Vista aérea de Arraiolos y su castillo único.

Vista de Arraiolos y su castillo único.pousadas.pt

El pueblo de Portugal con un castillo único en el mundo que esconde un secreto artesanal

Este bonito pueblo blanco del Alentejo tiene dos atractivos que lo hacen realmente especial: sus alfombras bordadas a mano y su singular castillo

El corazón del Alentejo Central es un ecosistema muy parecido a nuestra dehesa extremeña y salmantina, con sus encinas y alcornoques, campos de trigo, viñedos y olivares. Sin embargo, nos sorprende con sus blancos y empedrados pueblos y ciudades que mantienen la esencia histórica de nuestro querido país vecino.

En la ruta desde Badajoz hasta Lisboa, uno de ellos cumple motivos suficientes para desviarnos apenas 15 kilómetros de la A6, a la altura de Montemor, u optar por llegar desde la bellísima Estremoz por la N4 hasta Arraiolos.

Cartel de entrada al pueblo de Arraiolos, con la silla típica del Alentejo y el castillo al fondo.

Cartel de entrada al pueblo de Arraiolos, con la silla típica del Alentejo y el castillo al fondo.Carla Royo-Villanova

Un lugar tranquilo

Tranquila calle de Arraiolos al atardecer.

Tranquila calle de Arraiolos al atardecer.Carla Royo-Villanova

Este sorprendente municipio alentejano mantiene el ritmo lento en sus plazas, estrechas calles empedradas de trazado irregular y rincones pintorescos. Su arquitectura civil es sencilla, a la par que deja ver la riqueza que Arraiolos tuvo en un tiempo: la huella del comercio, la nobleza y las órdenes religiosas. Fue villa esplendorosa desde la Edad Media, pero conserva la armonía entre lo popular y lo señorial, siempre en diálogo con su paisaje.

Su sencilla arquitectura civil deja ver la riqueza que Arraiolos tuvo en un tiempo, como villa esplendorosa desde la Edad Media

Las viviendas tradicionales, de una o dos plantas y teja árabe, son de fachada encalada y realzadas con franjas en ocres o azules que a veces resaltan puertas y ventanas. Muchas de ellas cuentan con pequeños patios interiores, corrales e incluso huertos, ya que la vida agrícola en Arraiolos es fundamental. Son varios los espacios públicos que todos los vecinos aún hoy comparten como lugar de encuentro: fuentes, el mercado comunitario, molinos, lagares y hornos de pan.

La fuente de piedra

La Fonte da Pedra de Arraiolos.

La Fonte da Pedra de Arraiolos.Abac077

La más llamativa es la Fonte da Pedra, también conocida como fuente de los Almocreves (arrieros). Es de estilo romántico, construida en 1827 para abastecer al ganado, a los viajantes, a los arrieros y a los propios habitantes de Arraiolos. Su belleza y ubicación son el mejor ejemplo de la convivencia vecinal entre el campo y la villa. Se encuentra a 300 metros del castillo, en pleno campo alentejano, para dar utilidad a todo aquel que lo necesitara. Es de grandes dimensiones, con paredes curvas encaladas en blanco y rematadas con franjas azules; está coronada con el escudo real y cuenta con dos caños, un lavadero en su parte trasera y un pilón para el ganado. Se trata de una de las fuentes rurales más pintorescas y mejor conservadas del siglo XIX en el Alentejo.

En esta peculiar villa se conservan palacetes blasonados de los siglos XVII, XVIII y XIX

Los palacios y viviendas señoriales comparten sin complejos aceras con las casas más sencillas. Todos convivían y conviven compartiendo las bondades de su tierra. En esta peculiar villa se conservan palacetes blasonados de los siglos XVII, XVIII y XIX, con fabulosas portadas de piedra y originales balcones de hierro, algunas pintadas en tonos suaves y rosados.

Los famosos «tapetes»

Tienda de "tapetes" (alfombras), el secreto artesanal de Arraiolos.

Tienda de «tapetes» (alfombras), el secreto artesanal de Arraiolos.Carla Royo-Villanova

El comercio, tanto agrícola como de los famosos «tapetes» (alfombras) de Arraiolos, contribuyó al esplendor del núcleo. Hoy algunas de las viviendas están vacías o necesitan pintura y restauración, pero la esencia y el alma alentejana se mantienen vivas y conservan el encanto de un lugar poco frecuentado por el turista.

Otro encanto especial y único de este pintoresco pueblo son sus alfombras. Los llamados tapetes de Arraiolos tienen fama mundial. Una tradición artesanal que surgió en el siglo XVI, cuando las bordadoras locales reinterpretaron los motivos de los textiles orientales que llegaban a Lisboa. Su excepcionalidad radica en el llamado «punto de Arraiolos», ya que no utilizan telar para tejer la lana. Desarrollaron un estilo propio que combina la aguja, la lana y los bordados.

Las alfombras de Arraiolos tienen fama mundial.

Las alfombras de Arraiolos tienen fama mundial.Getty Images/iStockphoto

Cada tapete es una auténtica obra de arte, con figuras geométricas, animales o flores en tonos intensos, combinados con elegancia sobre fondos claros. Todos son irrepetibles, ya que las bordadoras combinan los motivos clásicos con variaciones personales. La técnica es el secreto de su longevidad, ya que el punto de Arraiolos, en puntada oblicua en forma de cruz alargada, recubre por completo el tejido base (lino o yute), de tal forma que se asegura su resistencia, densidad y durabilidad, con una textura suave y agradable en los fríos días del invierno.

Los «tapetes» de Arriolos han sido reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Este arte bordado con siglos de historia es símbolo cultural en todo el país y referente internacional. Fueron reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Hay un Centro Interpretativo del Tapete de Arraiolos, donde se difunde su historia y se preserva el legado cultural que las bordadoras han ido transmitiendo de generación en generación.

El castillo circular

Castillo de Arraiolos.

Castillo de Arraiolos.Carla Royo-Villanova

Otra curiosidad en este escondite lusitano es su castillo. Si bien se encontraron restos de asentamientos del siglo II a.C., Arraiolos fue enclave privilegiado para romanos y musulmanes por su localización estratégica y agricultura hasta que el rey don Dinis lo repobló y consolidó en el Reino de Portugal. Fue entonces cuando ordenó construir el Castillo de Arraiolos en lo alto del Monte de San Pedro: corría el año 1305. Su singularidad reside en la planta circular de su sólida muralla almenada, toda una rareza en la arquitectura militar de la Edad Media europea.

Iglesia del castillo de Arraiolos.

Iglesia del castillo de Arraiolos.Getty Images

Entre sus elementos más llamativos se alza la Torre de Menagem, esbelta y solemne. En el centro amurallado se alza la Iglesia del Salvador das Portas da Vila, del siglo XVI, cuando los habitantes aún vivían intramuros. Austera por fuera y sorprendente por dentro, gracias a sus frescos manieristas de la escuela de Évora. La pequeña ciudad se fue tejiendo poco a poco a sus pies y, hasta el infinito, la llanura alentejana regala desde las murallas una panorámica inolvidable y grandes momentos al atardecer.

Iglesia revestida de azulejos del Convento de Nuestra Señora de la Asunción.

Iglesia revestida de azulejos del Convento de Nuestra Señora de la Asunción.Carla Royo-Villanova

A un kilómetro, los frailes de la Congregación dos Canónigos Seculares de San Juan Evangelista fundaron su convento a finales del siglo XVI, bajo el nombre de Convento de Nuestra Señora de la Asunción. De sobria belleza renacentista, conserva la estructura original de las fachadas, los claustros y su gran joya: la iglesia revestida de azulejos portugueses.

Dormir y comer

Pousada Convento Arraiolos.

Pousada Convento Arraiolos.pousadas.pt

Fue epicentro espiritual de la región hasta que en 1834 el gobierno liberal portugués disolvió las órdenes religiosas masculinas y nacionalizó sus bienes. Gran parte de ellos quedaron abandonados. En la década de los 90 del siglo XX, el gobierno, consciente de la importancia arquitectónica del monasterio, que se encontraba completamente ruinoso, comenzó las obras de restauración. Se respetó su esencia incorporando nuevas estructuras discretas pero contemporáneas: eran los tiempos del minimalismo. En 1995 quedó integrado en la red nacional Pousadas de Portugal. Hoy en día, la Pousada Convento Arraiolos, del grupo Pestana, es una magnífica opción como alojamiento en Arraiolos y muy cerca también de la espléndida capital de Évora.

Restaurante O Alpendre.

Restaurante O Alpendre.Carla Royo-Villanova

Terminamos con el último motivo por el que desviarse, si aún no cree el lector que merece la pena esta visita. El restaurante O Alpendre, decorado con toda la gracia y hospitalidad del campo alentejano, ofrece una espléndida propuesta de recetas tradicionales, todas exquisitas, con productos de gran calidad, sabia elaboración y perfecta presentación en platos muy generosos. Sobresaliente es también su espectacular y amplia carta de vinos, no sólo de Portugal sino de todos los lugares del mundo. Tiene, además, tienda de vinos con auténticas rarezas. Un broche perfecto para saborear con autenticidad el Alentejo Central.

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