El consejo de su abuela y la mención a Dios que Pitbull ha colado en su hit 'Tamo bien', con Enrique Iglesias

No parece ser un modelo de conducta y algunas de sus composiciones musicales han sido tildadas, y con razón, de superficiales y sexistas. Sin embargo, en su último gran hit musical, el cantante cubanoamericano Pitbull ha sorprendido con un guiño íntimo hacia su familia y una explícita mención a Dios.

Después de haber colaborado con algunos de los artistas más exitosos de las últimas décadas –como Shakira, Jennifer López, Christina Aguilera, Bon Jovi o Marc Anthony– en Tamo bien, Pitbull se alió con el español Enrique Iglesias para crear una canción pegadiza y «buen rollista», que, aunque estrenada hace unos meses, ha sido uno de los bombazos musicales de este verano.

Sólo en Youtube ya supera los 15 millones de reproducciones, a los que hay que sumar otros tantos en plataformas como Spotify.

Un consejo típico de abuela hispana

Con su habitual mezcla de inglés y español caribeño, Mr. Worldwide (como se le conoce en el mundillo musical) introduce una de esas frases que parecen simples, pero que encierran un consejo generacional que cualquier hispanohablante puede reconocer de un golpe de oído. «Como dice mi abuela, hay un tiempo para todo», canta el rapero antes de dar paso al hijo de Julio Iglesias, amigo suyo desde hace años.

Y como la frase suena como «metida a calzador» dentro de la canción, parece que ha sido una inclusión expresa del cantante para hacer presente a su abuela «a toda costa».

Una abuela excastrista y católica

El propio Pitbull, que en realidad se llama Armando Christian Pérez, ya había hablado en otras ocasiones de su abuela y de la gran influencia que habían tenido en su vida las mujeres de su familia.

Así, en una entrevista que concedió a la CNN en 2009, el intérprete revelaba que su abuela se había sumado con entusiasmo a la revolución castrista en sus primeros compases, pero que al ver cómo se desarrollaba la dictadura de Fidel Castro y los desastrosos efectos del comunismo, se desilusionó, se aferró a su fe católica y terminó huyendo a Estados Unidos. Un camino que ya habían emprendido sus hijas, entre ellas, la madre del propio Pitbull, quien nació y creció en Miami.

La canción, que ensalza de forma sencilla la gratitud por lo que se ha recibido, añade otra frase, remarcada de forma ostensible de boca del propio Pitbull, que tiene un eco indudable de la cultura popular hispana: «Gracias a Dios estamos bien».

Perdón para su padre, gratitud a su madre

Y aunque Pitbull no se ha manifestado nunca como un tipo devoto ni piadoso, lo cierto es que en varias ocasiones ha explicado que perdonó a su padre (adicto al crack y a la heroína) a pesar de haberlo abandonado de niño, y en la misma entrevista de la CNN aseguró que agradecía a su madre el valor de criarlo sola y de, incluso, haberlo echado de casa cuando, de adolescente, él mismo empezó a tontear con las drogas. Aquella decisión obligó al joven artista a dejar las adicciones y a trabajar duro en la industria musical para ganarse la vida, hasta lograr su propia estrella de la fama en Hollywood y acumular hoy una fortuna estimada en 100 millones de dólares.

El propio cantante, que nunca se ha casado, sí ha reconocido la paternidad de sus 6 hijos, todos ellos de madres diferentes, con quienes comparte su patrimonio. Un estilo de vida no especialmente ejemplar, pero desde luego mucho más respetuoso que el de otros famosos que tratan de desentenderse de las mujeres a las que dejan embarazadas.

Rosalía y su abuela en Motomami

El caso de Pitbull y su abuela no es único en la industria musical con acento hispano. Uno de los ejemplos más sonados ha sido el de la española Rosalía, que incluyó referencias a su abuela en su disco Motomami (2022), uno de los más influyentes de la última década.

Entre sintetizadores y experimentación, la cantante incluyó fragmentos reales de un mensaje de su abuela: «En momentos difíciles siempre ayuda muchísimo tener una referencia a Dios. Siempre es la familia en primer lugar, y no, en primer lugar, diría que siempre está Dios. Y luego, la familia. La familia es tan importante, cariño... La familia siempre es importante».

El contraste de la abuela de la artista con los sonidos eclécticos del disco subrayó un mensaje, compartido también por la mención de Pitbull: cuando el mundo parece adentrarse sin freno en una espiral de innovación radical, la tradición, la fe y la familia son anclas de identidad cada vez más necesarias, que tienen en los abuelos a su máximo exponente.

Como dice la abuela de Pitbull, hay un tiempo para todo… también para recordar de dónde venimos.