'Los cinco lenguajes del amor'
Consejos para tener una conversación de calidad en el matrimonio
El autor de 'Los cinco lenguajes del amor', Gary Chapman, matiza que no es lo mismo pasar tiempo juntos, o intercambiar elogios o críticas, que aprender el arte de dialogar en familia
Diferencia con las palabras de afirmación
Cinco consejos prácticos
- Mira a los ojos. «Mantén el contacto visual cuando habla tu cónyuge. Eso impide que tu mente vague y le asegura toda tu atención», explica Chapman.
- Enfoca la atención. «No escuches a tu cónyuge y hagas otra cosa al mismo tiempo. Recuerda, el tiempo de calidad es darle a alguien toda tu atención. Si estás haciendo algo y no puedes apartar de allí tu atención de inmediato, dile a tu cónyuge la verdad. Una estrategia positiva podría ser: ‘Sé que tratas de hablar conmigo y me interesa, pero quiero darte toda mi atención y no puedo hacer eso ahora mismo. Pero si me das diez minutos para terminar esto, me sentaré y te escucharé’. La mayoría de los cónyuges respetará una petición así», destaca el autor de Los Cinco Lenguajes del amor.
- Escucha los sentimientos. Gary Chapman aconseja que, ante una conversación, «pregúntate: ¿qué emoción está experimentando mi cónyuge?». «Por ejemplo: ‘me parece que te sientes desilusionada porque olvidé tal cosa’. Eso le da la posibilidad de aclarar sus sentimientos y también indica que escuchas con suma atención lo que te dice», remarca.
- Atento a sus gestos. Buena parte de lo que queremos comunicar lo hacemos de modo inconsciente a través de nuestros gestos. Por ese motivo, Chapman propone «observa el lenguaje corporal. Los puños apretados, las manos temblorosas, las lágrimas, el ceño fruncido y los movimientos de los ojos quizá te den pistas de cómo se está sintiendo el otro. A veces, el lenguaje corporal da un mensaje, mientras las palabras expresan otro. Así que pide aclaración para asegurarte de que sabes lo que está pensando y sintiendo de verdad».
- Niégate a interrumpir. «Investigaciones recientes indican que el individuo promedio solo escucha diecisiete segundos antes de interrumpir e intercalar sus propias ideas. Si te doy mi atención total mientras hablas, me abstendré de defenderme, lanzar acusaciones en tu contra o indicar de manera dogmática mi posición. Mi meta es descubrir tres pensamientos y sentimientos. Mi objetivo no es defenderme ni llamarte la atención», concluye Chapman.