Mariano Rajoy: del barrio de Madrid en el que vive al brillante trabajo de su hijo

El día que la familia Rajoy deshizo las maletas en La Moncloa, su mujer y sus hijos tuvieron muy claro que no querían figurar. Mariano Rajoy mantuvo a su familia en un acertado segundo plano. Viri Fernández convino con su marido que ejercería de «mujer de» en muy contadas ocasiones, solo cuando la agenda lo requiriese. Renunció a acompañarle a muchos viajes oficiales y nunca se paseó por un photocall. Frente a la constante exposición de Begoña Gómez, hoy investigada por corrupción y tráfico de influencia, o la famosa foto de las hijas góticas de Zapatero con Obama, poco o más bien nada se puede comentar sobre la esposa de Rajoy o sus hijos; Mariano y Juan, que hoy tienen 26 y 21 años.

Mariano Rajoy se sienta esta noche en El Hormiguero para presentar su nuevo libro Discursos Parlamentarios de Mariano Rajoy, editado por el Congreso de los Diputados. En esta obra se recopilan algunos de sus discursos más significativos durante su etapa como presidente entre 2011 y 2018. Analizará los momentos clave de su trayectoria política y reflexionará sobre el papel de la oratoria en la política actual. También se sincerará sobre su nueva vida, después de que en junio de 2018, tras una moción de censura en el Congreso, abandonase la política.

Rajoy solicitó su reingreso en el Cuerpo de Registradores de la Propiedad. Fue destinado a Santa Pola (Alicante) y posteriormente, consiguió plaza en el Registro Mercantil Número 5 de Madrid. Un cargo que le permite estar más cerca de su casa y su familia. Y probablemente, también le reporte más ingresos y menos quebraderos de cabeza que estar al frente del Ejecutivo. Como presidente del Gobierno cobraba de 80.953,08 euros anuales y en su nuevo cargo, podría estar obteniendo entre 120.000 y 150.000 euros brutos al año. A estos ingresos se suma la asignación vitalicia que recibe como expresidente, estipulada en 74.580 euros anuales.

Esta será la quinta vez que Rajoy se divierta en el espacio de Pablo Motos, donde sin duda, se sentirá cómodo. El expresidente ya ha sido invitado por David Broncano para hacerle una entrevista en La Revuelta, pues han anunciado con sorna que le tienen un especial cariño. El expresidente gestionó un trámite de la productora Encofrados Encofrasa, propiedad de Broncano.

Mariano Rajoy reside junto a su mujer y sus hijos en un dúplex en Aravaca, al oeste de Madrid. Cuenta con 280 metros cuadrados con recibidor, el dormitorio principal con baño y otras tres habitaciones y terraza. El matrimonio habla a sus amigos con mucho orgullo de sus hijos.

Mariano Jr. estudió en el colegio British Council, situado en Pozuelo de Alarcón. Desde muy pequeño, se desenvuelve con fluidez en inglés y francés. Posteriormente, cursó Administración y Dirección de Empresas en ICADE. En junio de 2018, realizó un mes de prácticas en Bruselas, en el departamento de Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo. Al año siguiente, se embarcó en el mismo trabajo aunque en esa ocasión para González Pons.

Lleva dos años trabajando en el equipo de Desarrollo de Negocios Fintech de Visa, donde se encarga de hacer análisis de mercado, desarrollo de ecosistemas y la construcción de relaciones laborales. Y para que nadie piense que trata de sacar rédito de su famoso apellido en Linkedin, se presenta simplemente como Mariano Jr. Apenas hay fotos de él en los archivos y la última fue tomada en 2019, junto a sus padres, de camino al colegio electoral. Entre su grupo de amigos se encuentra Alfonso Álvarez Ruiz, hijo de Álvarez Cascos y Gema Ruiz, y Pablo Trapote. Le gusta la vela, el fútbol y tenis.

De Juan Rajoy, todos recordamos la divertida colleja que le propinó su padre durante la emisión de Tiempo de Juego en Cope, cuando les invitaron al estudio. Cuando le preguntaron por los comentarios de Manolo Lama en el videojuego Fifa, el joven no titubeó: «Me parecen bastante mejorables, por no decir que son una basura». Manolo Lama, rápido como siempre, comentó: «Pues no voy a votar a tu padre», y Mariano, entre risas, respondió: «Con toda la razón».