Imagen del Rey de Marruecos, Mohamed VI
Mohamed VI de Marruecos se vuelve a ir de vacaciones 12 días después del terremoto
El Rey de Marruecos disfrutará del mar Mediterráneo
El terremoto de Marruecos destrozó la noche del 8 de septiembre la región del Gran Atlas y provocó alrededor de 3.000 muertos, sin contar los centenares de heridos. Doce días después de este triste suceso, el Rey Mohamed VI ha retomado sus vacaciones por el Mediterráneo. Concretamente se marchó el jueves 21 a primera hora de la tarde. El monarca estuvo en Marrakech preocupándose por las víctimas del seísmo, pero después voló de Rabat a Tetuán y desde allí recorrió 15 kilómetros en coche hasta llegar a M’diq.
Mohamed VI tendrá que regresar a la capital dentro de tres semanas porque el 13 de octubre inaugurará la sesión parlamentaria de otoño. Cumpliendo con la tradición, dará un discurso ante las cámaras y después ejercerá de presidente del Consejo de Ministros, cuyo objetivo es aprobar los presupuestos para 2024.
Mohamed VI, donando sangre en el Hospital Universitario de Marrakech tras el terremoto
Una de las grandes pasiones del Rey de Marruecos es navegar por el Mediterráneo occidental, por eso se ha desplazado hasta M’diq, una ciudad costera de 57.000 habitantes. Es un sitio muy conocido en España porque solo está a 25 kilómetros del este de Ceuta. El monarca tiene allí una residencia real que cuenta con su propio embarcadero, donde suele zarpar a bordo de su velero Badis 1, aunque de forma ocasional usa una lancha.
El soberano ha estado dos meses disfrutando de la costa mediterránea, exactamente desde finales de junio hasta el 1 de septiembre. Sobre todo estuvo en Rincón, que es el nombre que M’diq recibe en España, pero también visitó otras localidades como Alhucemas. Esta parada fue muy especial porque celebró su 60 cumpleaños al lado de sus hijos, el Príncipe Moulay Hassan y la Princesa Lalla Khadija.
Después de exprimir su verano en el Mediterráneo, el Rey Mohamed VI viajó de Tetuán a Francia para pasar una temporada en su palacete. Está situado junto a la famosa Torre Eiffel y lo adquirió por 80 millones de euros. También estuvo en un castillo que heredó de su padre, Hassan II, en una localidad que se encuentra a 75 kilómetros de París. Fue precisamente ahí donde se enteró de que su país había sufrido las consecuencias de un seísmo y tardó menos de 24 horas en regresar a Rabat.
Reaparición tardía
El terremoto de Marruecos paralizó las vacaciones del monarca, quien volvió a su país para presidir tres reuniones que tenían un claro objetivo: evaluar los daños ocasionados y poner en marcha las ayudas para las víctimas, así como la reconstrucción de las zonas afectadas. Cuando concluyó este proceso, la Casa Real anunció que la sociedad Al Manar, propiedad de Mohamed VI, haría una donación de 91.5 millones de euros a los damnificados. Su implicación no se quedó ahí.
La estancia del soberano en Marrakech se prolongó 80 minutos y durante este tiempo realizó una donación de sangre en el hospital universitario. Sin embargo, no pernoctó en la ciudad, a pesar de tener dos palacios reales. Por su parte, Moulay Hassan, el heredero, estuvo con su padre en la primera sesión y después no se ha vuelto a saber nada de él.
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