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05 de mayo de 2024

Retrato oficial de Federico de Dinamarca

Retrato oficial de Federico de DinamarcaCasa Real danesa/GTRES

Estas son las condecoraciones que luce el Rey Federico

El Elefante y el Dannebrog son dos de las órdenes más antiguas de Europa y de muy difícil acceso

La vistosidad de los uniformes de los uniformes lucidos por los varones de la Familia Real danesa -lo mismo se puede decir de los trajes de las mujeres- es una parte esencial de su comunicación: bicornios, hombreras, franja lateral en los pantalones y demás abotonaduras decimonónicas ayudan a que cada acto solemne en la corte de Copenhague adquiera un esplendor único.
El mismo efecto surten las condecoraciones que llevan sobre la guerrera. La principal de todas es la Orden del Elefante, la más antigua del sistema premial danés. Sus raíces hay que buscarlas en una cofradía religiosa de la Baja Edad Media cuyo símbolo era un elefante; su institucionalización definitiva como orden de caballería fue culminada por el Rey Cristian V en 1693.
Solo son admitidos en su seno, como regla general, los principales miembros de la Familia Real y los jefes de Estado, siendo los Reyes de España Don Felipe y Doña Letizia los últimos a quienes ha sido concedida: la imposición tuvo lugar el pasado noviembre, con motivo de su Visita de Estado al país escandinavo. Hay excepciones: las más recientes son el Príncipe Pablo de Grecia, sobrino carnal de Margarita II y príncipe de Dinamarca por nacimiento y personas que han incrementado notablemente el prestigio de Dinamarca en el mundo. El último que entró en esta categoría es el magnate naviero Arnold McKinsey Maersk, fallecido en 2013.
Retrato oficial de Mary y Federico de Dinamarca

Retrato oficial de Mary y Federico de DinamarcaCasa Real danesa/GTRES

Otra originalidad tiene que ver con el momento de su concesión a los sucesores inmediatos, pues los dos últimos reyes de Dinamarca se la concedieron a sus hijos el mismo día de su proclamación, si bien los agraciados no la lucen hasta alcanzar la mayoría de edad: así procedió Federico IX en 1947 con sus hijas Margarita, Benedicta y Ana María en abril de 1947, haciendo lo propio Margarita II con sus dos hijos en enero de 1972.
En cuanto a las insignias, la placa es una estrella de plata de ocho puntas con rayos lisos. En su centro hay un disco esmaltado en rojo con una cruz blanca, rodeado por una corona de laurel en plata. Se lleva en el lado izquierdo del pecho. La banda es de color azul claro -aunque algo más pálido que el de la Orden de Carlos III en España- y al final cuelga de ella un elefante de oro esmaltado en blanco con carcasas azules. Mide unos 5 cm de alto. En su lomo, el elefante lleva una torre de vigilancia de mampostería esmaltada en rosa rodeada por una hilera de pequeños diamantes talla table en la parte inferior y otra hilera justo debajo de la almena en la parte superior.
Junto a la Orden del Elefante, el Rey Federico suele llevar la Orden del Dannebrog -así se llama la bandera danesa-, también fundada por Cristian V, aunque unos años antes, en 1671. A diferencia del Elefante, a ella pueden acceder todo tipo de personas -siempre que reúnan los méritos necesarios- y está estructurada en cuatro clases, desde la Especial hasta la de Caballero, pasando por la Gran Cruz y la Encomienda.
La placa de la Orden es una estrella de plata de ocho puntas y rayos rectos con una cruz de Dannebrog esmaltada (similar a la del anverso de la insignia, pero sin el escudo real encima ni las coronas reales entre los brazos de la cruz) en el centro, y su banda es de seda blanca con bordes rojos, los colores nacionales de Dinamarca.
El Rey Federico completa su falerística con una quincena de medallas sobre su pechera, divididas en dos categorías: las dinásticas -concedidas con motivo de jubileos o aniversarios de nacimiento, matrimonio o muerte de soberanos- y otras de naturaleza estrictamente militar.
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