La desafortunada muerte de la cantante la incluyó en el fatídico Club de los 27
El productor de Amy Winehouse comparte el mensaje de voz que le dejó la cantante
«Te echo de menos… ¿Dónde estás? Vamos… llámame, si no lo haces, no sé qué hacer», se oye decir a la fallecida cantante
El 23 de julio de 2011 el mundo de la música se tiñó de luto tras la muerte de Amy Winehouse. La cantante falleció a los 27 años dejando un breve legado musical que consistía en la publicación de dos discos; Frank y Back to Black, siendo este último su gran éxito. En el 11º aniversario de su muerte, el que fuera su productor musical, Salaam Remi, ha publicado en su cuenta de Instagram un fragmento del videoclip de uno de los temas de la cantante, In My Bed, junto a un audio que le envió la artista en el que se puede oír: «Te echo de menos… ¿Dónde estás? Vamos… llámame, si no lo haces, no sé qué hacer». La publicación roza los 10.000 likes y supera los 300 comentarios.
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Amy y Remi trabajaron juntos en el lanzamiento del primer álbum de la cantante, y posteriormente fue el productor musical Mark Ronson quien produjo su gran éxito, Back to Black. La desafortunada muerte de la cantante la incluyó en el fatídico Club de los 27, del que forman parte las estrellas de rock que fallecieron a esa edad. Winehouse tuvo una vida fugaz llena de éxitos y demasiados excesos que le condujeron a ese terrible desenlace.
Amy nació el 14 de septiembre de 1983 en el seno de una comunidad judía, y estuvo muy influenciada por el mundo del jazz desde pequeña, ya que sus hermanos mayores se dedicaban de manera profesional a esta rama musical. A principios del 2000 un amigo de la cantante decidió enviar una de las grabaciones musicales de Amy a 19 Management, y la productora no tardó en darse cuenta de que se trataba de una artista en potencia. Poco después, los sellos discográficos EMI y Virgin querían contar con ella, pero la cantante decidió firmar con Island y lanzar su primer disco con ellos.
No cosechó el éxito esperado y siguió trabajando en su segundo álbum, con el que voló directa al estrellato. Aquí comenzaron los problemas con las drogas y el alcohol que terminaron con la vida de la cantante. Con este último álbum consiguió 5 Grammys, varios Brit Awards, fue número 2 en el Billboard 200, doble platino en Estados Unidos y ocho en Inglaterra. Como siempre, el éxito fue de la mano de la presión mediática y la persecución de los paparazzis, una situación que provocó que la cantante siguiera con las adicciones como vía de escape.
El declive de Amy Winhouse se vio sobre los escenarios, y sus últimos días estuvieron teñidos de tristeza. Era habitual ver imágenes de la cantante despeinada, con el maquillaje corrido y un cigarrillo entre los dedos. Aunque la gente de su entorno intentó que se desintoxicara llevándola a rehabilitación, la cantante no ponía de su parte y no consiguió desengancharse. El 23 de julio de 2011 su guardaespaldas la encontró sin vida sobre su cama, al parecer a causa de un excesivo consumo de alcohol. Una noticia que no pilló por sorpresa, pero que dejó desolado a sus millones de seguidores.
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