Así es Nuria Cunillera, la mujer de Xavi Hernández

Xavi Hernández llega como regalo de Navidad adelantado para un Barcelona de capa caída. Levantar al equipo que le vio crecer será un reto difícil pero, como se ha visto en la presentación oficial como entrenador que ha tenido lugar este lunes en el Camp Nou, cuenta con todo el apoyo de su mujer, Nuria Cunillera, y sus dos hijos, Asia y Dan, de cinco y dos años respectivamente.

La familia al completo le acompañó en su aventura en Catar como entrenador del equipo Al-Saad, y de nuevo estarán con él en Barcelona. Hernández y Cunillera se casaron en una boda de ensueño el 13 de julio de 2013 en el jardín botánico Marimurtra, en Blanes (Gerona), tras dos años de relación. Más de 180 invitados, entre los que se encontraban Cesc Fábregas y Daniella Semaan, Andrés Inista y Anna Ortiz, David Villa y Patricia González y Leo Messi y Antonella Roccuzzo, disfrutaron de un enlace mágico que culminó con una gran celebración en El Convento, un impresionante enclave construido en 1583 con vistas al Meditarráneo. Después, los ya marido y mujer pusieron rumbo a las Seychelles para disfrutar de una romántica luna de miel.

Se enamoraron perdidamente en el año 2011. Por aquel entonces Cunillera, nacida en Sabadell, ejercía de periodista tras estudiar la licenciatura de Periodismo y Relaciones Públicas en la universidad de Vic y cursar un máster en la universidad de Barcelona en colaboración con la de Columbia de Nueva York. Trabajó en el programa de TV3 Els Matins, como reportera en los informativos de Canal Digital y en la agencia TRM Comunicación como ejecutiva de cuentas. Después lo dejó todo para apoyar a su marido en Catar, donde se centró en diversas causas benéficas y en el cuidado de sus dos hijos.

Lleva por bandera la discreción y tiene alergia a los eventos sociales. No suele prodigarse mucho, excepto en las ocasiones importantes de su marido. Estuvo con él aquel mes de mayo de 2015 cuando Hernández se despedía de la afición culé y hoy, en su presentación como entrenador, no iba a ser menos. No suele conceder entrevistas, una de las pocas que dio fue el pasado año a La Vanguardia, en la que aseguraba que no eran personas de estridencias. «Nos gusta vivir con discreción y libertad, con tranquilidad. No necesito enseñarle al mundo mi vida», decía.

Eso sí, en sus redes sociales está hecha toda una influencer con más de 64.000 seguidores que observan con detenimiento sus publicaciones de su día a día y la vida en Catar que ya han dejado atrás. Allí eran asiduos al restaurante Nobu, que pertenece entre otros a Robert de Niro, y al Four Seasons de Doha.

Vivían en una impresionante mansión frente al mar y con piscina privada. Pero nada comparable con el hecho de volver a casa. Es más que probable que se trasladen a la propiedad de Matadepera, uno de los pueblos más ricos de España con una renta media de más de 65.000 euros al año, donde ya vivían antes de irse de España.