Sandra García Sanjuán y Antonio Banderas
Los secretos de Starlite: las noches de juerga de Victoria Federica y el famoso que más dona
Hablamos con Sandra García-Sanjuán, creadora del festival de Marbella
Sandra García-Sanjuán y su marido Ignacio Maluquer, los promotores de Starlite, empezaron la casa por el tejado. Hicieron una gala benéfica a la que casi acude Michel Obama y fue tal éxito que crearon una fundación y luego, un proyecto empresarial. Aquí, en una cantera de piedra en Marbella, se hacen catorce programas de televisión para diferentes países. Generan contenido y son un motor para la zona. Que pasen por sus instalaciones cuatrocientas mil personas en verano, son muchas personas. Eso mueve mucho dinero y oportunidades, también hay envidiosillos que lo quieren comprar todo. Por eso algunos países árabes les tiran los tejos.
Cuando iban a empezar el festival musical, hace una década, pensaron que no podían registrarlo en todo el mundo con el mismo nombre que llevaba la Gala Benéfica y le llamaron Bendeus, bendecido por Dios y tanto es así, que la madre de Sandra, semanas antes de comenzar el festival, acudía con una imagen de la Virgen a esconderla por las rocas de la cantera para que cuidase de todos y así sigue la tradición.
El año pasado ampliaron a tres meses, de julio a septiembre y casi 70 conciertos. Para este año, siguen en los tres meses y saldrán de Marbella con el mini festival que organizan en Madrid, pero eso será ya en Navidades. Comenzaron con Yusuf/Cat Steven el 21 de junio y acabarán el 2 de septiembre con Melendi.
–¿Sandra, cuánta gente mueven?
–Nosotros contratamos unos mil puestos de trabajo en la zona. Aparte del equipo humano de cuarenta personas que trabajan durante todo el año en las oficinas de Madrid y que se instalan en Marbella durante el festival. Starlite es un balón de oxigeno para muchos.
–El suyo sí que es un festival de la diversidad
–Pues sí, más diverso imposible porque un día tienes flamenco y al otro ópera, una leyenda como Rod Stewart o DJs como Juan Magán por la noche. Es diverso, variado y lo bueno es que es para todos los públicos y gustos musicales. Aquí los conciertos son muy mágicos por el lugar y el ambiente. Estamos en una cantera abierta con el cielo estrellado como paraguas, eso lo hace ser una experiencia mágica.
–¿Antes iban a buscar a los artistas y ahora piden venir?
–Los primeros años costaba convencerlos y ahora ¿qué es ser grande? ¿Grande en premios? ¿En popularidad? Han venido grandes leyendas y grandes artistas. Han pasado desde Ricky Martin, Cat Stevens, Enrique Iglesias, Chucho Valdés, Sting, Julio Iglesias o Taburete, la mezcla y la diversidad es increíble.
–Y también es proyección para la zona
–Nos beneficiamos mutuamente pero también es cierto que hay artistas, como le pasó a Alejandro Fernández, que a raíz de cantar en Starlite descubrió Marbella como destino para sus vacaciones o Pablo López que era cliente del festival cuando comenzaba y ahora cada vez que viene es lleno absoluto.
–¿Qué es Starlite?
–Además de un festival musical, también producimos audiovisuales y tenemos, bajo nuestra marca, ropa diseñada por Antonio Banderas, Valeria Mazza o Alejandro Sanz. Y llevamos tiempo trabajando en la idea del Starlite Hotel y de un festival de cortos.
Victoria Federica y Sandra García Sanjuán
–Victoria Federica y Froilán casi viven en la cantera
–Son una monada de niños, me encantan. Les tengo mucho cariño porque son buenos críos. Les conozco desde pequeños que venían con su padre. Victoria tiene muchísima personalidad, cuando era pequeñita parecía tímida, pero no, tiene una personalidad y un estilazo bárbaro. Las fotos no le hacen justicia, al natural es mucho más guapa. Es una niña que entra y lo notas porque tiene algo especial.
–¿Quién ha puesto más problemas?
–Los artistas en general son estupendos y muy fáciles, pero algunos manager son muy exigentes. Con Paul Anka nos pidieron que no hubiera obras a determinada distancia del hotel donde se alojaba. Georgina Rodríguez es monísima. La timidez le hace parecer seria, pero no nos pidió nada, todo fue fácil, vino en su avión y se alojaba en una casa que alquiló con su familia. Igual que Ricky Martín.
–¿Y ese momento «tierra trágame»?
–Antonio Banderas, el mismo día de la Gala benéfica, revisando el guion tres horas antes, nos dice «podríamos meter algo de arte para subastar». Cogí el teléfono y allí mismo llamé a mi íntimo amigo, José María Cano, «José nos enviarías un cuadro para subastar ahora en la Gala». Nos envió una foto de uno de sus cuadros, no daba tiempo a trasladarlo a Marbella. Nos salvó la subasta, lo vendimos por 270.000 euros.
–¿Y quién dona más?
–Desde Alejandro Sanz, que se quedó con un reloj de Antonio Banderas por 30.000 euros a Melanie Griffith, cuando aún estaba casada con Antonio. Ella vio a tres mujeres millonarias y guapas que querían bailar con Antonio y pujaban mucho, se acercó a verlas y cuando regresó a la mesa nos dijo «esas no van a bailar con mi marido». Así fue, se salió con la suya y pagó miles de euros, mientras Antonio le pedía que no pujase más. Melanie acabó bailando con Banderas.
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