
Se ha puesto en marcha una campaña de desprestigio que puebla toda la ciudad bajo el lema No hay espacio para Bezos
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Venecia boicotea la boda millonaria de Jeff Bezos: «La ciudad no está en venta ni se alquila»
El grupo activista anti-Bezos argumenta que no desea que «se recuerde como una ciudad postiza que hace de escaparate, sino como una que se opone a los oligarcas»
«No hay espacio para Bezos» (No space for Bezos) es la máxima que reina en Venecia desde hace semanas como un juego de palabras ante sus aspiraciones espaciales. La ciudad de los canales ha dejado de lado su especial cruzada con los turistas –a los que tampoco quieren por su continuo avasallamiento– para centrarse en un objetivo mucho más reducido, pero poderoso: los 200 millonarios que irán a la boda de Jeff Bezos. Aunque no hacen falta este tipo de polémicas para poner en el mapa a esta región del Véneto, sí que es cierto que, desde que el magnate anunció que se casaría en ella con Lauren Sánchez, ha adoptado una nueva dimensión.
Y eso que no es el primer famoso que se desposa en ella. Los venecianos se mostraron satisfechos cuando fueron George y Amal Clooney los que se convirtieron en marido y mujer en el exclusivo Hotel Aman de la mano del antiguo alcalde de Roma y amigo de la pareja, Walter Veltroni, que ofició la ceremonia. Aunque coinciden en wedding planners –la empresa Lanza & Baucina, formada por tres primos aristócratas italianos: el príncipe Antonio Licata di Baucina y los condes Riccardo y Aleramo Lanza–, parece que no quieren volver a ver a centenares de famosos fondear sus aguas en taxis acuáticos o despertar el interés de la prensa, turistas y ojos indiscretos durante tres días.
En cuanto el actual alcalde la ciudad Luigi Brugnaro anunció que el dueño de Amazon se casaría con Sánchez el pasado mes de marzo, un grupo activista puso en marcha una campaña de desprestigio que puebla toda la ciudad con un cartel con la imagen de la cabeza de Bezos en un cohete despegando al espacio, en referencia a su proyecto de turismo espacial Blue Origin.
Los activistas también han estado difundiendo la noticia repartiendo folletos en varios festivales, así como en establecimientos de la ciudad, aunque su mayor audacia hasta el momento ha sido colocar una pancarta con la leyenda No Bezos en el campanario de la basílica de San Giorgio Maggiore, en la isla veneciana del mismo nombre, donde se rumorea que la pareja se casará. «Impediremos el acceso a la iglesia por mar con botes hinchables y barcas, y por tierra con nuestros cuerpos».
Los detalles de la boda son de alto secreto, y el consejo de Brugnaro alimenta la ira al no confirmar siquiera las fechas exactas. Las festividades están programadas del 24 al 26 de junio, aunque algunos afirman que la boda en sí no se celebrará hasta el 28 de junio.

Los carteles No space for Bezos pueblan la ciudad
A pesar de la escasa información, durante meses la prensa italiana se ha llenado de rumores sobre todo, desde los 200 invitados (entre ellos, Kim Kardashian, Leonardo DiCaprio, Oprah Winfrey e Ivanka Trump) y sus habitaciones de hotel de 9.000 euros por noche, hasta la reserva contingente de toda la flota de taxis acuáticos y los numerosos vestidos de diseño que usará la novia durante las celebraciones.
Aunque los líderes de la ciudad acogen con satisfacción la alegría y, además, las riquezas que, según afirman, las festividades (que se rumorea que costarán 8,4 millones de euros) traerán a la ciudad, sus rivales políticos argumentan que el evento no beneficiará en lo más mínimo a los venecianos de a pie. Aún así, Brugnaro ha insistido en que la boda no traerá ningún inconveniente a la ciudad y ha condenado a los activistas anti-Bezos como «vergonzosos».

Basílica de San Giorgio Maggiore, donde se casará el magnate con Lauren Sánchez
«Venecia no está en venta ni se alquila», argumentan estos otros en un comunicado público. «Viene con cinco megayates atracados en cinco lugares distintos, ocupa hoteles, taxis, usa la ciudad como si fuera su sala de eventos. Esta es una batalla por la dignidad de la ciudad. No queremos que Venecia se recuerde como una ciudad postiza que hace de escaparate, sino como una ciudad que se opone a los oligarcas».