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29 de abril de 2024

La jornada de Irene Urdangarin empieza a las cinco de la mañana

La jornada de Irene Urdangarin empieza a las cinco de la mañanaMontaje: Paula Andrade Brea

Gente

Guía espiritual, casa compartida y ayuda humanitaria: el día a día de Irene Urdangarin en Camboya

Sobre la mesa, también estarían otros voluntariados en India o Mozambique

Irene Urdangarin terminó sus estudios de bachillerato en Ginebra el pasado mes de junio y lo cierto es que fue poco después, coincidiendo con su mayoría de edad, cuando decidió que su futuro académico y profesional pasaba antes por un año sabático que ha resultado de lo más solidario.
La hija de la Infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin ha seguido los pasos de sus progenitores y de su hermano mayor, Juan Valentín, y ha viajado hasta Camboya para trabajar como voluntaria, si bien estarían también sobre la mesa, a futuro, otros destinos como India o Mozambique.
En el país asiático, la estrecha relación de su familia con Monseñor Enrique Figaredo, el jesuita asturiano al que se conoce como el obispo de las sillas de ruedas y que dirige la ONG Sauce, ha llevado a la joven a la ciudad Battambang, que está considerada la segunda del país por su importancia económica y comercial, dada su cercanía a Tailandia.
Irene Urdangarin promueve, desde ahora, los mismos valores que Figaredo a través de su ONG: la solidaridad, la inclusión y la igualdad. La joven se ha instalado en el Centro Arrupe, una especie de aldea fundada en 2001 dentro del recinto de la Prefectura, al otro lado del río Sangker. Allí residen obispos y voluntarios españoles que trabajan en favor de discapacitados físicos –que fueron víctimas de las minas antipersonas– o mentales, proporcionándoles una asistencia sanitaria mínima, hogares de acogida, escuelas, becas para la universidad o creación de infraestructuras, entre otros.
Dentro de la ayuda humanitaria, según desveló hace varios días la revista ¡Hola!, Irene trabaja «ilusionada» junto a los equipos de educación, Outreach y Obrum, que están centrados fundamentalmente en la formación y educación de niños marginados. Además, dan apoyo a las escuelas en las aldeas más remotas de la región y conocen «a las familias y líderes locales para poder ayudarlos en sus necesidades».
Irene Urdangarin, durante la celebración del 60º cumpleaños de su tía, la Infanta Elena

Irene Urdangarin, durante la celebración del 60º cumpleaños de su tía, la Infanta ElenaGTRES

Durante los próximos seis meses, el día de la benjamina de los exduques de Palma comienza a las cinco de la madrugada, cuando tras desayunar, unas camionetas recogen a los voluntarios y los desplazan hasta los destinos rurales en los que están prestando ayuda por caminos de tierra. Una forma de proceder muy distinta a las que Irene estaba acostumbrada, ya sea en nuestro país o en la ciudad de Suiza.
En su tiempo libre, tal como se puede ver en las imágenes que se han publicado, la joven recorre la región en bicicleta, ataviada con ropa cómoda y corporativa de la fundación. También visita el Lonely Tree Café, un local en el centro de la ciudad que fusiona la gastronomía camboyana con la española.
Son estas instantáneas, además, las que han descubierto que Urdangarin lleva consigo una cadena de la que cuelga el Cristo Mutilado, una cruz que hace referencia al daño que han hecho en el país las minas antipersona que, años después del conflicto, todavía permanecen escondidas entre los arrozales del país. Un colgante que también han lucido su madre, la Infanta Cristina, en sus viajes a Camboya, y la Reina Sofía.
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