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Sally Hambleton, en una imagen de archivoInstagram

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La florista Sally Hambleton: «Ponerle flores al Rey es un honor»

Es la tercera vez que la Fundación CEU San Pablo cuenta con ella para impartir un taller gratuito de arreglos florales para familias

A la Reina Letizia no fue a la única a la que le llamaron la atención las flores que decoraban la Universidad de Alcalá de Henares, cuando al Rey Felipe le hicieron doctor honoris causa. Y la Fundación CEU lo sabe bien porque es la tercera vez que reclaman los servicios de la florista Sally Hambleton, para impartir un taller gratuito de arreglos florales para familias.

A Sally la avalan veintidós años como florista e «influencer floral» aunque los eventos más bonitos que hace son impublicables porque firma unos contratos de confidencialidad leoninos. «Nunca me hubiera dedicado a esto sino hubiera tenido una tía en Inglaterra que me lo descubrió cuando me despidieron, a raíz de un embarazo y después de diez años en mi trabajo financiero. Así decidí montar mi empresa. Dar los cursos en la fundación CEU me sirve para implicar a los jóvenes y hacer las decoraciones para el rey ha sido un honor».

– El primer doctorado para el Rey y también para usted. ¿Cómo fue?

– Fue emocionante vivir desde dentro parte de los preparativos que llevó a cabo la Universidad de Alcalá de Henares. Con que cuidado y atención se gestionó todo. Y por supuesto me hizo muchísima ilusión y fue un honor que la Universidad me escogiera para decorar los espacios de la celebración porque es un lugar cargado de historia y un momento único. Me adapté a las limitaciones del espacio -el paraninfo no es muy grande- y utilicé sobre todo flor de temporada, incidiendo en que fuera la mayoría de origen nacional.

– ¿Son proveedores de flor de la Casa Real?

– No, ¡pero me gustaría mucho! Hemos decorado varios actos en los que han asistido los Reyes, pero no somos proveedores de la Casa Real.

– ¿De qué parte de España trajeron las flores para el doctorando don Felipe?

– Estuvo repartido entre Galicia, Madrid y Chipiona. Quise que nuestro rey tuviera el máximo de flores españolas, excepto las rosas y bulbos que vinieron de Holanda. Tuvimos representación del norte, del centro y del sur de España. No me permito comprar fuera de Europa para generar la menor huella de carbón posible.

– ¿Y cómo fueron esos arreglos que a doña Letizia tanto le sorprendieron?

– La universidad nos dio carta blanca y elegimos una gama de de colores alegre y primaveral: salmón, amarillo, naranja, rosa y toques verdes. Trajimos hojas y ramas de magnolia de Galicia, las de ciruelos de Madrid, las plantas de jazmines, los alhelíes y los narcisos de Chipiona y de Holanda las rosas y los tulipanes dobles. Queríamos el máximo de flores de España, ese siempre es un empeño mío.

– ¿Al terminar enviaron algún centro de recuerdo a La Zarzuela?

– No, porque son centros complicados de transportar porque no utilizamos espuma, que es muy contaminante, los creamos en recipientes con agua y los desmontamos al día siguiente. Dejamos las flores en la Universidad para que decoraran los espacios, pero desde luego que hubiera sido un honor haberlos podido enviar a la Casa Real.

– ¿Qué impresión tuvieron los Reyes, qué le dijeron?

– Yo no asistí a la ceremonia, pero llegó a mis oídos que la Reina preguntó por las flores. «Y hasta aquí puedo leer».

La modestia y discreción de Sally, le impiden decir lo que en realidad supe después y es que Doña Letizia quiso saber quién había realizado los arreglos porque le impresionaron. Sorprender a alguien que recibe cientos de arreglos florales, no es fácil y eso es meritorio.

– Engalanar la Universidad para el Rey se ha visto en todo el mundo, pero otras son muy privadas y originales. ¿Puede compartir alguna?

– La discreción en nuestro trabajo es fundamental. Puedo compartir nuestro trabajo pero no el nombre de nuestros clientes en la mayoría de los casos. Tenemos -supongo que ya serán miles- de trabajos muy bonitos o sorprendentes. Pero por dar algún ejemplo, una clienta nos encargó 800 rosas rojas para regalárselas a un hombre por San Valentín o decorar una fiesta en Nueva Zelanda, una boda en Sevilla en plena feria para 750 invitados extranjeros o una boda en Marbella para un emiratí que quería que le llenásemos la mansión de nardos y lo decoramos todo con 13.000 nardos.

– Y acaba de impartir un taller para familias del CEU.

– Sí, recientemente realicé una demostración floral para casi 100 asistentes, ¡y lo disfruté muchísimo! Compartir mi pasión y acercar las flores a padres e hijos me parece un verdadero privilegio. Me encanta colaborar con el CEU porque compartimos valores similares. De hecho, este es el tercer taller de arreglos florales que imparto para familias vinculadas al CEU. Creo que es una iniciativa fantástica que no se encuentra en muchos otros lugares. ¿Dónde más puedes ir con tu madre, hermana o hijos para disfrutar de un momento agradable en familia? No solo aprenden a crear un centro de mesa, sino que también resuelvo muchas dudas, pido a los niños que me ayuden y luego sorteamos el centro entre los cien asistentes. Es un plan estupendo.

Uno de sus famosos centros florales

– Con usted entran las flores en la Universidad.

– ¡Buena observación! Pero ahora en serio, me gustaría mucho que se estudiase Diseño Floral en las escuelas de diseño en España. Hace mucha falta. Creo que sobran abogados y faltan diseñadores florales bien formados.

Sally Hambleton imparte cursos de arreglos florales en su estudio madrileño y también en formato digital a todo el mundo. Su influencia es inglesa al cien por cien y no conoce la palabra minimalismo. Es una ferviente defensora de las escasas empresas españolas de flor cortada que existen, si todos recurriéramos a ellas, se abaratarían los costes y nuestras casas lucirían más bonitas con flores asequibles. Su pyme española y familiar da empleo a 15 personas, equipo que se amplia en momentos puntuales