
La Infanta Sofía, el pasado 13 de diciembre
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Las joyas para la mayoría de edad de la Infanta Sofía
El día 29 de abril la hermana de la Princesa Leonor cumple su mayoría de edad
Sofía de Borbón Ortiz, es la segunda en la línea de sucesión al trono, por detrás de su hermana Leonor. Y hasta ahora es su mejor báculo, de hecho suelen ir sujetas de la mano. No es princesa pero sí infanta, por ser hija de rey. A esa distinción don Felipe puede añadirle uno de los títulos propios de la Corona o creárselo. El Rey Juan Carlos les concedió a sus hermanas sendos ducados, el de Segovia para Margarita y el de Badajoz para Pilar y a sus hijas, con motivo de sus bodas, los ducados de Lugo y Palma de Mallorca, para que los maridos pudieran compartir, mientras fueran consortes, las distinciones nobiliarias de las que carecían.
Aunque posteriormente a Cristina le retiró el suyo, al haber perdido la imprescindible ejemplaridad que requiere el honor de llevar el nombre de una ciudad española. Al margen de esas prerrogativas reales, que don Felipe pudiera concederle a su segunda hija llegado el momento, hay otras enlazadas con la costumbre en las Casas Reales.
Dado que la mayoría de edad solía celebrarse con un gran baile de presentación en sociedad, las jóvenes debutantes recibían como regalo un juego de joyas para estrenarse con él ese día del debut en sociedad, que es cuando ya se les permitía lucir diadema, tiara o similar. Ese juego de joyas podía ser inédito, es decir creado para ellas con piezas históricas, con nuevas gemas o también podía salir del joyero familiar.
Las Casas Reales en el siglo XXI también han ido adaptándose y donde antes había valses de Strauss ahora suena Coldplay o Shakira. Y en vez de joyas los jóvenes prefieren un viaje al espacio o ser influencers. La princesa Leonor, sin ir más lejos, tuvo una fiesta reducida a familiares y amigos, sin Casas Reales, ni oropeles en el palacio de El Pardo, ni siquiera fue el Palacio Real. Eso sí, ella, como Heredera, tuvo atributos inherentes al cargo. Para la infanta Sofía no consta nada oficial, pero eso no impide que pueda recibir las derivadas de la tradición regia; su primer aderezo de joyas.
Sofía es una joven que, si su madre es parca en ornamentos, ella lo es aún mas y por no tener, no tiene ni agujeros en las orejas y nunca luce pendientes, anillos o pulseras. Y por supuesto, ese brillante árbol de Navidad de aderezos con el que nos tiene acostumbrada la reina Máxima de Holanda y que parece haber heredado su hija Amalia, en España no se conoce desde que se reinstauró la monarquía con el rey Juan Carlos. Antes, la española sí era una Corte muy enjoyada. Las alhajas de la reina Victoria Eugenia fueron muy señaladas en su momento y el origen de las «joyas de pasar».
Con la infanta Sofía, si se quisiera mantener la tradición de regalarle un aderezo, es posible que también innovasen, adquiriéndolo en internet, donde suelen comprar piezas o rescatando una del joyero familiar con mensaje emocional; por ejemplo, los pendientes que su padre le regaló a su madre cuando ella nació o la pulsera de su primer cumpleaños…. ese tipo de emociones a las que son muy dados en la actual familiar real.

En la Galería de las Colecciones Reales
Haciendo historía, Alfonso XIII y la reina Ena regalaron diademas a sus hijas Beatriz y María Cristina por sus mayorías de edad. A Cristina una de flores y a Beatriz una de meandros, ambas en platino y brillantes.
A la infanta Pilar le celebraron la puesta de largo en Estoril y recibió un completo aderezo de pendientes, reloj, broches y una diadema de zafiros y brillantes.
La infanta Margarita no quiso baile de puesta de largo y dice, a preguntas de quién esto firma, no acordarse de lo que recibió por su mayoría de edad. Aunque es posible que fuera un conjunto de broches con el que se podía hacer una diadema, que ha lucido en algunas ocasiones.
A la princesa Leonor se le celebró una fiesta, sin tiaras y sin Casas Reales, pero sí «pudo recibir joyas de familia. Se apunta a que puede ser el broche de perlas de La Chata y la tiara Mellerio con pavés de diamantes y perlas», según Pablo Milstein, maestro joyero, historiador e investigador, que nos amplía detalles «es tradición en las Casas Reales regalar una diadema en la mayoría de edad. Por ejemplo, a Victoria Luisa se le regaló la llamada diadema Prusiana y la reina Federica se la pasó a su hija, la reina Sofia. Con respecto a la infanta Sofía, habría una diadema de círculos de la princesa Irene, que sería ideal para ella porque además ambas se parecen mucho, pero no sé si la princesa Irene la conserva o se vendieron».
Con la mayoría de edad, ya puede tomar parte de los eventos de gala que, hasta la fecha, han requerido tiara y ornamentos. Aunque, por supuesto, puede optar por saltarse la tradición, no hay nada que se lo impida, cada reinado tiene su propio libro de estilo.