Los Reyes Carlos III y Camilla y en segundo plano, el Príncipe Harry y Meghan Markle
El día que Carlos III dejó de coger el teléfono a Harry: este es el motivo
El escritor Robert Jobson publica una nueva obra sobre el Rey, en el que se adentra en la desigual relación con sus hijos
Es un secreto a voces que la relación del Rey Carlos III con su hijo, el príncipe Harry no está atravesando por un buen momento. La publicación de las memorias del hermano del Príncipe de Gales, Spare, han dejado al descubierto muchos episodios desconocidos hasta el momento que han sucedido años atrás dentro de las puertas de palacio. No obstante, su tirantez viene desde 2020, cuando el hijo menor del monarca y su esposa, Meghan Markle, decidieron desvincularse por completo de los compromisos reales de la corona británica. La pareja se trasladó a Los Ángeles para comenzar una nueva vida lejos de los rumores que manchaban la imagen de la monarquía inglesa.
Desde entonces, los kilómetros de distancia entre padre e hijo parecen no haber conseguido cesar la «guerra mediática» en la que están envueltos. Muchos especialistas reales y confidentes de la Familia Real han alzado la voz durante estos meses para comentar las duras palabras escritas por el Príncipe Harry en sus memorias. Ahora ha sido el turno de Robert Jobson, quien ha publicado su último libro titulado Our King Charles III: The Man and the Monarch Revealed (Nuestro Rey Carlos III: el hombre y el monarca, al descubierto), donde ha desvelado más detalles sobre la relación existente entre el Príncipe Harry y el Rey Carlos III.
El Príncipe Harry y Meghan Markle
Siguiendo las líneas de la reciente obra, el Príncipe Harry mantuvo una tensa conversación telefónica con su padre donde perdió los nervios al sentirse ignorado por el monarca tras sus repetidas peticiones de dinero. Fuentes contactadas por el propio Jobson le cuentan que, tras su traslado a Estados Unidos, el Príncipe Harry llamaba en numerosas ocasiones a la Reina Isabel y, al parecer, más de una vez, expresó sus quejas financieras a la longeva soberana. La Reina Isabel no quería interferir en los problemas que existían entre padre e hijo y le dijo que hablara directamente con su él.
«Su Majestad encontraba las llamadas del Príncipe Enrique bastante difíciles y fastidiosas. Ella no quería interferir en la relación padre-hijo y le instaba a hablar con su padre. El Príncipe Carlos simplemente dejó de atender las llamadas de Harry después de que su hijo le insultara y le pidiera fondos en repetidas ocasiones», escribe Robert Jobson. La Reina Isabel, al ser consciente de la actitud del actual Rey en su contacto telefónico con su hijo menor, le preguntó sobre el tema a su primogénito, el cual respondió sin ningún tapujo que él: «no era un banco».
Robert Jobson también ha tratado en sus páginas la imagen de «familia unida» que transmitió la corona británica tras el fallecimiento de la Reina Isabel el pasado mes de septiembre. Según fuentes cercanas al comentarista, «Kate admitió más tarde a un alto miembro de la realeza que, tal era el mal rollo entre las dos parejas, que el paseo conjunto fue una de las cosas más difíciles que había tenido que hacer». El escritor ha explicado que fue el propio Príncipe Guillermo quien sugirió la importancia de realizar ese paso, transmitiendo así una sensación de unión y lealtad al pueblo ante cualquier adversidad.
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