El chotis que bailó tras su boda Almeida y Teresa Urquijo
La historia del chotis de Agustín de Lara que eligieron Almeida y Teresa Urquijo para abrir el baile
Los novios dejaron en claro su apego a las tradiciones castizas al celebrar su enlace
José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo han vivido uno de los días más emotivos de su vida. El sábado 6 de abril, la pareja se dio el ‘sí, quiero’, ante un sinfín de rostros conocidos, pertenecientes al mundo de la política, la realeza, la aristocracia… El lugar elegido para la ceremonia eclesiástica fue la iglesia de San Francisco, situada en el número 104 de la calle Serrano de Madrid. Tras casi más de una hora de celebración, los recién casados pusieron rumbo a la finca El Canto de la Cruz, propiedad de los abuelos de la novia, donde pudieron disfrutar de una magnífica velada rodeados de todas las personas que les han acompañado en este camino. Ya con todos los invitados presentes, el matrimonio optó por iniciar la fiesta posterior al almuerzo con un chotis. Con esta elección, los novios dejaron en claro su apego a las tradiciones castizas al celebrar su enlace.
En esta ocasión, el alcalde de la ciudad de Madrid y su esposa, seleccionaron el chotis titulado Madrid, interpretado por Plácido Domingo y compuesto por Agustín Lara. En los vídeos difundidos a través de las distintas plataformas digitales, José Luis Martínez-Almeida no empezó el baile con su madrina, Casilda, sino con su hermana Magdalena. Mientras tanto, Teresa comenzó el baile con su padre, Lucas Urquijo Fernández de Araoz, hijo de Piru Urquijo.
Almeida
De manera curiosa, su origen se encuentra en el extranjero, específicamente en Escocia; sin embargo, fue en tierras alemanas y austriacas donde alcanzó su mayor popularidad antes de expandirse por toda Europa y llegar finalmente a nuestras tierras. El 3 de noviembre de 1850, durante una gala presidida por Isabel II en el Palacio Real de Madrid, se bailó por primera vez. Pronto, este baile sería adoptado por las clases populares, incluyendo a los manolos, chulapas, artesanos, obreros y modistillas de la época. El chotis se convirtió en una parte integral de las costumbres madrileñas, y su música resonaba en los primeros organillos que se importaron de Italia, gracias a un guarnicionero llamado Luis Cogni.
El pionero que introdujo el organillo en Madrid fue Esteban Expósito, un italiano residente en la ciudad. En 1908, la familia Apruzzese se estableció en la Carrera de San Francisco, donde los hombres de la familia, compatriotas de Expósito, se dedicaron durante varias generaciones a la fabricación del típico instrumento. Sin embargo, a principios del siglo actual, falleció el último descendiente y desde entonces encontrar un organillo se ha vuelto difícil. Solo quedan poco más de media docena, disponibles para alquilar en ocasiones especiales como verbena o programas de televisión.
El chotis Madrid, a menudo considerado el himno no oficial de la capital española, se atribuye a Agustín Lara. Sin embargo, ha habido especulaciones sobre su autoría, sugiriendo la participación de exiliados españoles durante la guerra civil. Lara, conocido por su vasto repertorio de cerca de setecientas canciones, posiblemente colaboró con Rodolfo Chamaco Sandoval, un libretista teatral que frecuentaba sus tertulias. Aunque Lara compuso tanto la música como las letras, es posible que Sandoval haya contribuido con algunas estrofas. Es importante destacar que en aquella época era común el uso de «negros» en la creación artística, aunque no hay pruebas sólidas que respalden esta práctica en el caso de Lara. Algunas composiciones llevaban la firma de su hermana Teresa, por razones fiscales.
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