Benidorm, con la idea de que se convirtiera en el gran escaparate vacacional de Corea del Norte. Se dice que fue incluso Donald Trump quien le sugirió al líder norcoreano Kim Jong-un, cuando se reunió con él en su primer mandato, la idea de crear un resort turístico. La copia de la popular ciudad alicantina parece bastante bien conseguida, pero la diferencia principal es que allí no van los turistas internacionales.

El sueño de Kim Jong-un

Fue en 2018 cuando Kim Jong-un anunció a bombo y platillo la construcción de este resort de lujo en la costa este del país, a orillas del mar de Japón (llamado en Corea mar del Este). La idea era clara: mostrar al mundo que la nación más hermética del planeta también podía ofrecer playas paradisíacas, hoteles modernos y un ambiente de ocio al estilo internacional.

El Wonsan-Kalma se proyectó con más de 40 hoteles, doce kilómetros de playa y un aeropuerto internacional apenas a unos kilómetros

El Wonsan-Kalma Coastal Tourist Area se proyectó con más de 40 hoteles, doce kilómetros de playa, un aeropuerto internacional apenas a unos kilómetros, edificios de gran altura, zonas deportivas y hasta un puerto deportivo. Una inversión multimillonaria destinada a diversificar la economía norcoreana a través del turismo extranjero.

Un resort casi vacío

Pero la realidad no tardó en contradecir la propaganda. Aunque oficialmente se inauguró en 2019, el complejo nunca ha llegado a funcionar como estaba previsto. Las sanciones internacionales, la falta de conexiones aéreas y, sobre todo, el cierre total del país durante la pandemia dejaron el proyecto prácticamente vacío. Sus grandes torres solo contemplan playas vacías. Además, a Corea del Norte no se viaja cuando uno quiere sino cuando el gobierno comunista lo permite y bajo sus estrictas condiciones. Y los precios para pasar una semana en el resort norcoreano tampoco ayudan: unos 1.700 euros para una semana.

Skyline y playa de Benidrom en verano.

Skyline y playa de Benidrom en verano.Getty Images

Las pocas imágenes que trascienden de Wonsan Kalma muestran un resort impecable, con torres de colores y playas desiertas. Apenas algunos grupos reducidos de turistas rusos han pisado sus instalaciones, porque el producto finalmente no se ha comercializado en China, que era el principal objetivo de Corea del Norte, como ha señalado Preferente. Wonsan Kalma está muy lejos, desde luego, del éxito de Benidorm, un destino vibrante que atrae a millones de visitantes cada año. Es la consecuencia de un país que construye un paraíso turístico para la galería, pero mantiene sus puertas cerradas al mundo.

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