
Carlos III, en una imagen de archivo
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El último recorte de Carlos III: adiós a una de las tradiciones favoritas de Isabel II
El Rey de Inglaterra desea optimizar la monarquía, haciéndola más sostenible y eficiente en el ámbito económico
Llevaba preparándose 70 años para ser coronado Rey de Inglaterra. Un momento que llegó el 6 de mayo de 2023, ocho meses después del fallecimiento de su madre, Isabel II, en septiembre de 2022. La espera más larga de la historia, además del monarca de más edad que ha subido al trono británico. Así, Carlos III, ocupó el puesto número 62 en el listado del país, con intención de modernizar la institución y reducir el gasto en la monarquía lo máximo posible.
Esta ha sido la principal razón que ha llevado al marido de Camila a acabar con una de las tradiciones más longevas de su familia. «El Royal train privado de la Familia Real será dado de baja como parte del esfuerzo del Rey Carlos por modernizar la monarquía y reducir costes». Así lo anunciaba The Guardian a última hora del lunes 30 de junio.
El tren ha acompañado a miembros de los Windsor por la red ferroviaria británica desde 1840, cuando la Reina Victoria encargó un par de vagones especiales que se adaptase a la necesidad de sus viajes. Sin embargo, su mantenimiento se ha vuelto cada vez más costoso conforme han pasado los años.
El material con el que fue construido este mítico convoy de nueve vagones que se adapta a las locomotoras comerciales necesitaría actualizarse por completo, lo que supondría un enorme gasto para las cuentas públicas de la monarquía británica. Sin contar, además, con el precio de cada trayecto. Por ejemplo, un viaje desde Gloucestershire hasta Staffordshire, y de ahí, a Londres, cuesta alrededor de 44.000 libras.
«Al avanzar no debemos limitarnos al pasado», ha explicado James Chalmers, funcionario de palacio a cargo de los asuntos financieros del Rey. «Así como muchas tareas de la Casa Real se han modernizado y adaptado para reflejar el mundo actual, también ha llegado el momento de despedirnos con cariño del tren, mientras buscamos ser disciplinados y previsores en la asignación de fondos».
Carlos III, a su llegada a Manchester en el Royal Train
La decisión fue anunciada durante una reunión informativa anual del Palacio de Buckingham para periodistas sobre las finanzas reales. En la misma, dieron a conocer que la subvención soberana que financia sus actividades oficiales aumentará hasta 132 millones de libras –casi 155 millones de euros–, frente a los 86,3 millones de este año. El aumento es en parte para aprovechar las ganancias récord del denominado Crown State, la extensa cartera de propiedades y terrenos que pertenece a la institución de la Corona y entre los que se encuentran zonas comerciales, urbanas, rurales y marinas.
El informe financiero también indica que el gasto en la Corona se redujo un 4 % con respecto al año anterior, hasta 85,2 millones de libras –unos 100 millones de euros–, al mismo tiempo que disminuye el mantenimiento de las propiedades a 41,2 millones de libras –48 millones de euros–.
Isabel II solía desplazarse en él cuando viajaba por Inglaterra
Entre las reformas que han mejorado las cuentas se encuentran algunas como reducir la temperatura del Palacio de Buckingham, apagar la calefacción de la piscina cubierta, sustituir las históricas lámparas de gas por otras eléctricas menos contaminantes con el medio ambiente, una de las grandes preocupaciones del monarca desde que es un niño.
Lo que sí ha aumentado es el gasto en viajes a 4,7 millones de libras –5,5 millones de euros–, incluyendo los 141 viajes en helicóptero con un coste promedio de 17.000 libras –20.000 euros– cada uno. En este sentido, el viaje más costoso de todo el año ha sido el que los Reyes realizaron a Samoa, que costó alrededor de 401.000 libras de los fondos públicos de Inglaterra.
La debilidad de Isabel II por el 'Royal Train'
Isabel II era una gran seguidora de los viajes en tren, por lo que se puede entender que sintiese especial devoción por este, siendo documentada en varias ocasiones. El tren, con un modesto dormitorio y baño personal, ofrecía una combinación única de comodidad, privacidad y seguridad difícil de igualar por aire o carretera. Le permitía viajar durante toda la noche por el país y llegar descansada y preparada a sus compromisos públicos, haciéndose imprescindible para sus desplazamientos a Escocia, Sandringham y el norte de Inglaterra. Más allá de su función práctica, también tenía un significado simbólico que la conectaba al legado de la Corona desde tiempo inmemoriables.