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29 de marzo de 2024

American film actress Marilyn Monroe meets Queen Elizabeth II at the Royal Command Film Performance at Leicester Square in London. 29th October 1956. (Photo by Daily Herald/Mirrorpix/Mirrorpix via Getty Images)

La actriz eligió un vestido ceñido en lamé dorado que sorprendió hasta a la propia Reina

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Isabel II y Marilyn Monroe: así se conocieron la reina de Hollywood y la Reina de Inglaterra

La icónica estrella del cine se emocionó y rompió el protocolo al encontrarse con la monarca

A lo largo de sus setenta años de reinado, la Reina Isabel ha conocido a innumerables líderes políticos y figuras importantes de múltiples ámbitos, pero uno de sus encuentros estelares fue con la diva del Hollywood clásico por excelencia, Marilyn Monroe. En el verano de 1956, la actriz pasó cuatro meses en Reino Unido junto a su marido del momento, Arthur Miller, para rodar la película El príncipe y la corista, coprotagonizada por Sir Laurence Olivier. Teniendo en cuenta que estaba en el país de la Reina Isabel, a quien admiraba profundamente, Marilyn se fijó como objetivo conocerla en persona.
Ese momento tan icónico se recoge en el libro When Marilyn met the Queen, en el que, Michelle Morgan refleja cómo la fascinación de la una por la otra se hizo más patente cuando la intérprete se hospedó durante semanas en Englefield Green, a tan solo unos kilómetros del castillo de Windsor donde siempre ha vivido la Reina. «Su sueño era tomar el té en el Palacio de Buckingham e, incluso, su publicista Alan Arnold encontró el deseo en su lista de tareas diarias».
Aunque nunca llegó a tomar el té con ella, Monroe sí tuvo la oportunidad de conocerla al final de su viaje, el 29 de octubre de 1956, cuando fue invitada a asistir al Royal Command Performance en el Empire Theatre en Leicester Square (Londres), o como la actriz lo llamó: «El espectáculo de la Reina».
Pasó horas preparándose y cuando salió de su coche delante del teatro, las cámaras comenzaron a disparar mientras los fanáticos que se alineaban en la calle clamaban por ver a la estrella estadounidense. Vestidos con abrigos de invierno, gorros y guantes, la multitud gritaba y empujaba hacia adelante, mientras los policías trataban de detenerlos.
Una vez dentro, se unió al resto de actores que esperaban en una fila bien ordenada la llegada de Su Majestad. El resto del público, por su parte, se dirigió al auditorio, donde tomaron asiento al son del músico Nelson Elms al órgano y la orquesta de la Royal Marines School of Music. Pronto verían a la Reina saludando a los famosos asistentes a través de la pantalla del cine.
marilyn isabel II

El encuentro al completo

Mientras Marilyn esperaba con otras celebrities en el bullicioso salón, la Reina llegó a Leicester Square con su hermana, la Princesa Margarita, y Lord Mounbatten con su esposa. Destacó la ausencia del Duque de Edimburgo, que había partido para un viaje oficial de cuatro meses en el Royal Yacht Britannia.
Su Majestad, que vestía un hermoso vestido negro con falda amplia y una tiara de diamantes y esmeraldas, fue recibida afuera por Charles Penley, el gerente general del Empire, y luego se deslizó al vestíbulo. La fila era larga y Marilyn estaba hacia la mitad. A veces, miraba hacia delante, esperando su turno y contando cuántas personas quedaban por saludar para que llegase a su altura.
La monarca la miró brevemente de arriba abajo y, a continuación, la actriz se sumergió en la reverencia perfecta. Las dos conversaron durante varios minutos y hablaron sobre la anécdota de ser vecinas en el amado Windsor de la Reina. «Nos encanta», dijo Marilyn. «Como tenemos un permiso especial, mi esposo y yo vamos a dar paseos en bicicleta en el gran parque».
Es posible que los funcionarios hubiesen instruido a las asistentes femeninas de que se vistiesen de manera conservadora, pero el vestido que Marilyn eligió no era precisamente protocolario. Confeccionado en lamé dorado, era escotado, ceñido al cuerpo y con tirantes finos, dejando los hombros y los brazos a la vista.
A pesar de ello, ambas recordaron el encuentro con cariño. Marilyn, en las distintas entrevistas que concedió en los años posteriores, y la Reina Isabel, a través de las declaraciones de un «amigo» anónimo en una revista de Reino Unido: «La reina quedó fascinada con Marilyn y vio cada una de sus películas. Me dijo: `Pensé que la señorita Monroe era una persona muy dulce. Pero sentí pena por ella, porque estaba tan nerviosa que se le había ido todo el pintalabios´», algo que parece ser verdad a juzgar las fotos del evento en las que se ve Marilyn tocándose los labios mientras esperaba a las ráfagas reales.
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