Existen dispositivos conectados a aplicaciones móviles con las que se pueden escuchar los latidos del bebé
Maternidad
Tecnología y embarazo: cómo los últimos avances se ponen al servicio de la maternidad
Escuchar el latido del corazón, seguir semanalmente el crecimiento del bebé o comunicarse con el pequeño es posible gracias al desarrollo de aplicaciones móviles y distintos dispositivos
Todos llevamos un smartphone en el bolsillo, un reloj que vibra en la muñeca cuando llaman o unos auriculares inalámbricos para escuchar la canción del momento. El uso de estos pequeños dispositivos tecnológicos está más que normalizado en el día a día y casi que no se concibe la vida sin ellos. Sin Google Maps uno se perdería por la calle, no sabría cuantos pasos ha dado en un día sin su smartwatch, ni podría pasear sin la incomodidad del cable colgando de sus oídos al teléfono.
Sin embargo, la tecnología también se ha hecho un hueco en los nueve meses que dura la gestación. Las ecografías 3D y 4D son un buen ejemplo de ello. Ahora, los padres pueden ver el rostro de su hijo, como lo verían una vez fuera del útero, incluso antes de nacer. Los nuevos inventos han salido de los hospitales y han pasado a la pequeña pantalla mediante aplicaciones conectadas a distintos dispositivos que permiten disfrutar del embarazo como nunca antes se ha podido y, a su vez, vivirlo de la manera más tranquila posible.
Estas herramientas no son sustitutivas de los exámenes médicos necesarios durante el embarazo, aunque ayuden a monitorizar la evolución del bebé y de la madre de forma continua.
Escuchar sus latidos
Ya no hace falta acudir a la consulta para escuchar al pequeño que crece en el interior de su madre en el ecógrafo. Se han desarrollado distintas aplicaciones, como My baby´s beat, iStethoscope o BabyScope –estas tres son solo compatibles con IOS–, en las que solo es necesario un iPhone y unos auriculares normales para que el bombeo del corazón del bebé sea audible para sus padres. El propio micrófono del teléfono actúa como si fuera un estetoscopio médico, amplificando el sonido del latido en el vientre materno. Los desarrolladores aconsejan utilizar estas apps en el tercer trimestre, que es cuando mejor se escuchará al bebé.
Por otro lado, existen también doppler fetales –pequeños dispositivos que actúan como monitores de ritmo cardiaco–, detectores que identifican el latido y lo amplifican, como Bebelol, Sonoline B o AngelSounds. Una última categoría lo formarían aquellas herramientas conectadas al móvil a través de una aplicación, como el escucha latidos Smart de Suavinex o SweetBeat de Miniland. A partir de la semana 16 –el corazón comienza a latir en la decimoquinta semana de gestación–, y gracias a estos dispositivos, los padres podrán grabar y compartir con sus seres queridos el sonido que provoca la sístole y la diástole de su hijo.
Seguimiento del feto
Básculas inteligentes, como Qardiobase o FitTrack, analizan la composición corporal, y mediante su modo embarazo permiten hacer un seguimiento tanto del peso de la madre como del bebé semana a semana.
No obstante, existen también algunos wereables –herramientas tecnológicas portables–, como el reloj inteligente Garmin Conect, que con su aplicación enlazada al móvil, permite realizar una instantánea de la embarazada y cruzarla con otros datos de salud para comprender los cambios que el cuerpo experimenta durante cada etapa del embarazo.
Este smartwatch permite también seguir los movimientos del bebé en el interior del útero, al igual que también cumple esta función el dispositivo Invu de Nuvo. Con unas cintas que se colocan rodeando la barriga, posee varios sensores que detectan los latidos del bebé, las patadas que da e incluso su posición en el interior de la barriga.
Comunicación madre-hijo
Durante el embarazo comienza a formarse el vínculo materno-filial que perdurará a lo largo de su vida. La comunicación es uno de los primeros lazos que se establecen y puede comenzar ya desde antes de nacer. Al investigar las reacciones del feto a estímulos sonoros externos, se descubrió que los bebés mueven la boca y la lengua cuando, por ejemplo, escuchan música.
Hay en el mercado altavoces abdominales, que se colocan en la barriga de la embarazada y retransmiten los sonidos a través de las capas de la piel al interior del útero. Entre el músculo, la grasa y la piel, los sonidos no llegan al feto como se emiten. La pared abdominal y del interior del útero absorben las ondas sonoras disminuyendo su intensidad, por ello, reconocen en mejor medida los sonidos graves cuya frecuencia llega mejor. No obstante, han surgido también en los últimos años dispositivos intravaginales, que facilita la llegada de la música y de la voz de sus padres al feto. La música durante la gestación parece ayudar al desarrollo neurológico del bebé.
Contracciones
La salud de la madre durante el embarazo influye de manera determinante sobre la de su hijo. Al igual que hay que cuidar la alimentación, no beber alcohol o fumar, el monitoreo del útero y de las contracciones permite detectar factores de riesgo, posibles anomalías y eventos adversos que puedan darse durante la gestación.
Con una correa alrededor del vientre materno, dispositivos portátiles como Bloomlife o TensCare, facilitan el registro de las contracciones para saber si se trata de una falsa alarma –las llamadas contracciones de Braxton Hicks– o si verdaderamente ha llegado el momento del parto.
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